RC Deportivo Coruña 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Se mojó la pólvora

Depor y Zaragoza empatan a un gol en un partido en el que durante toda la primera parte diluvió, granizó y el Diego Militó marcó para el Zaragoza, extrañamente, a balón parado. El equipo aragonés dispuso de más ocasiones de gol durante la primera parte aunque no las materializó. En la segunda parte, el Zaragoza prácticamente no apareció. El Depor marcó, por mediación de Munitis, de falta directa e inexistente y Víctor con los cambios dio por bueno el empate.

El día amenazaba lluvia, las previsiones meteorológicas también, y sin embargo, el granizo hizo acto de presencia en un partido que murió en empate, que vivió con un fútbol escaso gracias a un Depor escasito, falto de ideas en ataque y muy flojo en defensa, y con un Real Zaragoza que mereció más en la primera parte pero al que se le mojó, con el diluvio, la pólvora para la segunda, ¡ah! y con un arbitro malo malo.

Los primeros minutos del choque tuvieron un único dueño, la borrasca. Durante la primera parte, la famosa borrasca del Atlántico se encargó de hacer de las suyas y descargó con fuerza una gran cantidad de lluvia acompañada de unos importantes «perdigones» blancos. En lo deportivo, el dueño fue, sin lugar a dudas el Real Zaragoza. El Depor sin más argumento ofensivo que el patadón, cedió el balón al Real Zaragoza. Y de esta cesión se derivaron algunas ocasiones marradas, de poca importancia, y el gol, en el minuto 16, extrañamente, a balón parado.

El central deportivista, Jorge Andrade interceptaba el balón con la mano a escasos metros de la frontal. El encargado de botar la falta señalada por Pérez Lasa, Leo Ponzio. El argentino la bota pasada, al segundo palo, donde encuentra a Álvaro, que en jugada ensayada deja para Diego Milito que la encaja, a placer, en el fondo de las mallas. Doce goles lleva el argentino en una sensacional temporada que va a acabar con el mayor de los Milito en el mundial de Alemania.

El Zaragoza encarrilaba muy pronto el partido, algo que, históricamente, no le suele beneficiar. Al menos en los últimos tiempos. Pues bien, el equipo aragonés lejos de echarse para atrás buscaba alguna contra que dejase sentenciado el encuentro. Aunque esta tardaba en llegar. Como también tardaba en llegar la primera amarilla para el Depor. Los jugadores deportivistas cometían reiteradas faltas sobre los aragoneses que Pérez Lasa no entendía así. Aunque especialmente duro es el carnicero Duscher que le hace una entrada a Ponzio que el árbitro de la contienda, Pérez Lasa, limitado donde los haya, ni tan siquiera ve y que deja al 14 zaragocista desaparecido del encuentro por completo.

El Depor comenzaba a despertar allá por el minuto 34 de la primera parte cuando, tras un error de César, impropio de él, aunque no sería el último de la tarde, dan el primer susto a los aragoneses. Pero ya está. Ya pasó el peligro para los amarillos, que veían como el Depor sólo se acercaba a ratos y de manera efímera a la portería aragonesa, aprovechando jugadas a balón parado, córners y faltas en la frontal.

Sin embargo, la mejor ocasión de la primera parte para los aragoneses, tras el gol, llegaría de las botas de Óscar. Un jugador del que Víctor está absolutamente enamorado, al que le otorga un crédito ilimitado y que realiza un partido en la Coruña para hacérselo mirar al entrenador aragonés. Los de Víctor montan la contra tras recuperar un balón en territorio blanquillo. El balón le llega a Óscar, el salmantino logra sortear la salida en falso de Molina, al que deja prácticamente sentado fuera de su área, y a portería vacía, en lugar de disparar a puerta, lo que cualquier delantero del mundo mundial hubiera hecho en su caso, el 18 zaragocista comienza su andadura hacia la nulidad, hacia la pérdida de una ocasión clara, hacia la pérdida del remache final a un partido que moría en su primera parte. En definitiva, Óscar en esa jugada perdió la oportunidad de matar el partido. Porque su decisión fue andar con el balón controlado e intentar regatear a Duscher, con el que no pudo y al final el balón acabó en las manos de Molina que venía corriendo a la desesperada tras su nefasta salida. Digamos que el clamoroso falló de Molina fue eclipsado por la «popó» del tamaño de la carpa del gran circo Mundial del salmantino Óscar.

