Cádiz C.F. 1 – 1 Real Zaragoza| Crónica

• Listado La Crónica, La Crónica 2019-20

Tacita medio llena o medio vacía

El partido de la jornada, del mes, casi del año. El partido que estaba marcado a fuego en el corazón del zaragocismo cuando mejor se está poniendo la temporada. El partido ante el líder, ante el Cádiz gallito que no juega a nada pero que casi siempre gana o, al menos, empata. Ese es el partido que el Real Zaragoza ha jugado en la tarde del domingo y en el que ha firmado unas tablas que saben a mucho o a poco, según el color del cristal. En estos momentos, es decir, un punto que no todo el mundo arranca en el nuevo Carranza.

El primer tiempo fue un monumento a la prudencia. O al temor a perder. La necesidad de no darle al contrario un argumento favorable hizo que ambos equipos dispusieran un relato contenido, de respiración opaca y pulso sujeto. El Cádiz, sabido es, jugó a no jugar, a que el otro hiciera el trabajo de los dos y a esperar que el error del oponente propiciase una ocasión para matar. El Zaragoza, conocedor de las armas gaditanas, se quedó el balón pero lo hizo con el freno de mano (o de pie) echado y con un cambio en la alineación inicial: El Yamiq por Atienza, lesionado en el calentamiento, lo que ha servido para saber que se ha fichado un buen central.

El equipo de Víctor ha dado muestras de buen hacer ofensivo y de control razonable del juego. Varias acciones de ataque pusieron a prueba a la defensa amarilla y su central Cala ya tuvo que hacer frente a los pocos minutos a la presión que ejerce Suárez en cada acción. A este ejercicio de dominio respondió el Cádiz con sus ya sabidas armas: contraataque y tentetieso. En esta ocasión, con Salvi como principal protagonista y creador de problemas en la banda de Nieto. Por parte tomate Puado era el encargado de desestabilizar a los locales, quien no tuvo reparos en conducir balones eléctricos que, sin embargo, no encontraron la deseada conexión con Luis Suárez, como la acción del minuto 19, cuando no pudo rematar un pase del catalán por muy poco.

Hasta el descanso el partido entró en una fase mortecina, en la que lo importante era no perder el control y tratar de amortiguar cualquier error. Para reforzar este concepto hubo que contar con un centro del campo zaragocista algo desorientado. Los tres de la sala de máquinas no sellaron su clase y potencia a diferencia de otras tardes o noches y eso perjudicó las posibilidades de lograr un gol que descerrajase el match.

El descanso fue un tiempo para la reflexión y el refresco y quien mejor aprovechó los quince minutos de relax fue el Zaragoza. En la primera jugada llegó la culminación. Un pase largo, muy bien medido, de El Yamiq lo atrapó Soro al vuelo con una maestría admirable y resolvió con un magnífico golpe de tobillo. Un gran gol. Y una magnífica noticia, pues a partir de aquí el Cádiz se veía obligado a modificar su plan, lo que en cierto modo favorecía el juego aragonés. Y en seguida dio señales de vida el equipo local, de la mano de Perea, que se convirtió desde ese momento en el protagonista del partido. Acciones suyas por la banda de Vigaray serían la pesadilla de la defensa zaragocista.

Ante semejante paisaje, Víctor hizo debutar al colombiano Daniel Torres con el fin de darle equilibrio al centro del campo, algo blando sobre todo en el flanco de Igbekeme, y propiciar esfuerzos más rentables a Puado, el más acerado de los atacantes zaragocistas. Al mismo tiempo Cristian, el Divino, volvió a demostrar por qué es una pieza clave en este equipo y en este proyecto. Protagonizó varias paradas de mérito, especialmente una a chut de Malbasic que se ha convertido, sin duda, en una de las intervenciones de la jornada.

El Zaragoza ha dispuesto de varias ocasiones de gol muy nítidas, concretamente tres, pero ninguna de ellas ha acabado como debería. Ni siquiera se ha llegado a inquietar a Cifuentes, circunstancias de la que se ha lamentado el entrenador zaragozano en rueda de prensa, pues en cualquiera de ellas ha estado el partido. Ese déficit, esa falta de brillo en el colmillo, ha favorecido que el Cádiz se creciese y pusiese en el césped a toda su artillería, incluido Pombo, quien hoy se ha enfrentado a sus amigos por primera vez en su vida. Era evidente que los líderes no iban a abandonar la pelea y poner en peligro una posición de lujo de la que han disfrutado durante toda la temporada. Empujados por su gente, el Cádiz ha apretado de lo lindo.

El colombiano Torres ha resultado ser un peón de alto valor táctico. Su presencia le ha dado solidez a la línea medular y ha ayudado a sostener al equipo cuando más flaqueba por el empuje del Cádiz. Y si el balón merodeaba el área rojilla allí emergía la enorme figura de Cristian para impedir el buscado gol cadista. Sin embargo, tanto fue el cántaro a la fuente que cuando el partido le abría el pestillo a la victoria aragonesa surgió la desafortunada acción de Eguaras en forma de penalty evitable. Una buena jugada de Perea, que se fue de tres jugadores, le llevó al balcón del área y allí el navarro cometió la torpeza de zancadillearle. Penalty incontestable. Álex Fernández lo convirtió para lograr un empate muy celebrado tanto por los jugadores amarillos como por su afición, conscientes de que el resultado era de altísimo valor pues enfrente había un equipo que se lo había puesto muy difícil. Y ahí murió el partido.

El 1-1 admite muchas lecturas y todas ellas razonables, pero hay un dato objetivo: el Real Zaragoza ha salido invicto del campo del líder, un equipo que hace dos meses estaba a más de diez puntos y hoy, Mirandés mediante, está a seis…o tres. Hagamos la lectura positiva y consideremos que de nuevo estamos en el buen camino para encontrar el sendero de regreso a casa. A Primera.

CALIFICACIONES

Cristian: 5. Grandiosa actuación. Lo paró todo: lo fácil y lo difícil.

Vigaray: 3. Mucho trabajo y muy difícil. Tuvo que luchar lo indecible.

Guitián: 3. Serio y correcto. Ha cumplido bien su tarea.

El Yamik: 4. Impecable. Magnífico trabajo en todos los sentido.

Nieto: 3. Muy exigido por Salvi, ha hecho un partido para crecer.

Eguaras: 2. Algo atascado y falto de soluciones. Ha tomado malas decisiones.

Guti: 3. Poco clarividente y algo desorientado. Trabajador, como siempre.

Igbekeme: 2. No era un partido para sentirse cómodo. Aminorado.

Puado: 4. Vertical y valiente. Ha tenido grandes gestos.

Soro: 4. De menos a más, ha acabado pleno. Un gran gol.

Suárez: 3. Desconectado y aislado, no le han encontrado. Trabajador.

Torres: 3. Partido serio. Ortodoxo y disciplinado.

Kagawa: 1. Muy poco participativo. Insustancial.

Pereira: S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello