CD Lugo 1 – 3 Real Zaragoza | Crónica

CD Lugo 1 – 3 Real Zaragoza | Crónica

Algo parecido a amanecer

La tarde llegó a su final de la mano de la victoria. Fue la confirmación de que este equipo llegará al destino soñado solo cuando se abrace a sí mismo. No hacen falta más argumentos que los que ayer mostró ante el doloroso vacío de la grada: comunión con el futuro, solidaridad con el presente, complicidad con su pasado. Y generosidad en el esfuerzo común.

El partido de ayer era una zanja oxidada en la que se podía caer si el desánimo se instalaba en las mentes de los muchachos avispa. Un partido de alto riesgo que podía convertirse en una enorme losa si no se lograba darle la vuelta al recuerdo de la noche del sábado. Un partido, en fin, a vida o vida.

Bien se puede decir que los chicos aceptaron jugar los primeros minutos enganchados al vértigo de un ritmo altísimo. Lugo y Real Zaragoza optaron por echar carbón a las calderas y forzar la máquina con el ánimo de extenuar al contrario. Así, un primer chut de los gallegos en el minuto 1 y un eléctrico latigazo del jovencísimo Francés en el 5 fueron dos magníficas tarjetas de presentación que anunciaban una tarde de relámpagos.

Poco a poco los de Víctor se fueron haciendo con el control y aunque no culminaban con fineza sus acciones sí daban sensación de equipo alegre, jovial, incluso inconscientemente joven. A ello contribuía el trabajo de un Kagawa dinámico, vertical, seguro e inteligente. Cada vez que el balón llegaba a sus pies proclamaba que sí sabe de qué va esto. Y fue precisamente él quien goleó en primer lugar. Recogió un rechace extraño después de un corner y atizó el fuego del norte con un disparo paradójicamente seco en la tierra del agua.

El Lugo acusó el golpe, pero siguió con su plan astutamente elaborado: percutir sin piedad el flanco defensivo derecho donde daba sus primeros y muy prometedores pasos Alejandro Francés con una seriedad y galanura digna de todo elogio. Y eso que tenía delante varios guerreros curtidos en mil batallas y de muy difícil gestión. El Zaragoza, a cambio, mostraba algunos remiendos mal resueltos que le pudieron costar caro, como las dificultades para salir con el balón controlado desde la defensa. A Atienza todavía le temblaban las piernas y El Jamiq no encontraba la sintonía con ese defensa que asombró a la categoría cuando llegó en enero.

El Lugo bajó la intensidad de sus acometidas, pero el equipo aragonés se empeñó en darle aire al gallego con sus muchos errores de control de los pases. No solo sus centrales seguían aturdidos: Guti y Eguaras no eran los dos timoneles que habían llevado hace unas semanas al Zaragoza a la cima de los sueños y arriba ni Soro ni mucho menos Burgui eran las chispas que debían prender en la mecha de Suárez, aún ausente y desconocido.

Se llegó al descanso con la magnífica noticia del 0-1 anudada a las botas de los jugadores zaragocistas. La mejor noticia. En la caseta, ningún cambio. Víctor prefirió estirar el dibujo inicial a la espera de acontecimientos. Que pronto llegarían, pues el Lugo salió decidido a darle trabajo a Ratón. Y comenzó con sendas aproximaciones que no lograron convertir. Tiraron de repertorio y acudieron al balón parado, su mejor arma. Y un tormento para el Zaragoza. El equipo de Curro Torres lo remataba todo. Mal, es cierto, pero todos los balones acabaron siendo dirigidos a la puerta zaragozana.

Mientras tanto el Zaragoza se desperezó poco a poco y propuso varias acciones de peligro. Una de ellas, con Nieto de protagonista no encontró el final deseado. Tampoco un magnífico chut de Kagawa que se fue alto por muy poco. El Lugo respondió como sabía: a base de faltas laterales y corners, muchos corners. Sin embargo su falta de puntería le impidió llegar al empate. Por contra recibió el 0-2. De nuevo en el minuto 18, como en la primera parte. Esta vez después de una jugada amasada por el centro del campo, cocinada con sedosa precisión por Eguaras y culminada con metálica fortaleza por Guti. Un magnífico gol.