Mejoró el tiempo y también el Depor

La segunda parte comenzaba con cambios por parte deportivista. Caparrós, que vio como su táctica del patadón no era la más idónea para jugarle al Zaragoza, decidió dar entrada a Sergio en el centro del campo, un jugador que le dio más seriedad y una mayor conducción del balón al equipo gallego, y también le dio entrada a Gallardo por la banda derecha. ¡Qué coñazo de jugador!, ¡Qué teatrero! ¡Qué piscinas! y ¡Qué malo Pérez Lasa!

El jugador andaluz le dio muchísima profundidad a la banda diestra, y le dio más trabajo en 8 minutos a Delio Toledo del que le había dado Víctor en toda la primera parte. El interior deportivista, apenas sentía el mínimo contacto, se deslizaba con una profesionalidad al césped que Almodóvar, que según me cuentan ha visto el partido, está pensando en ficharlo para su próxima película, en la que, seguro, el jugador andaluz está dispuesto a rodar alguna escenita subidita de tono, y todos recordamos el porqué.

Pues bien, de una de esas faltas sin contacto alguno de Toledo al susodicho Gallardo, viene el gol deportivista. Falta a medio camino entre el corner y el área, con Munitis al lado del esférico, y cuando todo el mundo pensaba, o mejor dicho, mientras César pensaba que el cántabro iba a colgar el balón al centro del área, Munitis lo coloca a la escuadra mientras el portero zaragocista canta una muñeira cuan Fraga en sus mejores tiempos.

Empate el que conseguía el Depor y que ya no se movería del marcador, a pesar de que en el minuto 36 el equipo de Caparrós se quedaba con uno menos por expulsión de Coloccini tras pegarle un manotazo a Sergio García, que había entrado instantes antes por un inédito Ewerthon. Y eso que el Zaragoza lo intentó en varios de esos zarpazos a la contra típicos del juego zaragocista.

Pero en unos casos por falta de suerte, como el paradón que hace Molina a disparo seco de Óscar tras centro de Sergio García, y en otros por la inoperancia zaragocista, como ese balón que el propio Óscar recibe en la frontal y se lo arrebatan por no saber qué hacer con él, el resultado ya no se modificó en toda la segunda parte. Por cierto, que el Depor, y concretamente Sergio, pudo marcar el gol de la victoria. Y es que el mediocentro deportivista envió, tras saque de falta, un balón al larguero en el tiempo añadido que hubiera supuesto una injusta derrota de los aragoneses en Riazor en lo que podría haber sido un anticipo de una hipotética final de Copa.

12 partidos son los que lleva empatados el Real Zaragoza en lo que va de liga, como 12 son también los goles que lleva Diego Milito en el campeonato liguero. Un punto que sabe a poco, a tenor de las ocasiones marradas por el equipo y en especial por Óscar. A medida que se acerca la vuelta de Savio al equipo, tras un largo periodo de recuperación comienza a aparecer el debate sobre si Víctor le dará entrada al brasileño en el once titular o no. Y desde luego en caso de que así sea, el damnificado podría y debería ser Óscar. Pues bien, con partidos como el de Coruña, ya puede ir el salmantino haciéndose a la idea de los minutos que jugará en el equipo con Savio recuperado.

Ficha Técnica

Deportivo de La Coruña:
Molina; Manuel Pablo, Coloccini, Andrade, Capdevila; Víctor (Gallardo; m.46), De Guzmán (Sergio; m.46), Duscher, Munitis; Rubén y Arizmendi (Tristán; m.53).

