R Racing Santander 2 – 2 Real Zaragoza | Crónica
Ni siquiera una sombra
El cabezazo de Álex Blanco fue como peinar la Luna. Suave al tacto, impetuoso en el impacto. El balón se alojó en la red de un estupefacto Luca cuyo estético vuelo fue tan inútil como alto era el nivel de ansiedad con que el Zaragoza llegó a los minutos finales. Fue un destello en la noche, cuando ya se veía la orilla pero las olas nos empujaban a la negrura del Cantábrico. Fue un fogonazo de luz escarpada que iluminó los mil corazones rojillos.
Sobre el césped de los campos de sport de El Sardinero se dirimió una desigual batalla que se dio por zanjada cuando la última espada se hundió en el cuerpo del más débil. Sin duda fue un resultado no del todo justo, pues desde el comienzo se vio de forma muy nítida quién luchaba por no morir y quién pugnaba por seguir viviendo acostado en la cúspide. El Racing dispuso un dibujo abundante y energético que disolvió en polvo seco la presencia del Zaragoza. El partido en seguida mostró un rostro fiero y resuelto a través de cada acción de los jugadores de Oltra. Sus gestos, sus acciones y sus decisiones eran siempre ganadoras y en ningún momento el Zaragoza supo cómo detener los embates de los locales.
No habían pasado ni cinco minutos y ya se veía que el Zaragoza iba a sufrir mucho para resolver el choque favorablemente. El centro del campo era una máquina sin combustible y con las piezas muy mal engranadas. Ni Eguaras ni Guti mostraron sus armas, convincentes desde hace muchos partidos, y la presencia de Kagawa sirvió para darles argumentos a sus detractores, a quienes piensan que el japonés no ha encontrado su punto adecuado. Arriba se gestaron varias oportunidades relativamente claras, pero ni Puado ni Suárez acertaron en sus remates, mientras que Burgui dio señales de desorientación.
Era un partido de mirada diagonal, de esos que no te atrapan por su belleza, sino que te encadenan al desasosiego. Parecía mentira, pero el último de la fila comenzó a colarse sin permiso en la zona defensiva del equipo guapo del momento y a construir pequeños edificios ofensivos. No muy elegantes, muy poco imaginativos, pero piedra sobre piedra el equipo pequeño, disminuido por una clasificación terrorífica, se fue haciendo dueño de la situación y se atrevió a molestar a Cristian con un par de chuts con mejor intención que eficacia. Pero chuts, al fin y al cabo.
Atendiendo a los nombres de los jugadores tomates se podría convenir que si iba a haber goles estos deberían caer del lado aragonés. Kagawa, Burgui, Puado, Suárez…Cualquier equipo de la Liga Smartbank ahora mismo firmaría sin pensar las fichas de estos muchachos, pero ayer no valía solo con poner el apellido sobre el césped. Y bien que se comprobó cuando ninguno de ellos supo rentabilizar un par de aproximaciones al área de Luca. ¿Fue todo eso una señal? Debió ser, pues antes del descanso ya estaba calentando Soro en la banda, algo extraño en condiciones normales; no tanto en la tarde de ayer, visto lo poco que había sobre el campo.
Después de llevarnos un susto morrocotudo con un mal gesto de Suárez que encendió la luz roja en su tobillo y de que el propio colombiano no llegase a culminar una mala cesión de la defensa cántabra, llegamos al descanso. Momento necesario y lugar propicio para que Soro supliese al apagado Kagawa, lo que fue leído por el zaragocismo con claridad. Este cambio suponía que se deshacía la novedosa propuesta táctica y se volvía al esquema que tan buenos resultados le había dado al Zaragoza hasta ese momento. Parecía una buena decisión, pero aún tardaría el equipo del Ebro un buen rato en poner en práctica la idea, pues en seguida tuvo el Racing una buena ocasión que deshizo con fortuna el poste derecho de Cristian.
No hubo tanta suerte minutos después. El Racing se creyó que era posible hundirle la mandíbula al equipo aragonés y su fe le llevó a provocar un grave error de Nieto. El zaragozano no supo cerrar una incursión de Nando, quien le regaló un balón de oro a Cejudo. Su remate fue el 1-0. Y lo peor: aquello no ofrecía signos de redención. Pero hay momentos en que los equipos están bendecidos por la fortuna y a día de hoy el Zaragoza es uno de ellos. Nos referimos a una jugada que escribió Vigaray, cuyo centro salió rebotado hasta el territorio de Guti. No se lo pensó mucho y enganchó un disparo raro que acabó en el fondo del chalet de Luca. Fue una buena bofetada en el pecho de los jugadores del Racing, que acusaron el revés. El momento de desconcierto cántabro lo aprovechó Víctor para poner a Álex Blanco por un estéril Burgui, con la sanísima intención de darle al equipo de Oltra el revolcón definitivo.
