Real Zaragoza 2 – 0 R Sporting Gijón | Crónica

Real Zaragoza 2 – 0 R Sporting Gijón | Crónica

Sobre la niebla, la luz

Se dice que Zaragoza es la novia del cierzo, pero también se habla de los amores que mantiene con la niebla. Es una amante fiel bajo cuyo cobijo los zaragozanos hemos vivido mil historias y en cuya memoria guardamos cientos de sueños. Ayer, en una noche que invitaba a casa y caldo, la leal afición del león disfrutó de una nueva victoria zaragocista que supo a gloria y que ayudó a situar al equipo blanquillo en una privilegiada tercera plaza, a tan solo tres puntos de la multimillonaria UD Almería. Gran noticia. Enorme ilusión.

Víctor dispuso una alineación valiente en la que brillaban con nombre propio el regreso de Atienza, Cristian y Vigaray, además de la deseada presencia de Luis Suárez, el niño bonito de este equipo joven y valeroso. Cuatro buenas noticias en una que sugerían un encuentro feliz en medio de la grisura del invierno. Un buen augurio, sin duda. Y las mejores expectativas se hicieron realidad en el minuto 1, cuando Guti cabeceó suavemente un centro de rosca propiciado por Soro al saque de una falta lateral. El gol que tantas veces había resquebrajado el alma zaragocista en jugadas exactas a esta, ayer se colgó del marcador aragonés. La vuelta al mundo en sesenta segundos.

Es fácil entender que el júbilo estallase en las gradas de la Basílica. Y más aún que el partido le mostrase su mejor cara al zaragocismo. El Sporting se fue a la caza y captura del empate, pero con un propuesta muy débil. El Zaragoza se aprovechó de la ventaja y manejó los tiempos adecuadamente, con un control ajustado del balón y una buena gestión de la situación. Sin embargo, no fue capaz de abrir hueco en la débil muralla asturiana a pesar de que dispuso de dos buenas ocasiones: una tras cabezazo de Soro que salió rozando el poste izquierdo de Mariño y la segunda, clarísima, en las botas de Suárez.

Esta oportunidad seguramente la recordará el colombiano en los malos momentos, pues aún ahora nos parece increíble que no la convirtiera en gol. Fue tras una presión de Soro, cuando Cordero entregó inocentemente un balón a Mariño que interceptó el goleador zaragocista. Tras rápido zarpazo, encaró al portero asturiano, lo dribló y con la portería franca, con la sola oposición de Babin, disparó a gol. Sin embargo su chut chocó con la cruceta de la portería cuando la noche se aprestaba al aplauso victorioso. Fue una pena, pues habría supuesto el 2-0 poco antes de retirarse a la caseta.

El relato, hasta aquí, podría transmitir la sensación de que el partido tenía dueño, pero no es del todo cierto. El Sporting también tuvo su chance, sobre todo a partir de ciertas incursiones por la banda de Nieto. De todas ellas, a destacar un chut de Djurjevic que detuvo sin dificultad Cristian y una presencia en el área pequeña de Carmona que desbarató Vigaray. Además, una entrega defectuosa a Cristian la salvó el rosarino con una acción intrépida. Pero nada más.

La segunda parte comenzó cargada de electricidad. Se produjeron sendas acciones de gran peligro, una en cada área que bien pudieron cambiarle el gesto al match. Puado y Djurjevic pudieron cambiar su rumbo, pero el primero encontró el cuerpo de Mariño, aunque en fuera de juego, y el segundo elevó demasiado el balón en una buena vaselina. Había partido y en seguida se pudo comprobar que el Sporting tenía pólvora y un deseo ardiente de emplearla.

En el minuto 53 se produjo un hecho importante: se lesionó Cordero y tuvo que entrar Salvador para actuar de central de emergencia. No era una buena solución y de ello se aprovechó el Zaragoza. Pocos minutos después Puado se inventó una jugada de mérito, por inteligente y creativa. Abrió hueco en la defensa gijonesa con un solo movimiento corporal y le regaló un balón de oro a Vigaray. El madrileño progresó por la banda y centró con intención el balón para que Luis Suárez, que acudió con el colmillo afilado a la fiesta, rematase con fiereza el segundo gol. Extraordinaria recompensa para un jugador que había visto, tras su monumental error, cómo la Romareda se rendía a sus pies y coreaba su nombre con un entusiasmo que nos recordaba momentos de nuestro glorioso pasado.

