RCD Espanyol 4 — 1 Real Zaragoza | Crónica

Demasiado Castigo

El Real Zaragoza perdió su undécima final en manos de un Espanyol que hizo un fútbol más efectivo y práctico que bonito, pero suficiente para endosarle cuatro goles a los aragoneses en un partido para olvidar. Para una vez que en lo extradeportivo el equipo está de chapeu, se falla en lo principal. Una vez más Tamudo y De la Peña hicieron lo que quisieron con la defensa aragonesa ante la permisividad de la zaga y la incompetencia del técnico. Tamudo, Luis García (en dos ocasiones) y Corominas marcaron para el Espanyol y Ewerthon para el Zaragoza.

Como dicen los de Cruz y Raya… ¡¡Si hay que ir se va pero ir pa’na… es tontería!! Pues eso fue lo que nos pasó a los más de 35.000 zaragocistas que nos dimos cita en el Santiago Bernabéu, demasiado escenario para el fútbol exibido. En lo que podía haber sido una auténtica fiesta zaragocista se convirtió en el entierro de un ciclo, el de Víctor Muñoz al frente del Real Zaragoza.

El técnico aragonés no preparó de forma idónea el partido. Esa es la conclusión a la que se llega en virtud del juego exibido por uno y otro equipo. No es normal que Tamudo y De la Peña se la líen siempre a la defensa del Zaragoza y el técnico aragonés no haya inventado nada para remediarlo. No es normal que el mejor jugador, de largo en este equipo, inicie el partido en el banquillo. No es normal que el peor lateral zurdo de la historia del Zaragoza siga siendo titular en este equipo. No es normal que el portero zaragocista, con su experiencia, sus años y su profesionalidad se auto-expulse del encuentro de la forma tan tonta en la que lo hizo. Y… no son normales tantas cosas.

La final comenzaba con un ambientazo tremendo a la par que terroríficamente ensordecedor, dichosas trompetillas ¡qué dolor de cabeza! pero con un ambiente tremendo y con la ilusión de aquel que llega a una final y se embriaga del ambiente y de la magnificencia del escenario. Pero, cuando tan sólo se llevaban 2 minutos de juego, y el equipo aragonés, o mejor dicho, Óscar había desaprovechado una clarísima ocasión de gol, Tamudo marcaba el primer gol del encuentro. Una falta dudosa al borde del área que bota De la Peña, golpea en el larguero y el pillo de Tamudo está ahí para meter el primer chicharro a César.

A partir de ahí, todos a rezar para que Kameni no tuviera a 9 tíos colgados de su larguero defendiendo el resultado. Y prácticamente eso fue lo que ocurrió. El Zaragoza a controlar el encuentro, a intentar crear fútbol, por el suelo, pases cambios de orientación, pero sin profundidad y sin la consistencia de otras veces. Faltaba un punto de tensión, otra pizca convicción y un polvo de chispa. Sin embargo, Celades botó una falta, también dudosa en la frontal espanyolista y en un barullo en el área con Kameni perdido en despejes al área es Ewerthon, pichichi en esta competición copera, el que hace las tablas en el 28.

¡Qué poco nos duró la alegría! en apenas 4 minutos en una contra muy bien llevada, cómo no, por Tamudo, el catalán se interna por la banda diestra, haciendo lo que quiere con Ponzio, y saca un centro que entre que Milito se confía y que Toledo, en fin, no haré comentario al respecto, Luis García de cabeza, marca el 2 a 1. No cabía peor desdicha para los aragoneses, que casi sabían que la final se les estaba yendo de las manos ante un Espanyol que les estaba dando un baño táctico bastante interesante, un baño táctico para hacérselo mirar a Víctor ante su homólogo el «llorón» de Lotina, y ya sabemos todos por donde voy.

Con esto se llegaba al descanso y con él una buena noticia. Savio saltaba a calentar ante la alegría y la expectación de los aragoneses que veíamos en el brasileño titular en la segunda parte. Pues no. Víctor todavía seguía empeñado en que Óscar iba a ser capaz de mejorar su desapercibida primera parte. Sin embargo, no tuvo más remedio que sacar al brasileño al terreno de juego cuando apenas se llevaban unos minutos jugados. Y el Zaragoza mejoró y de qué manera, Ewerthon, prácticamente a portería vacía elevó por encima de la porteria un perfecto pase que envió, cómo no, Savio.

Pero la réplica del amago de buen futbol zaragocista tuvo un efecto perverso. Una contra en la que Corominas, que acababa de entrar en el terreno de juego se fue de Ponzio como quiso e hizo inútil la salida de César, ya que le coló entre las piernas el balón consiguiendo la confirmación de que la copa se marchaba hasta Barcelona y sin hacer escala en Zaragoza.

A partir de ahi, la expulsión de César cuando el guardameta, más bien por impotencia devolvió una botella que le había impactado a la afición del Espanyol, la salida testimonial de Valbuena, sólo para recibir un gol en los últimos minutos de un zarpazo desde su casa de Luis García. También, la lesión de Cani, al torcerse de forma alarmante su tobillo, y poco más. La alegría de la afición espanyolista, que veía como su equipo se llevaba su cuarta copa del Rey, la decepción de los aragoneses, el agradecimiento de los futbolistas, los lloros de Zapater, la impotencia de César y poco más. Bueno 300 kilómetros por delante para rumiar una derrota merecida pero demasiado abultada por los méritos de unos y otros.

