Real Zaragoza 0 – 4 R Madrid | Crónica

Real Zaragoza 0 – 4 R Madrid | Crónica

Victoriosa derrota

Fue la noche perfecta en su imperfección. Perfecta porque la Basílica, esa vieja Dama Blanca testigo de decenas de noches gloriosas, disfrutó de un partido que venció el Zaragoza en el duelo de corazones. Imperfecta porque la Romareda se rindió ante el fútbol vertical y resolutivo del Real Madrid, quien derrotó a un equipo que ayer mostró orgullo, nobleza y valor. Noche inolvidable, entonces, que quedará en la memoria de una afición, una ciudad que saboreó la miel de los grandes partidos. El resultado nos da igual.

En condiciones normales, el partido habría caído igual del lado merengue, pero seguro que el equipo de Víctor habría plantado cara al contrario, pues ahora mismo es un grupo solidario, construido sobre unos lazos afectivos sólidos y con talento suficiente para algo más. Sin embargo, los primeros minutos, tantos como 15, fueron un ejemplo de temor y nerviosismo que propició que el Real Madrid lograse un gol en el minuto 15 que enfrió los encendidos ánimos de la afición aragonesa por unos momentos. Pero solo por unos momentos.

En seguida la grada volvió a rugir y a enviarle a los suyos mensajes de corazón metálico que estos recibieron nítidamente. Pareció que despertaban levemente, si bien los madridistas se sabían superiores y manejaron la bola a capricho. Si el Zaragoza recuperaba la posesión, esta le duraba muy poco, pues la presión del líder de Primera era muy alta y la endeblez anímica de los blanquilla, enorme. A esto añadimos que la banda derecha protegida por Delmás, solo por Delmás, era una autopista para que la conexión brasileña Marcelo-Vinicus galopase con la velocidad de una gacela y la profundidad de un rinoceronte.

Los locales despertaron de su letargo con acciones cada vez mejor elaboradas por Eguaras, que ayer se creció conforme el partido navegaba al amparo del calor del graderío. Algunas acciones de mérito con Soro y sobre todo Kagawa consiguieron encender la ilusión en el zaragocismo, como ese chut de rosca al borde del área que Areola envió a corner con ciertos apuros. El partido seguía siendo madridista, pero había destellos que animaron el choque.

En esas estábamos cuando tras varias aproximaciones zaragocistas tan osadas como estériles Lucas Vazquez aprovechó una mala salida de balón por parte de Igbekeme y Linares para batir a Ratón por segunda vez. Otro golpe en la boca del estómago de los bisoños jugadores blanquillos. Desde ahí hasta el descanso el partido vivió un periodo de languidez y deshinchada inercia, con un Madrid trotón y un Zaragoza apocado y un tanto desorientado.

Tras el descanso el partido se reanudó con un ritmo muy parecido al final de la primera parte. Tuvieron que pasar diez minutos para que Víctor moviese el banquillo, dando entrada a Suárez y Álex Blanco por Pereira y Linares. El cambio reactivó a la parroquia, que rugió con la entrada de su ídolo colombiano. Y este respondió con un par de carreras marca de la casa, lo que junto a la movilidad de Blanco sirvió para agitar las calmadas aguas de la defensa madrileña. Estos dos jugadores, junto a un Kagawa muy activo, fueron los protagonistas de esos minutos, activando las puntas y poniendo en peligro la meta de Areola. Sobre todo el colombiano, muy motivado y decidido a dejar su huella cafetera en el escudo de los soldados del Imperio.

Cuando más cerca se estaba de arañar la coraza del campeón llegó el 0-3. Fue una buena jugada de combinación que culminó Vinicius con un suave toque con el exterior que batió a Ratón. Era demasiada pesada la losa del resultado para los animosos, ahora sí, chicos del escudo del león. Víctor, al igual que Zidane, ya pensaba más en Cádiz que otra cosa, así que cambió a Soro por Guti y lanzó a su equipo a por el gol del honor. Que estuvo a punto de llegar en una preciosa jugada entre Kagawa y Suárez. El balón le llegó franco al colombiano para plantarse ante Areola pero su remate lo desvió el portero suplente del Real Madrid en un alarde físico.

Poco después Benzema finiquitó el choque con el 0-4, por si quedaba alguna duda. Un resultado demasiado abultado para una victoria inapelable. Lo justo era que el Real Zaragoza lograse, al menos un gol, y la última ocasión para lograrlo fue con Blanco como protagonista. En esos momentos el partido ya no se estaba jugando en el césped. El partido, este y los dieciocho que quedan hasta el final de la liga regular, se estaba disputando en la grada, donde treinta mil zaragocistas calentaron la noche de San Valero con el himno a capella y los mil y un cánticos que emanaron de una gargantas henchidas de amor por unos colores. Fueron diez minutos de aliento infinito, de bufandas y banderas al viento y miradas de fuego que calentaron los corazones de los chicos de Víctor, herederos de una historia que pugna por volver a ser.

Acabó el partido. Un choque que queda para el mañana, que las retinas de miles y miles de zaragocistas grabaron encendidos de amor por sus colores y que sirve, sin duda, de colofón para abrir las cortinas del teatro Falla del fútbol, el Carranza, donde se jugará el domingo el verdadero duelo del año. Allí, a casi mil kilómetros, nuestros guerreros, los de Víctor, librarán una batalla al amparo de los sonidos que anoche armonizaron una melodía inacabable. Y que sirvieron y servirán para volver a encontrar el camino de regreso a casa. A Primera.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Ratón; Delmás, Atienza, Grippo, Clemente; Eguaras, Igbekeme; Pereira (Blanco, 58), Kagawa, Soro (R. Guti, 74); y Linares (Luis Suárez, 58).

R Madrid:
Areola; Carvajal, Varane, Sergio Ramos (Nacho, 66), Marcelo; Valverde, Kroos, James Rodríguez; Lucas Vázquez, Vinícius (Brahim, 72) y Jovic (Benzema, 72).

Goles:
0-1, min.5: Varane. 0-2, min. 31: Lucas Vázquez. 0-3, min. 71: Vinicius. 0-4, min. 79: Benzema.

Árbitro:
González González (Comité Castellano-leonés). No mostró tarjetas.

Incidencias:
Partido de los 8ºs de Final de la Copa del Rey disputado en La Romareda ante unos 33.000 espectadores.

Puntuaciones

Ratón: 3. Poco pudo hacer en los goles. El trabajo lo resolvió correctamente.
Delmás. 2. Tuvo muchísimo trabajo. Se enfrentó a los mejores.
Atienza: 3. Gobernó, manejó y trabajó.
Grippo: 2. Peleó todo y se dejó la piel.
Clemente: 2. Su banda fue martilleada por Lucas. Batalló sin descanso.
Eguaras: 4. Gran partido. Fue de menos a más. Estuvo a la altura.
Igbekeme: 4. Buen partido. Se le vio cómodo y se atrevió con todo.
Kagawa: 4. Estuvo bullicioso, talentoso y decidido.
Soro: 4. Tuvo una actuación valiente. Se atrevió y probó muchas cosas.
Pereira: 2. Le faltó entendimiento. Fuerte y valeroso, estuvo algo descolocado.
Linares: 3. Gran trabajo. Combatió con denuedo y lo intentó todo.
Suárez: 4. Revolucionó el partido. Quiso romper la defensa y casi lo consigue.
Blanco: 4. Energético y vertical, afrontó el uno contra uno con audacia.
Guti: 3. Estuvo poco pero su presencia se notó. Potente.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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