Real Zaragoza 3 – 3 Girona FC | Crónica

Real Zaragoza 3 – 3 Girona FC | Crónica

Estamos hechos de nube

Sí, somos nube. Eléctrica, voraz, abundante en la fe, débil cuando se rasga pero siempre con voluntad de volver a construirse. Así fue ayer el Real Zaragoza. Así lo sintió y vivió el zaragocismo. El que vistió las gradas de la Basílica y el que bombeó esperanza desde sus hogares y sus peñas a través de las pantallas. Ni se le arrugó el alma cuando el equipo rico le volteó dos veces ni dejó de creer aunque a pocos minutos del final viera cómo se le escapaba la victoria con la que nunca dejó de soñar.

El partido finalizó 3-3 y este dato trasluce un combate abierto, de altísimo ritmo físico e inacabable voluntad de conquistar la victoria. Pocas veces se ve un partido con tantas erupciones, en el que corriera la lava con tanta libertad y eso, a pesar de la decepción final de la afición blanquilla, lo agradeció el espectador imparcial, el forofo incondicional y hasta los cronistas del match.

Presentó Víctor un equipo con vocación de protagonismo. Optar por una segunda línea creativa, veloz y vertical con Soro, Puado y Blanco es un mensaje con muchos párrafos. Y más si enfrente estaba el Girona, el millonario club que tiene una extrema obligación si atendemos a su inversión en jugadores. Esa declaración de intenciones pronto se tradujo en unos primeros minutos de pugna por el control, con un Zaragoza atrevido y fértil en la combinación, sobre todo en la línea de tres cuartos. Sin embargo, una buena jugada por la banda derecha con un centro de manual al centro del área pequeña fue suficiente para desvestir a la defensa aragonesa, que recibió el primer gol ya en el minuto 20.

Pero no acabaron ahí las desdichas zaragocistas. Tras unos minutos de atolondramiento por el infortunio del gol, Eguaras perdió un balón en el centro del campo tras una acción muy protestada, pues todos vimos falta. En la prolongación, Grippo resbaló y Borja García se aprovechó de ello para batir por bajo a Ratón. El marcador marcaba 0-2 y el asombro se instaló en la grada.

Y hasta la desazón, pues el Zaragoza había iniciado bien el partido y solo esas dos acciones desafortunadas habían propiciado los goles de los forasteros. Fue una buena noticia comprobar que los chicos de Víctor no se cayeron. Ni se abrazaron al abatimiento. Con corazón y con las armaduras abolladas continuaron en la batalla. Y lo que más ayudó a vislumbrar algún destello de esperanza fue que la vanguardia zaragocista mostraba su deseo de acotar los espacios hacia la portería de Juan Carlos. Lo hizo con una falta lateral que no encontró buen final, pero sobre todo lo consiguió con una acción combinada que inició Soro y que culminó Suarez tras acoso inmisericorde al portero. Su feroz presión acabó con el balón dentro de la puerta catalana, lo que supuso una intensa explosión de júbilo en la Roamreda.

Llegar así al descanso ya era un rayo de futuro. Pero si el cabezazo de Soro que desvió tras buena parada Juan Carlos hubiera acabado en la red, habría significado una extraordinaria noticia. Así y todo, buena reacción y el partido completamente abierto, con 45 minutos que podían dar mucho de sí. Como así sería.

Comenzó la segunda parte con los dos equipos dispuestos a reforzar sus señas de identidad. El Girona había venido a ganar y lo quiso dejar claro en la continuación. Y el Zaragoza veía el cielo dispuesto a recibirle, por lo que se dispuso a la pugna con todas sus armas. Que pronto mostró. Y lo hizo a lo grande. Con un golazo que todos guardaremos en la videoteca y que, desde ya, se convierte en candidato al mejor gol para la próxima edición de los Trofeos Memotiva. Fue una incursión de Soro tras balón filtrado. Su carrera le permitió depositar el balón en el área pequeña y allí surgió el tacón de Puado para desviar su trayectoria y lograr un tanto para recordar. El partido se equilibraba y cada minuto parecía acercarnos a la victoria. ¿Por qué no?

La sonrisa de la noche tenía un color blanquiazul que enamoraba. El equipo zaragozano se había dado a sí mismo y al mundo entero una lección de fortaleza mental y espíritu indoblegable digno de su historia. Así lo expresó poco después Víctor en la rueda de prensa y así lo sintió su hinchada, que empujó con el alma encendida cada acción de los suyos. La fuerza de su destino estuvo a punto de obtener fruto. Fue en una melodiosa pared construida con los ladrillos de Suárez y el cemento de Guti, pero su último martillazo golpeó defectuosamente y no encontró el hueco.

¿Hacía falta algo más para encender la hoguera de la grada? No. Había leña suficiente y las gargantas zaragocistas rugieron comprometidas con sus muchachos. Y atronaron la noche zaragozana después de una impresionante galopada de Luis Suárez que consiguió desnudar al central Alcalá y que no culminó, tras varios gestos majestuosos, por muy poco. Estaba claro que el Real Zaragoza moría por seguir vivo y encontrar respuesta a su anhelo de victoria.

