Cádiz CF 1 – 2 Real Zaragoza | Crónica
Puntos de inflexión
El Real Zaragoza consigue su segunda victoria de la Liga, la primera fuera de casa y primera remontada de la temporada y sobre todo salva la cabeza de un Víctor Muñoz que mantiene su puesto una semana más. El Cádiz se adelantó en el minuto 17 y el Zaragoza ofreció una pésima imagen en una primera parte, en la que ni tan siquiera lanzó a puerta. En la segunda, todo cambió, el Zaragoza salió más incisivo, y marcó dos goles en tan sólo 2 minutos. El primero de Cani y el segundo, un golazo espectacular de Ewerthon.
¡Qué mal pintaban las cosas en el minuto 17, cuando Enrique se iba de una defensa que hacía aguas en la «tacita», y batía a César de sombrero! y sobre todo, ¡cómo pretaba la soga sobre el corto cuello de Muñoz al final de la primera parte! Pero, rompiendo la tónica general del Zaragoza esta temporada, en la segunda parte el equipo mejoró, poco, pero mejoró. Tanto es así que en tan sólo dos minutos el Zaragoza pasó del naufragio a la salvación, de la desolación al éxtasis, de la derrota a la victoria, de la destitución a la ratificación, en definitiva, del 1 a 0 al 1 a 2.
Víctor mantenía el famoso «trivote» que había mejorado la imagen zaragocista a tan sólo 50 kilómetros de Cádiz, en Xerez, en el partido de copa, y daba entrada a Cani en la delantera para acompañar a Ewerthon y a Diego Milito. Y la verdad, el partido no podía empezar peor para los aragoneses. En el minuto 3, el Cádiz avisaba, y en jugada ensayada, nos enchufa un gol, aunque anulado por fuera de juego. El Zaragoza respondía con un zurriagazo de Generelo que se marchaba lejos, lejos, de la portería defendida por un Armando, que vivió de vacaciones durante toda la primera parte. Pero el Cádiz, sabía lo que buscaba. Buscaba el fallo zaragocista, el punto débil aragonés, la defensa, y en especial el lateral Zurdo. Toledo y el resto de sus compañeros en la zaga, estaban desastrosos y hacían «internacional» a un tal Enrique que les hizo lo que quiso, avisó en el minuto 15 y no perdonó en el 17. Tras una bonita pared entre Suárez y Pavoni, el susodicho Enrique aprovecha la indecisión y la pasividad de la defensa zaragocista para superar, y de sombrero, a César y de cabeza introducir el balón en las mallas, para delirio de la afición gaditana, que veía como su submarino se ponía por delante en el marcador ante un indefenso, y nunca mejor dicho, Real Zaragoza.
El equipo aragonés, lejos de reaccionar, se perdía en pases sin profundidad y sin peligro que, en ningún caso, superaban a una defensa, la amarilla, que presionaba de forma asfixiante a los delanteros zaragocistas. Desidia, falta de actitud, impotencia y en definitiva, un quiero y no puedo que, de no ser por la bisoñez y la falta de decisión del equipo gaditano, los aragoneses se podían haber llevado un carro de goles a los vestuarios imposible de remontar en la segunda parte.
Reacción, dos golazos y remontada
En la segunda parte todo cambió. Se suele decir en el mundo del fútbol, que el que mucho perdona lo acaba pagando. Y eso le pasó al Cádiz. En la primera parte pudo destrozar al Zaragoza aprovechando el agujero de Toledo en la banda izquierda, un agujero que, dicho sea de paso, se repite partido tras partido, pero no lo hizo y luego se lamentó de todas las ocasiones falladas.
Víctor movía el banquillo, dando entrada desde el primer minuto de la segunda parte a Movilla y Zapater, su doble pivote preferido, que sustituían a un nefasto Celades y a un cumplido Cuartero, pasando a ocupar el lateral derecho Ponzio. Y el engranaje del equipo comenzaba chirriar, como si se acabara de poner en marcha una vieja maquinaria, que lleva tiempos sin funcionar, se tratase, eso sí, sólo de medio campo hacia adelante. Y eso se plasmó cuando en el minuto 9 Diego Milito batía a Armando tras una bonita jugada del Zaragoza. Pero el tanto no sube al marcador gracias a un nefasto linier que lo anula por fuera de juego. No obstante esto no era suficiente y en el minuto 12 de esta segunda parte, Óscar entra por Generelo, agotando Víctor todos los cambios.
El Real Zaragoza mejoraba pero, tan poco, y tan despacio, que esa mejoría se diluía con el paso de los minutos. El Cádiz se estiraba y aprovechaba el lamentable estado de Toledo para generar peligro sobre la portería de César, pero sin la contundencia necesaria para rematar a un moribundo. Pero entonces emergió la figura de Cani. El de Torrero, el canterano, el único salvable y potable del equipo en las últimas jornadas. «El canijo» recibe el balón en tres cuartas partes del césped del Carranza, se da media vuelta, se va de Ivan Ania y de Bezares y desde su casa se inventa un trallazo que sorprende a Armando, portero gaditano que despierta de su letargo sólo para recoger el balón de las mallas amarillas del Carranza. Pero la desgracia para el Cádiz, y la suerte para nuestro equipo, ese factor que tantas veces esta temporada nos ha dado la espalda, no terminaba ahí. Y es que, tan sólo un minuto y medio más tarde, Ponzio saca de banda y Ewerthon se inventa una parábola que entra por toda la escuadra de Armando, consiguiendo la remontada para los aragoneses.