¿Es este el final del ciclo de Víctor al frente del Zaragoza? Seguramente sí. De momento habrá que decir que esta temporada ha sido un fiasco auténtico, que no se ha conseguido ninguno de los objetivos marcados a principios de temporada, que el potencial de la plantilla no ha sido explotado en su totalidad y eso hay que analizarlo. Eso sí, todavía quedan 6 encuentros para vagar por los campos de España y recibir sobresueldos unos futbolistas que ayer supieron lo que era llorar y esperemos que no abran la caja de los truenos ante tan desproporcionado castigo, el 4 a 1.

Ficha Técnica

RCD Espanyol:
Kameni; Zabaleta, Lopo, Jarque, David García; Ito (Coro, min.60), Fredson (Moisés, min. 60), Costa; De la Peña, Luis García y Tamudo (Pandiani, min. 76).

Real Zaragoza:
César; Ponzio, Alvaro, Milito, Toledo (Valbuena, min.75); Oscar (Savio, min.50), Zapater, Celades (Movilla, min.65), Cani; Ewerthon y Diego Milito.

Goles:
1-0. Min. 2. Tamudo, de cabeza, abre el marcador tras mandar De la Peña un tiro de falta al larguero. 1-1. Min. 28. Ewerthon, de cabeza, empata. 2-1. Min. 33. Luis García, también con la testa, a pase de Tamudo. 3-1. Min. 71. Coro culmina un contragolpe. 4-1. Min. 86. Luis García culmina la final con un tiro cruzado.

Árbitro:
Luis Medina Cantalejo (Comité andaluz). Mostró cartulina amarilla a Jarque (16′), Ito (18′), Tamudo (74′), del Espanyol y a Oscar (26′), Gabriel Milito (36′), Celades (48′), del Real Zaragoza. Expulsó a César por doble amarilla en el minuto 74.

Incidencias:
78.000 espectadores acudieron al estadio Santiago Bernabéu. Noche primaveral. El Rey Juan Carlos presidió la final en un palco donde también acudieron Angel Villar, presidente de la RFEF, José Montilla, Ministro de Industria, Pascual Maragall, presidente de la Generalidad de Cataluña, Marcelino Iglesias, presidente del Gobierno de Aragón, Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, Fernando Martín, presidente del Real Madrid, Joan Clos, alcalde de Barcelona y Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César: 1. Sólo le recuerdo una parada en este encuentro. El resto de los disparos o fueron para adentro o se estrellaron en el palo. Además se autoexpulsó. Mal el guardameta zaragocista.
Ponzio: 1. Fue superado en todo momento por cualquiera que se descolgó por su banda, entre otros Tamudo en el segundo gol y Corominas en el tercero espanyolista.
Álvaro: 2. Comenzó un poco más entonado que el resto de sus compañeros de zaga pero acabó contagiándose de la mediocridad del equipo.
Milito: 1. Tiene su parte alícuota de culpa en el segundo de los goles del espanyol a repartir con Toledo. Estuvo nerviosó y plasmó sobre el campo los defectos más grandes de su mediocre temporada.
Toledo: 1. No tiene nivel para jugar en este equipo. Por más que se empeñe Víctor ni tiene ese nivel ni lo va a adquirir. Lo mejor será prescindir de sus servicios de cara a la próxima temporada.
Celades: 1 Fue superado por la medular espanyolista en todo momento. De vez en cuando tomó el timón del encuentro pero de forma efímera.
Zapater: 2. De los que más sintió la derrota sin lugar a dudas. No hubo consuelo para el ejeano que no estuvo bien, estuvo demasiado presionado por el rival, aunque lo intentó en todo momento.
Cani: 3. Intentó echarse al equipo a las espaldas sin éxito. Fue el único con claridad de ideas de medio campo hacia adelante. Tuvo una actuación discreta pero… en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey.
Óscar: 1. Estuvo desaparecido y la única oportunidad de que gozó, nada más comenzar el encuentro la mandó inocentemente a las manos de Kameni. Su titularidad dice mucho de la tozudez de Víctor.
Ewerthon: 2. Marcó un gol y apunto estuvo de marcar otro en el inicio de la segunda mitad. No tuvo su tarde aunque lo intentó y lo luchó sin éxito.
Diego Milito: 1. Su participación pasó casi tan inadvertida como la de Óscar. Se arrugó en los momentos precisos y la zaga del espanyol le hizo un férreo marcaje que seguro no olvidará.
Savio: 2. Salió y revolucionó el encuentro. Aunque eso no fue suficiente para que el equipo remontará. De hecho su participación se tornó en inefectiva cuando el equipo bajó los brazos a raíz del 3-1
Movilla: 2. Estuvo serio e intentó canalizar el juego. No obstante simplemente ejerció de animador para el equipo y para la grada.
Valbuena: 1. Se tragó un gol y no tuvo tiempo de hacer nada más. Nunca podrá decir que no ha jugado una final de Copa.

por Jose Carlos Franco (Joca)

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