Real Zaragoza 2 – 4 Rayo Vallecano | Crónica

Real Zaragoza 2 – 4 Rayo Vallecano | Crónica

Rayo que agota

Con plomo en el alma y óxido en las venas. Así afrontaron los chicos del Zaragoza el partido ante los hijos del Valle del Kas. Y la sangre se hizo barro y el aire se convirtió en polvo desértico, lo que impidió que pudieran galopar con gallardía por la desolada pradera de la Basílica. Y la derrota mató los sueños del zaragocismo.

Cuando Atienza voleó como un consumado delantero tras asistencia acrobático de Puado la noche se iluminó. Era el minuto 4 y nunca un partido le había sonreído al Zaragoza tan pronto y tan claramente. No era para menos la alegría extrema del central cordobés, protagonista de varias pifias en partidos anteriores, así como el entusiasmo con que sus compañeros le abrazaron y achucharon en la celebración. Y nos alegró muchísimo comprobar que nuestros muchachos eran capaces de gestos técnicos de tal calidad.

El hecho de haber perdido los tres partidos que se habían jugado como local dolían en cada costado y las heridas amenazaban con enquistarse. De ahí el valor del gol. Y d ahí la importancia de mantener un buen tono de juego y de presencia física. Todo ello se vio certificado con un segundo gol, en esta ocasión de Puado. El catalán, magnífico todo el partido, logró irse de sus marcadores y batió a Dimitrievsky, pero un maldito centímetro impidió que el tanto fuese legal.

El Zaragoza estaba bien, si bien el Rayo, que ayer se lo jugaba todo para mantener sus opciones al play off, se fue haciendo cargo de ocupar poco a poco los espacios y gobernar los tiempos. Eso, sin embargo, no impidió que Torres también se sumara a la mínima fiesta con un chut rabioso y esquinado que hacía evidente la ansiedad del equipo. A partir de ahí, el cielo se resquebrajó. Ya hemos escrito que el Rayo se hizo relámpago y la medular blanquilla se desorientó de tal modo que comenzó el deshielo del Polo Sur.

El primer gran susto lo provocó Villar con un cabezazo parabólico que Cristian, el Divino, desbarató con una acrobática y muy inteligente intervención. Prólogo, en fin, del empate. Fueron veinte minutos de presión y tensión rayista que el Real Zaragoza sostuvo con más fortuna que sabiduría. Con todo y eso, hay que señalar una acción que habría cambiado, sin duda, el rumbo del partido. Una flagrante falta de Mario Suárez sobre Burgui fue sancionada únicamente con falta pero sin tarjeta amarilla, lo que ahbría supuesto la expulsión del veterano rayista. Nada, una fruslería.

Pero volvamos al dominio madrileño. Decíamos que el Rayo controlaba el partido. Y sucedió. Un balón lateral sobrevoló el área blanquilla y su defectuosa defensa quedó desnuda cuando Villar recogió el fláccido rechace y empalmó un soberbio chut que batió a un atónito Cristian. Atienza escenificó su indignación con aspavientos y palabras gruesas, pero en esa acción nadie quedó libre de culpa. Todos, todos fueron responsables.

Llegó el descanso. En la sala de mantenimiento Víctor tenía quince minutos para recomponer los instrumentos y reconstruir los esquemas. Y tenía trabajo, porque el equipo pedía oxígeno y reconstituyente a susurros, porque no les daba ni para gritar. Y ahí que fueron a la batalla. Las mejores decisiones las tomó Paco Jémez. Retiró a Suárez, por si las tarjetas, y armó los laterales con la insana intención de golpear los flancos defensivos del Zaragoza y la jugada le dio un espléndido resultado. Tan es así que a los cinco minutos ya se había adelantado con gol otra vez de Villar. Víctor tomó decisiones pero no le dio tiempo a restañar heridas, porque Atienza se encargó de regalarle el tercer gol al Rayito con un error marca de la casa. El 1-3 ya era demasiado para un equipo deshilachado y desconectado.

Las caras de los jugadores, los gestos del banquillo, la mirada de la vacía Romareda eran como esos poemas mal escritos que escribimos a los quince años y nadie, ni uno mismo lee. Y eso que a los pocos minutos un redivivo Guti, reubicado en la posición que mejor conoce, le envió un balón magistral a Puado que resolvió con una clase de mejores causas. Era al 2-3. Cabía y había partido. Y a esa idea se sumó Soro con un chut lejano que a punto estuvo de encontrar buen final.

El partido entró en una fase de fango y estiércol. Ya no se jugó al fútbol, sino a eso que algún cursi ha denominado “el otro fútbol” y que no es sino una suma de acciones feas, antideportivas y marrulleras que desmerecen la nobleza de un juego que empezó siendo entre caballeros y lleva camino de convertirse en la cara oculta de los negocios sucios. Y si no, reseñemos otra acción punible en contra del Zaragoza que no fue sancionada como se merecía, con una tarjeta roja: Advíncula agredió a Burgui y el arbitro, otro partido más, hizo lo posible por no ser justo con el equipo aragonés.

De ahí hasta el final, juego corrosivo, juego manchado por las malas artes de unos y la inocencia de otros. El Zaragoza fue incapaz de tomarle el pulso al encuentro y se llegó al final. No hubo forma de asumir la esencia de esta porquería que es esta mini liga en la que nada es como debería ser y que, ya es seguro, le viene muy grande a un equipo que no sabe jugar en estas circunstancias. Quedan cuatro partidos y se antoja muy difícil volver a encontrar el camino de regreso a casa. A Primera.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Vigaray (Delmás, m.72), Atienza, Clemente, Nieto; Raúl Guti, Eguaras, Dani Torres (Soro, m.52), Burgui (Alex Blanco, m.72); Puado y Linares (Pereira, m.87).

Rayo Vallecano:
Dimitrievski; Tito (Advíncula, m.46) , Saveljich, Catena, Saúl García; Álvaro, Trejo, Mario Suárez (Oscar Valentín, m.46), De Frutos (Isi, m.75); Juan Villar (Comesaña, m.62) y Qasmi (Velázquez, m.81).

Goles:
1-0. M.5. Atienza; 1-1. M.45+2. Juan Villar; 1-2. M.51. Juan Villar; 1-3. M.54. Alvaro; 2-3. M.60. Puado; 2-4. M.93. Trejo.

Árbitro:
Ocón Arraiz (Comité Riojano. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Delmás (m.87), Soro (m.90) y Pereira (m.92) y los visitantes Saúl (m.25), Mario Suárez (m.34) y Advíncula (m.64).

Incidencias:
Partido de la 38ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en La Romareda.

Puntuaciones

Cristian: 4. Soberbio. Hizo varias paradas grandiosas.
Vigaray: 3. Bien entonado, fue regulando su esfuerzo para acercarse a sí mismo.
Atienza: 2. Goleó y le puso interés, pero volvió a cometer errores graves.
Clemente: 3. El joven jugador estuvo a la altura, pero su par le minimizó.
Nieto: 2. Superado por sus pares, no estuvo fino en defensa.
Eguaras: 2. Lento y previsible, no encontró conexiones.
Torres: 1. Físicamente limitado, se vio superado.
Guti: 3. Empezó desubicado. Cuando volvió a su entorno, creció.
Burgui: 3. Enchufado y activo, se le vieron detalles
Puado: 4. Espléndido partido. El mejor con mucho.
Linares: 2. Se movió con intención, pero estuvo muy solo.
Soro: 1. Se notó su entrada, pero se desinfló.
Álex Blanco: 1. No aporta rapidez ni frescura.
Delmás: 1. Desnortado y superado por su flanco.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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