El entrenador del Lugo reaccionó poniendo toda la pólvora de que disponía. Víctor, por su parte, echó mano de su banquillo e introdujo potencia en el centro del campo con Igbekeme por un deslucido Burgui. Y en esas estamos cuando El Hacen le hizo una terrorífica entrada a Eguaras que le supuso la expulsión, bien es cierto que después de que el VAR le sacara los colores al árbitro asturiano, Areces Franco. El partido se le ponía al Zaragoza como su segundo apellido.

En ese momento Víctor ajustó el equipo poniendo a Torres por Soro y al energético Linares por el mejor Kagawa de la temporada. Sustitución determinante, a la postre, pues el de Fuentes en seguida dispuso de una extraordinaria ocasión que no convirtió por muy poco. Como tampoco lo hizo Suárez unos minutos después, cuando recibió un grandioso pase de Francés de más de 40 metros. El cafetero se plantó ante Cantero, pero su remate se fue fuera. Es la señal de que aún le falta algo de grasa en su maquinaria para volver a ser él.

No obstante, no hubo que lamentarse de estos errores, porque poco después un ataque muy bien confeccionado por Guti y Torres acabó en el área pequeña para que al final rematase Linares el tercer gol. Gran alegría por doble motivo: por ser el tercer gol y porque quien lo logró es Linares, un profesional en el que hay que mirarse día y noche porque dignifica un deporte tantas veces manchado por la suciedad del negocio.

La mirada del aragonés ensanchó el triunfo. Lo hizo enorme. Llegó el gol del Lugo. No importó. Se obtuvo el premio a un trabajo bien hecho. Con errores no consumados, con flaquezas flagrantes, con debilidades insolentes, pero un obsequio para la afición, un impulso al fuego que no nos quema, sino que enciende los corazones. Los de una afición que anhela el horizonte que merece. Y ese calor que nos acoge alcanza al gesto que tuvo Linares, enorme en su compromiso, con Francés al final del partido. Vale para un poster.

Mientras tanto, retomemos el relato que nunca debemos abandonar. Recojamos de nuevo el recodo del camino que nos tiene que devolver a casa. A Primera.

Ficha técnica

CD Lugo:
Ander Cantero; Campabadal, Djaló (Fernando Seoane, m.89), Josete, Kravets; El Hacen, Jaume Grau (Pita, m.46), Jaime Seoane (Álex López, m.81); Gerard Valentín, Carrillo (Manu Barreiro, m.65) y Yanis Rahmani (Cristian Herrera, m.65).

Real Zaragoza:
Ratón; Francés, Atienza, El Yamiq, Nieto; Burgui (Igbekeme, m.67), Eguaras (Zapater, m.87), Raúl Guti, Kagawa (Linares, m.77); Luis Suárez (Álex Blanco, m.87) y Soro (Dani Torres, m.77).

Goles:
0-1, m.18: Kagawa. 0-2, m.64: Raúl Guti. 0-3, m.86: Linares. 1-3, m.92: Josete.

Árbitro:
Areces Franco, del comité asturiano. Expulsó con roja directa a El Hacen (m.76), del Lugo.

Incidencias:
Partido de la 33ª jornada de LaLiga SmartBank disputado el Anxo Carro a puerta cerrada.

Puntuaciones

Ratón: 1. Dubitativo e inseguro en los balones parados.
Francés: 3. Serio, trabajador, valiente y generoso en el esfuerzo. Y con detalles de talento.
Atienza: 1. Repitió gestos que inquietaron a sus compañeros. Atenazado por por la duda.
El Jamiq: 2. Fue de menos a más. Al final del partido se acercó a sí mismo.
Nieto: 2. Tuvo momentos de incertidumbre, aunque acabó muy entonado.
Eguaras: 3. Se aproximó a su mejor versión con gestos de talla. El pase a Guti, magistral.
Guti: 3. Tras un inicio frágil retomó su propia esencia. El gol, magnífico.
Soro: 1. Descuidado en el trato al balón, muestra cierta desorientación.
Kagawa: 4. El mejor. Cumplió en todas las facetas con rigor y sabiduría. Y goleó.
Burgui: 1. Aportó muy poco. Le falta chispa física para finalizar sus acciones.
Suárez: 2. Sigue un tanto aislado de su propia idea del fútbol. Aún así, apuntó una cierta mejoría.
Igbekeme: 3. Cementó el centro del campo y ajustó los espacios.
Torres: 2. Serio, centrado y sólido. Contribuyó al tercer gol.
Linares: 3. Gran aportación. Agita, dinamiza y golea. Y es un motor emocional.
Zapater: S. C.
Blanco: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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