Pero esto la Segunda División. Esto es un campeonato de impredecible relato y así fue que una jugada aparentemente inofensiva acabó en penalty. Un pase interior de Ruiz llegó a las botas de Rodríguez, quien fue derribado por Cristian. Penalty y gol. El tanto de Guti, la mejor noticia de la noche porque suponía la posibilidad de darle la vuelta al mundo en pocos minutos, fue desactivado por el 2-1 del Racing en un momento en que ya casi nadie veía posible rescatar siquiera fuera un punto.
Quedaba muy poco para el final. Salió Linares por Vigaray y comenzó el último tramo del partido en medio de una atmósfera donde se podía respirar el aturdimiento zaragocista. Ya sabemos: faltas, interrupciones, errores, jugadas inacabadas…Y alguna decisión torpe por parte de algún jugador que puede ayudar a cambiar el rumbo de la navegación. En este caso el protagonista fue Abraham, expulsado por segunda amarilla al trabar a Álex Blanco. La falta la ejecutó Soro y el propio Blanco remató de cabeza y de espaldas logrando un gol que nadie, de verdad que nadie, esperaba.
Era el empate, el 2-2. Quedaban apenas cinco minutos y todavía hubo tiempo para que Puado tuviese en su pie derecho el gol de la victoria, pero su remate, flojito y poco convencido, se fue fuera por poco. Habría sido una victoria magnífica, si bien no del todo merecida. Del mismo modo que sí fue justa la expulsión de Guti por protestar al árbitro cuando el partido ya moría. Con todo, un empate que el vestuario debió de celebrar con íntima satisfacción pues se anduvo muy cercad de la derrota, lo que habría supuesto un buen chafón colectivo.
Comienza ahora una semana de reflexión, trabajo y reajuste para preparar el viaje a Málaga, un campo extremadamente difícil en el que habrá que enfrentarse a un complejo equipo sacudido por mil vicisitudes pero siempre dispuesto a la batalla. En cualquier caso, un viaje que debe ayudarnos a encontrar el camino de regreso a casa. A Primera.
Ficha técnica
R Racing Santender:
Luca Zidane; Nando (Hidalgo, 80), Buñuel, Manu Hernando, Jordi Figueras, Abraham; Sergio Ruiz, Toribio; Cejudo (Delgado, 89), Lombardo; y Guillermo (David Rodríguez, 70).
Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Vigaray (Linares, 79), Atienza, El Yamiq, Nieto; Eguaras, R. Guti; Kagawa (Soro, 46), Burgui (Blanco, 65); Puado y Luis Suárez.
Goles:
1-0, min. 56: Cejudo. 1-1, min. 61: R. Guti. 2-1, min. 75: David Rodríguez, de penalti. 2-2, min. 89: Blanco.
Árbitro:
Gorostegui Fernández (Comité Vasco). Expulsó, por doble amarilla, a Abraham (81 y 87) y R. Guti (59 y 93), Amonestó a Jordi Figueras (50), El Yamiq (69) y Cristian Álvarez (74).
Incidencias:
Partido de la 30ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Sardinero ante unos 11.00 espectadores.
Puntuaciones
Cristian: 3. No hubo culpa en los goles. Correcto y seguro.
Vigaray: 2. Tuvo mucho trabajo y no pocas dificultades.
Atienza: 2. Discreto y poco protagonista.
El Yamiq: 3. Buen trabajo aunque menos determinante.
Nieto: 1. Mantuvo un perfil bajo y su error costó un gol.
Eguaras: 2. Le faltó fluidez y conexión.
Guti: 3. Trabajador pero desubicado. Luego se liberó.
Kagawa: 1. No está. No sabe jugar en este Zaragoza.
Burgui: 1. Insustancial. Mostró cierta apatía.
Puado: 2. Alejado de Suárez, rindió menos de lo que es capaz.
Suárez: 3. Batalló como siempre, pero lejos de sus registros.
Soro: 2. Le dio cierto equilibrio al equipo. Su centro acabó en gol.
Álex Blanco: 3. Aportación muy positiva. Agitó al equipo. Logró un gran gol.
Linares: 2. Como siempre, ayudó a cerrar el partido.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