Quedaban 25 minutos, ni mucho ni poco. O mucho. O poco. Esa era la duda, pero en seguida la despejó el Sporting. Los chicos de Djukic se liaron la manta al escudo y encerraron al Zaragoza. El equipo de Víctor se encerró y mostró sus puntos débiles cuando menos interesaba. El técnico aragonés se desgañitaba en la banda buscando reactivar a sus chicos, pero durante unos quince minutos estos se mostraron aturdidos ante el empuje asturiano. Afortunadamente los blanquillos tienen ahora mismo un jugador por línea que marca la diferencia. Y en la portería está Cristian, el Divino, sin duda el mejor portero de la categoría. Y por si alguien no lo tenía claro, para la videoteca quedan tres paradas monumentales que evitaron que el Sporting lograse descoser la red del argentino.

En el minuto 64 Aitor García dispuso un misil que el portero zaragocista envió a corner con una expresiva estirada. Poco después, en el 68, el mismo Aitor repitió suerte y de nuevo Cristian evitó el gol con un gesto magistral que demostró su pericia para estar bien colocado. Fueron dos buenas ocasiones saldadas con dos intervenciones para recordar. Fue el momento que eligió Víctor para dar entrada a Kagawa en lugar de Suárez y tratar de reconducir el partido.

La decisión pareció surtir efecto, pero un mal gesto de Guti propició que Djurjevic dispusiese de una ocasión de oro. Su disparo chocó con el larguero pero lo mejor vino en el rechace, cuando Manu García recogió el balón y, con todo a favor, disparó muy mal sin encontrar puerta. Tan clara fue la ocasión que más de un narrador radiofónico cantó gol.

Tras comprobar que la suerte estaba con ellos, Víctor Fernández invitó a Ros y Linares a entrar en el terreno de juego, más para estorbar al contrario que para ofrecer soluciones. Quedaba muy poco tiempo y el partido estaba para ser jugado con lo que ha dado llamar “el otro fútbol”: posesiones largas, combinaciones seguras, movimientos diagonales y seguridad en el control. Se trataba de dejar morir el partido, de acompasar el tiempo, de saborear el dulce aroma de la niebla, esa fiel amante, decimos. Y ayer el Zaragoza sí que lo supo hacer. Los minutos galoparon a lomos de la noche y poco a poco se apagó el fuego estéril del Sporting.

El pitido final sonó a música celestial. Victoria y tres puntos. Victoria y tercer puesto. Victoria e ilusión en el semblante de la afición del león. Y algo nos dice, o queremos creer, que lo mejor está por venir. Quién sabe si podremos encontrar, de una vez por todas, el camino que nos lleve de regreso a casa. A Primera.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Vigaray, Atienza, Clemente, Nieto; Eguaras, R. Guti; Soro (Javi Ros, 80), Igbekeme; Puado (Linares, 86) y Luis Suárez (Kagawa, 71).

R Sporting Gijón:
Mariño; Molinero, Babin, Cordero (Cristian Salvador, 53), Damián; Javi Fuego, Pedro Díaz (Hernán, 64); Carmona (Isma Cerro, 71), Manu García, Aitor García; y Djurdjevic.

Goles:
1-0, min. 1: R. Guti. 2-0,min. 53: Luis Suárez.

Árbitro:
Moreno Aragón (Comité Madrileño). Expulsó a Molinero (90) con roja directa por agresión a Igbekeme. Amonestó a Cordero (26), Isma Cerro (76), Igbekeme (77) y Javi Ros (86).

Incidencias:
Partido de la 22ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en La Romareda ante unos 16.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 5. Un nuevo partido perfecto. Es el guardián de nuestra esperanza.
Vigaray: 4. Magnífico partido. Poderoso, afilado, mesurado.
Atienza: 3. Se le notó cierta falta de ritmo. Por arriba, dueño.
Clemente: 3. Algunas indecisiones en el corte, pero serio en su trabajo.
Nieto: 3. De nuevo tuvo su cara (ataque) y su pequeña cruz (defensa).
Guti: 5. Imperial. Su poder físico, su clarividencia en el juego y su nitidez para decidir son sus claves. Goleó.
Eguaras: 4. Progresó conforme avanzó el partido. Gobernó y gestionó con claridad
Igbekeme: 3. Su cambio de actitud fue una gran noticia. Se mejoró a sí mismo.
Puado: 4. Enorme aportación a la causa. Trabajador, inteligente y con talento. El segundo gol lo diseñó él.
Soro: 4. Vertical, ingenioso y diferente. Víctor lo ha ganado para la causa. Importante.
Suárez: 4. De nuevo se erigió en agente capital. La afición, rendida a sus pies. Goleó.
Kagawa: 3. Tuvo varios gestos técnicos diamantinos. Se apreció un actitud muy positiva.
Ros: S.C.
Linares: S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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