Martí movió su banquillo y el cambio provocó un cierto despertar del Girona, que contó con dos buenas ocasiones de gol. La primera, de Alcalá tras un corner. La segunda, de Stuani, cuyo remate despejó Ratón. Y Víctor también reaccionó, poniendo a Papu en el campo. Y Martí volvió a actuar, tirando de Samu Sáiz. Todo lo que ocurría en el terreno de juego olía a batalla sin tregua.

La primera conexión con el incendio en que se había convertido el partido se produjo en el minuto 73, cuando Puado, ayer debutante en la Romareda, no llegó a tiempo para rematar un exacto centro de Soro tras gran jugada del de Ejea. La segunda, y esta sí, la buena, sucedió dos minutos después, cuando de nuevo Puado protagonizó una incursión que fue interrumpida por el brazo de Ramalho. Tuvo que ser El VAR quien determinase que el árbitro revisase la jugada para decretar penalty, lo que fue celebrado con gran alborozo por el universo zaragocista. Suárez cogió el balón, lo situó en el punto de penalty y lo lanzó con fuerza y por el centro, batiendo a Juan Carlos.

Gran entusiasmo y enorme felicidad por la heroica tarde de fútbol que el Zaragoza nos estaba regalando. Y temor, justo y fundado, porque se daba al certeza de que el Girona no iba a escatimar ni medio gramo de energía para luchar, al menos, el empate.

Se produjeron los últimos cambios: Ros por Puado, Linares por Suárez y Gual por Granell. Fueron cambios para lograr cada uno sus objetivos. El Zaragoza, para sujetar el resultado; el Girona, para reconstruirlo. Y tuvo que ser de nuevo el VAR quien dictase sentencia. Un balón alto fue despejado incorrectamente por Guitián con el brazo y fue el dispositivo corrector quien determinó la torpeza del cántabro. El penalty lo lanzó muy bien Stuani, logrando el 3-3.

Quedaba muy poco tiempo, apenas seis minutos, pero aún dispuso el Zaragoza de un par de situaciones favorables que protagonizó Papu, aunque sus decisiones, malas, solo sirvieron para enervar al público, que ya está muy saturado con las torpezas del georgiano. Y mucho nos tememos que el técnico aragonés, también.

El partido acabó en empate. Injusto a todas luces, pues si bien el Girona es un potente equipo, ayer hubo quien dignificó a este deporte, quien dio una lección de fútbol y quien demostró que aunque mil tormentas sacudan los escuálidos bajeles blanquillos y rasguen las deshilachadas velas azules, va a seguir buscando con osada tenacidad el camino de regreso a casa, a Primera, ese es el Real Zaragoza.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Ratón; Delmás, Grippo, Guitián, Nieto; Eguaras, R. Guti; Soro, Puado (Javi Ros, 83), Blanco (Papunashvili, 72); y Luis Suárez (Linares, 84).

Girona FC:
Juan Carlos; Maffeo, Alcalá, Ramalho, Mojica; Gumbau, Granell (M. Gual, 83); Gallar (Samu Sáiz, 72), Borja García, Jairo (Aday, 61); y Stuani.

Goles:
0-1, min. 20: Borja García. 0-2, min. 27: Borja García. 1-2, min. 37, Luis Suárez. 2-2, min. 49: Puado. 3-2, min. 79: Luis Suárez, de penalti. 3-3, min. 86: Stuani, de penalti.

Árbitro:
Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó a Granell (25), Luis Suárez (29), Gallar (32), R. Guti (82) y Alcalá (92).

Incidencias:
Partido de la 18ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en La Romareda ante unos 21.000 espectadores.

Puntuaciones

Ratón: 3. Correcto en sus intervenciones. Poco pudo hacer en los goles.
Delmás: 4. Trabajó con denuedo y abrió varias vías en su lateral.
Guitián: 2. Desarmado ante las embestidas contrarias. Frágil en la marca.
Grippo: 2. Lento y desafortunado en el cuce,
Nieto: 3. Tuvo luces y sombras. En el primer gol, fracasó. En ataque, bien.
Eguaras: 3. Vivió algún despiste pero halló caminos de conexión.
Guti: 4. Enorme. Llegó a todos los sitios y amenazó con criterio.
Soro: 4. Gran partido. Comprometido, inteligente y talentoso.
Puado: 4. Metió un gol de pura magia. Tiene detalles de gran calidad.
Blanco: 3. Veloz y vertical, inquietó y galvanizó.
Suárez: 5. Grandioso. Metió dos goles y desmanteló a la defensa contraria.
Papu: 1. Toma malas decisiones y no entiende este fútbol.
Ros: 2. Trabajador y aplicado a su tarea.
Linares: 3. Manejó varios balones con sabio criterio en los contraataques.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

1 Comentario

Comentarios

(required)