CD Tenerife 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

CD Tenerife 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

¿Y si tenemos un MacGuffin?

El bajel del Real Zaragoza estuvo muy cerca de la costa de Ítaca, pero finalmente un golpe de mar lo alejó impidiendo que Odiseo besara la arena de la victoria. Dicho de otro modo: poco duró la miel en los labios del zaragocismo en la noche tinerfeña. Lo que el gol de Suárez anunció la torpeza de Atienza desmintió. Así de sencillo. Así de cruel.

Llegaba Víctor Fernández a la que fue su casa hace muchos años con el ánimo recuperado tras el bofetón del Rayo, con un discurso atrevido, valiente, osado incluso. Y con su mensaje escrito con fuego azul en el pecho de los chicos, que nos regalaron unos primeros minutos que nos hicieron reconocer a aquel Zaragoza que nos enamoró antes de la COVID. Y con tanto ímpetu lo hicieron que a los pocos minutos Suárez ya había logrado el 0-1. Una alegría casi inesperada, casi olvidada, aunque después de lo que había ocurrido hace unos días con aquel gol de Atienza y lo que sucedió después, nadie esperaba un partido favorable así, porque sí.

Aún tuvo tiempo Puado de hacer temblar al Tenerife con un chut cruzado que a punto estuvo de significar el 0-2, pero su balón no llegó a la red por muy poco. Y también Nieto se sumó a la fiesta con otro zurdazo bien dirigido que tampoco llegó a su meta. El partido era un latigazo de electricidad propiciado por un equipo que ayer recuperaba a Zapater, el gran capitán, el que dijo que el Zaragoza sería lo que su gente quisiera que fuera. Y bendito regreso. El de Ejea firmaría un partido notable en el que aportó un equilibrio muy necesario al grupo y una energía que benefició al grupo de principio a fin.

Sin embargo, después de esos momentos esperanzadores y generadores de sonrisas, llegó la tontada de cada partido. En esta ocasión en forma de penalty provocado por Atienza (nótese que ya hemos escrito su nombre tres veces en apenas dieciséis líneas). Algo riguroso, es verdad, pero la torpeza penalizó al equipo de tal forma que lastraría el choque hasta el final. Son demasiados errores no forzados, demasiada ineptitud en un equipo que se está jugando la vida, y no es una frase hecha. Y llega un momento en que la vida nos señala inmisericorde porque todos nos estamos dejando el alma y no podemos fallar. No-se-pue-de.

El empate fue otro coscorrón en la nuca del Zaragoza. Ahora había que ver cómo reaccionaba el grupo. Y lo hizo bien, pero solo mientras el físico le respondió. Cuando los pulmones y los músculos empezaron a debilitarse el Tenerife se hizo con el mando. No de forma determinante, no para asustar, pero sí para inquietar. Aún así, los dos equipos dispusieron de una ocasión cada uno. El Zaragoza por medio de Puado, cuyo remate a centro de Guti se estrelló en el lateral de la red. El Tenerife lo intentó con un chut de Joselu, pero Cristian lo hizo bien y rechazó el chut.

Se llegó al descanso con un buen sabor de boca pero con la insatisfacción de no haber rematado el buen inicio de la noche. En la caseta Víctor no movió a sus jugadores, que entraron al campo un tanto despistados. La mejor (peor) prueba fue el cabezazo de Joselu nada más comenzar la segunda parte que no encontró puerta de forma milagrosa. Los jugadores avispas continuaron con un ritmo preocupante. Está siendo uno de los talones de Aquiles del equipo aragonés, que ayer tuvo la fortuna de enfrentarse a un equipo, el Tenerife, que tampoco anduvo fino en su despliegue físico. Esa fue la auténtica batalla: comprobar qué escuadra soportaría mejor el derrumbe muscular.

Ni Baraja ni Víctor tiraron de banquillo, como si quisieran compartir su desconfianza con sus suplentes, y el partido arrastró una melodía a medio tempo, casi sin armonía y demasiadas síncopas. Eso podía ser la tumba para cualquiera de los dos equipos. Los errores, las pérdidas de balón, las decisiones equivocadas se convirtieron en párrafos repetidos en una narración que ya no ofrecía ninguna razón para continuar con su lectura.

Entró Kagawa, que tan solo aportó un par de gestos estériles y un cabezazo insignificante, y Burgui, Torres y Blanco que no lograron cambiar en nada la agotada mirada del grupo. Solo quedaba esperar una jugada aislada, un corner, una falta o, en fin, un milagro para lograr el imprescindible segundo gol que acabaría por no llegar.

El resultado es angosto como un desfiladero en el desierto y nos lleva a un páramo en el que va a ser muy difícil encontrar un riachuelo de agua fresca que nos reanime. Depender de los demás siempre es una moneda al aire y muy pocas veces sale la cara del monarca. Es más, casi siempre esas monedas tienen un escudo en las dos caras. Sería, sin embargo, un merecido milagro que el guión diese un giro inesperado en el último minuto, como dice mi amigo Diego. Que los guionistas se pongan a trabajar para encontrar de nuevo el camino que nos lleve de regreso a casa. A Primera.

FICHA TÉCNICA

CD Tenerife Ortolá; Luis Pérez, Lluís López, Sipcic, Álex Muñoz; Milla, Aitor Sanz; Moore (Javi Muñoz, 83), Isma López; Dani Gómez (Bermejo, 72) y Joselu (Alberto Jiménez, 90).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Atienza, Clemente, Nieto; Soro (Burgui, 80), Eguaras, R. Guti (Kagawa, 73), Zapater (D. Torres, 80); Puado (Blanco, 86) y Luis Suárez.

Goles:
0-1, min. 4: Luis Suárez. 1-1, min. 14: Milla, de penalti.

Árbitro:
Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Expulsó por doble amarilla a Sipcic (75 y 87). Amonestó a Zapater (32), Joselu (61), Soro (79), D. Torres (92) y Luis Suárez (93).

Incidencias:
Partido de la 39ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Heliodoro Rodríguez.

Puntuaciones

Cristian: 4. Estuvo a la altura de su clase.
Vigaray. 3. Bien colocado y atento a todo.
Atienza: 1. Aunque trabajó bien en general, su error lo marca.
Clemente: 3. Serio, trabajador y solidario.
Nieto: 2. Correcto en defensa, le faltó profundidad.
Eguaras: 2. Más útil cuanto más acompañado.
Guti: 2. Le penalizó el físico. Jugó con problemas en su cuerpo.
Zapater: 4. Notable regreso. Dio equilibrio y consistencia.
Soro: 2. Tuvo altos y bajos. Más centrado.
Puado: 4. Gran trabajo. Incisivo, vertical y talentoso.
Suárez: 4. Trabajó, intimidó y goleó.
Kagawa: 1. Irrelevante y poco aportó.
Torres: S. C.
Blanco: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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