R. Zaragoza:
César; Ponzio, Alvaro, Gabi Milito, Toledo (Cuartero; m.65); Oscar, Movilla, Generelo (Zapater; m.63), Cani; Ewerthon (Sergio García; m.75) y Diego Milito.

Goles:
0-1; m.17: Diego Milito. 1-1; m.55: Munitis.

Incidencias:
Partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada del Campeonato Nacional de Liga, disputado en el estadio municipal de Riazor ante unos 15.000 espectadores.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César: 1. Mal partido del meta castellano. Tuvo un error de bulto en la primera parte, cuando el Depor apenas inquietó su portería y el segundo gol fue una auténtica cantada del cancerbero zaragocista.
Ponzio: 2. Aprobado raspado para el lateral argentino. Fue el encargo de botar la falta en la jugada ensayada del gol de los aragoneses. Sin embargo, tras una falta dura que sufre del carnicero Duscher pega un bajón considerable en su juego y en sus prestaciones habituales. Aprueba por la asistencia.
Álvaro: 3. Partido más que aceptable del central brasileño del Real Zaragoza. Sólo un único error en su debe, un balón peligroso que pierde en la medular tras haber salido de zona y que genera un contragolpe peligroso de los gallegos. Apoyó a Leo Ponzio en las coberturas tras la desaparición del lateral.
Milito: 3. Al igual que Álvaro, estuvo bastante bien en la labor de contención y en las coberturas a Toledo, aunque bien es cierto que ninguno de los centrales tuvieron un excesivo trabajo.
Toledo: 2. Con Víctor pudo pero con el pesado y teatrero de Gallardo no. El sevillano lo volvió loco durante toda la segunda parte. El paraguayo sólo lo pudo parar a base de faltas, algunas existentes y otras no.
Movilla: 2. Tercer partido titular del madrileño en la medular en liga y lo cierto es que, estuvo aceptable en la primera parte donde se impuso su ley por encima de la de los medios gallegos en la segunda parte Sergio se le comió la merienda.
Generelo: 3. No estuvo mal en el corte y en la confección, del juego, claro está. Además se atrevió a disparar, sin éxito, sobre la portería de Molina. Pérez Lasa le sacó la amarilla que lleva su nombre, aunque fue más que rigurosa. Fue sustituido en el 18 de la segunda por Zapater.
Cani: 3. Estuvo más flojo que en otros partidos, pero aún con todo el de Torrero estuvo bien en tareas de ataque y en la primera parte fue el amo y señor del ataque aragonés.
Óscar: 2. Genera deseseperación en el equipo y en el espectador. Es capaz de hacer goles tan espectaculares como el del Nou Camp y de ponerse nervioso ante situaciones favorables y a priori más sencillas. Hace fácil lo difícil e imposible lo fácil. Aprueba porque, por lo menos, lo intenta, aunque no es perdonable fallar la ocasión tan clara al final de la primera parte como tampoco lo es el no saber qué hacer con el balón en la frontal.
Ewerthon: 1. Desaparecido e inédito en la mayor parte del encuentro. Lo único reseñable del brasileño un contragolpe en el minuto 27 de la segunda mitad que no tuvo mayores consecuencias.
Diego Milito: 3. Marcó el gol zaragocista y ya lleva 12. Aunque estuvo activo le faltó mayor mordiente.
Zapater: 2. Estuvo sobrio y cortó el juego en el centro del campo. Tampoco mejoró en exceso la labor de Generelo.
Cuartero: 2. Salió para frenar a Gallardo y lo consiguió. Cumplió su papel, como siempre.
Sergio García: 2. Realizó una buena jugada en los compases finales del encuentro que culminó Óscar en un disparo que obligó a lucirse a Molina.

por Jose Carlos Franco (Joca)

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