Girona FC 1 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Girona FC 1 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Ladera abajo

Adiós. Por el momento. Adiós al ascenso directo. Adiós al privilegio de vivir en la cúspide. Adiós a mirar por el retrovisor a nuestros rivales. Adiós a las buenas sensaciones. Adiós a la seguridad de nuestra idea de fútbol. Adiós al acierto y a la certeza de que todo, o casi todo sale bien. Adiós.

El Real Zaragoza perdió ayer un partido que debía ganar o, al menos empatar, para mantener el discurso que habíamos conquistado en marzo después de un período de trabajo bien hecho. Después de desarrollar un concepto solidario, talentoso y esforzado que se ha diluido después de seis partidos. Después, sobre todo, de vivir una semana negra que amenaza con acabar con la ilusión de un futuro esperanzador.

Este Zaragoza asusta. Para mal. Asusta por su mal juego, por su endeblez física, por su escasez de ideas y por su atasco emocional. Está demostrando una dependencia excesiva de su gente cuya ausencia le está haciendo mucho daño. Y está mostrando que ante equipos aguerridos no sabe interpretar los dos argumentos que les bastan a sus adversarios: van a por todas y juegan al fútbol.

A esta situación inabordable sumamos que ayer no estaban Eguaras y El Yamiq y volvían, tras lesiones difíciles, Puado y Viagaray.  Lo suyo, que jueguen los cuatro juntos, sucederá el lunes y eso es una razón para pensar en otras cosas. Mientras se pudo se mantuvo el tipo, los primeros treinta minutos fueron un gran toma y poco daca entre ambos conjuntos, temerosos de Dios y de un gol en contra. No hubo riesgo, no hubo arrojo. Algunos amagos del Girona y una cierta dureza por su parte que en esta ocasión sí limitó el árbitro de turno, que les regaló dos tarjetitas amarillas a los catalanes cuando apenas llevábamos diez minutos.

El Zaragoza dio pocos motivos para la alegría. Tan solo un disparo recto y poco probable de Burgui que detuvo Riesgo con ciertos apuros y en todo caso cierto estiramiento del grupo a partir de entonces sin mucho ánimo, como lo demostró que sus centros o últimos pases nunca encontraron amigos que finalizasen. Bien es cierto que se vivió un periodo de buenas sensaciones, con el Girona algo apático ante las combinaciones zaragocistas, pero la falta de eficacia oscureció sus intenciones. Las mejores noticias fueron los gestos de Vigaray y Puado, que anunciaron nuevas luces hasta ahora ausentes por sus lesiones.

De ahí hasta el descanso se vivieron minutos de tanteo con una mejor presencia del Zaragoza que sirvió para construir un relato corto que debería concretarse en la segunda parte. Esta comenzó con una buena acción de Puado que, rememorando tiempos pasados, le regaló a Suárez un precioso balón que el colombiano no certificó por centímetros. Buen anuncio que habría que concretar pronto, porque el Girona tampoco se quedó quieto y así lo escenificó cuando Borja García remató una falta que salió fuera por muy poco.

Antes de la torpe acción de Clemente aún tuvo Guti una ocasión de gol que no convirtió por muy poco. Fue un balón de Suárez al que no llegó el zaragozano por centímetros debido a un suave toque de Mojica que lo desvió in extremis. Antes de la torpe acción, decíamos, porque está visto que este Zaragoza está cayendo en sus propias trampas debido a errores que le están costando la vida. Ayer le tocó al joven Clemente, que hizo penalty sobre Stuani fruto de su ímpetu juvenil y su inexperiencia. No es un reproche, es una constatación.