Desde ahí al final del partido el Cádiz intentaba, por lo menos, lograr el empate. Y lo cierto es, que ocasiones no le faltaron, como la que tras una buena jugada de Estoyanof, por la banda de Toledo, una vez más, ni Jonathan Sesma ni Pavoni logran rematar en boca de gol. El Zaragoza incluso pudo aumentar su renta goleadora en un contragolpe llevado por Ewerthon, Diego y Óscar, donde este último una vez más le tiemblan las piernas y pierde incomprensiblemente el balón teniendo todo a favor.
Si intentamos sacar algún tipo de conclusión del encuentro de hoy, podemos decir que el equipo ha ganado sí, pero lo ha hecho en dos jugadas aisladas, con un juego una vez más horrible y sin orden ni concierto en cuanto a la táctica. Pero, quizá, lo más destacado del encuentro, sea resaltar la unión existente dentro del plantel. Una unión que se ha visto plasmada en las efusivas celebraciones protagonizadas por los jugadores tras los goles y tras el pitido final de Pérez Burrull, como si de una final se tratase. Pero también son destacables el abrazo que Cani le ha propinado a Víctor Muñoz, intentando hacer partícipe al técnico de la victoria, y también que la suerte por fin ha cambiado de lado y comienza a acompañar al Zaragoza. Digamos que si se tenía que producir una victoria psicológica, ya se ha conseguido. Si se tenía que producir una victoria que asentase a Víctor (o le prolongue la agonía, eso el tiempo lo decidirá), ya se ha producido. Si se tenía que conseguir una victoria que cambiase el rumbo del equipo, ya se ha producido. Ahora, sólo falta que esta victoria y estos tres puntos sean «puntos de inflexión» para un Zaragoza moribundo al que el Cádiz le dio vida.
Ficha Técnica
Cádiz:
Armando, Varela, De la Cuesta, De Quintana, Raúl López, Suárez (Bezares, m.59), Fleurquín, Enrique (Estoyanoff, m.63), Iván Ania (Sesma, m.72), Pavoni y Oli.
Real Zaragoza:
César, Cuartero (Zapater, m.46), Alvaro, Gabi Milito, Toledo, Generelo (Oscar, m.56), Ponzio, Celades (Movilla, m.46), Cani, Ewerthon y Diego Milito.
Goles:
1-0, M.16: Enrique. 1-1, M.68: Cani. 1-2, M.69: Ewerthon.
Árbitro:
Pérez Burrul (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Suárez y De la Cuesta y a los visitantes Gabi Milito, Celades, Ewerthon y Toledo.
Incidencias:
Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de Primera división disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 18.500 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
Puntuaciones (de 0 a 5)
César: 2. No estuvo tan seguro como en otras ocasiones y esto se plasmó en una jugada a balón parado en la que se le escapó el balón y a punto estuvo de costarle caro al equipo aragonés. No pudo hacer absolutamente nada en el gol.
Cuartero: 1. Jugó sólo la primera parte, y aunque en ataque aportó más que su sustituto en la banda, en defensa fue tan culpable como sus compañeros en la zaga del desbarajuste que se produjo durante toda la primera parte.
Álvaro: 1. Reparto de responsabilidades en el desastre defensivo en el que se ha convertido el Real Zaragoza. Mejoró en la segunda parte, pero en la primera les pilló la espalda Enrique una vez sí y otra también.
Milito: 1. Más de lo mismo. En el minuto 39 hace una dura falta a un jugador gaditano que le es sancionada con amarilla. Una amarilla que le acarrea suspensión. No estará en el partido frente al Celta.
Toledo: 0. El defensa paraguayo lleva un tiempo en el que no está. Su lateral es un coladero y hace internacional a todo jugador que se pasea por allí. Necesita un descanso.
Ponzio: 2. Estuvo mejor en el lateral que en el centro del campo. No apoyó, como sí hiciera el miércoles en copa, a los centrales. Y en el lateral, aportó poco en ataque pero estuvo seguro en defensa.
Celades: 1. No estuvo bien, y fue sustituido en el descanso. Movilla mejoró en mucho su actuación en la primera parte.
Generelo: 1. No aportó demasiado en ataque ni tampoco en defensa. Pasó desapercibido en el partido y acabó sustituido en la segunda parte.
Ewerthon: 3. Metió dos goles en el partido de copa y hoy ha marcado un auténtico golazo, un gol para enmarcar. Está en racha y ha sido de los mejores del partido.
Cani: 4. Sin lugar a dudas, el mejor del partido. Ha abierto el camino de la victoria con un gol importantísimo. Ha estado en todos los sitios moviéndose por todo el campo y haciendo un despliegue físico espectacular.
Diego Milito: 2. En la primera parte ni se le vió. En la segunda parte metió un gol que le fue anulado por un fuera de juego inexistente.Tiene que dar más.
Movilla: 2. Mejoró en mucho la labor de Celades y le imprimió otro ritmo al partido.
Zapater: 1. Pasó desapercibido, haciendo una labor oscura de defensa, una labor que le llevó incluso a cometer un posible penalty que no vió o no quiso ver Pérez Burrull.
Óscar: 1. Su principal labor, como siempre, es conectar el centro del campo con la delantera, cosa que no hizo, y para más INRI en un contragolpe, tres para dos le temblaron las piernas y no remató el partido, perdiendo el balón. Le falta ambición.
por Jose Carlos Franco (Joca)
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