El propio Stuani lo transformó y logró el 1-0 que sería definitivo. Fue un golpe demoledor. Eso se nota. Se sabe cuando un equipo encaja y da señales de levantarse y cuando ofrece una lastimera imagen que augura una caída irremisible. Y el Zaragoza está ahora en la segunda opción. Y eso lo percibió el Girona, que se dedicó a martillear la defensa aragonesa sin piedad. Stuani, Aday y Sáiz se encargaron de atosigar a los temblorosos defensas blanquillos que repelieron con dificultad los sucesivos embates gerundenses. Hasta que llegó la jugada del casi segundo penalty. Un balón que golpeó el costado de Puado fue motivo de consulta del VAR (el VAR existe) que acabó finalmente con un “No Penalty”.

Fue el momento en que Víctor metió en el campo, además de a Soro, que ya estaba hacía unos minutos, a Linares, Álex Blanco y Delmás, en un intento por agitar la delantera zaragocista y acercarse al empate. Retiró a Igbekeme, inexistente, a Vigaray y Puado, por precaución, y a Burgui, sin chispa aún y, por tanto, poco útil. Fue un intento de calado menor, pues el partido estaba en manos del Girona. El Zaragoza pedía oxígeno a gritos y los músculos de sus chicos no respondían a la órdenes de sus cerebros. Y con esos bagages poco podía ofrecer el equipo a su hinchada, lejana en el espacio y en el ánimo. 

Poco tenía que hacer el equipo de Francisco para mantener el resultado. Poco o casi nada. Simplemente dejar que pasaran los minutos. Y así fue hasta el final. Nada pasó que hiciera pensar que el partido podía equilibrarse. La única noticia de trascendencia es negativa: la quinta amarilla de Suárez, ganada a pulso por una necia protesta, que le impedirá jugar el lunes frente al Rayo. El gesto de contrariedad y la expresión de indignación de Víctor Fernández pasará a los anales de esta temporada que nos amenaza con una nueva y dolorosísima decepción si no cambian mucho las cosas.

Hoy, sábado, el Zaragoza está fuera del ascenso directo, pero lo peor es que está fuera de sí mismo. Solo recuperando el norte anímico y físico será posible hallar el camino de vuelta a casa. A Primera.

FICHA TÉCNICA

Girona FC: Riesgo; Maffeo, Juanpe, Miquel, Mojica; Gumbau, Granell; Aday (Gallar, 87), Borja García (Diamanka, 91), Samu Sáiz (Valery, 78); y Stuani.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray (Delmás, 74), Atienza, Clemente (Soro, 74), Nieto; R. Guti, D. Torres, Igbekeme (Soro, 68); Burgui. Puado (Linares, 74) y Luis Suárez.

Goles:
1-0, min. 55: Stuani, de penalti.

Árbitro:
Milla Alvendiz (Comité Andaluz). Amonestó a Aday (5), Miquel (7), D. Torres (36), Gumbau (79), Gallar (90) y Luis Suárez (94)..

Incidencias:
Partido de la 37ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en Montilivi.

Puntuaciones

Cristian: 3. Como siempre, cumplió sobradamente.
Vigaray: 3. Lejos aún de su mejor forma, su presencia eleva el nivel de la defensa.
Atienza: 2. Algo irregular, alternó aciertos e incertidumbres.
Clemente: 2. El gran error del penalty oscureció su labor.
Nieto: 2. Algo dubitativo al principio, ajustó su presencia después.
Dani Torres: 3. En línea. Le tocó gobernar, que le cuesta, pero estuvo muy presente.
Guti: 3. Buen trabajo de compensación. Casi goleó.
Igbekeme: 1. No está. Le falta físico y actitud.
Burgui: 1. Su valor está en su chispa y rapidez. Si no la tiene, no aporta.
Puado: 3. Tiene un talento y una aptitud extraordinaria. Buen partido.
Suárez: 2. No acaba de explotar. Hay algún freno en él.
Soro: 1. Poca presencia, poca aportación.
Álex Blanco: 0. No encara ni perfila, que son sus obligaciones.
Linares: 1. Desubicado y fuera de ritmo.
Delmás: 2. Cubrió su función.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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