Real Zaragoza 2 – 1 Sevilla FC | Crónica
¡¡Vaya regalo de Reyes!!
El Real Zaragoza ha cosechado una importantísima victoria ante el Sevilla en un partido muy intenso incluso después del pitido final de Undiano Mallenco, momento en el que se liaron a tortas Luis Fabiano y Carlos Diogo. Fue, precisamente, el lateral uruguayo el que abrió la lata en el minuto 14 al rematar un córner botado por D’Alessandro. Diego Milito amplió ventaja en el seis de la segunda parte y Luis Fabiano recortó distancias a la hora de partido. Los minutos finales fueron de nervios y tensión pero la seguridad defensiva del Zaragoza y el empuje desde la grada fueron suficiantes para que los tres puntos se quedaran en la Romareda.
Quizá el encuentro jugado ante el líder haya sido el más completo del Real Zaragoza en todos los aspectos. El fútbol desplegado fue intenso, la capacidad ofensiva efectiva, la presión en la medular asfixiante por momentos, la concentración defensiva casi perfecta, el único pero el gol del Sevilla, César volvió a ser César y volvió a realizar paradones en momentos puntuales del encuentro, la apuesta ofensiva de Víctor encomiable, la tensión hasta el final durísima y el ambiente en La Romareda extraordinario. Todos estos motivos hacen del encuentro disputado ante el Sevilla como uno de los encuentros que mejor sabor de boca dejan a la afición y que más comentados van a resultar por los medios nacionales.
El Sevilla llegaba a la Romareda líder, con ganas de asentar su liderato en este 2007 a costa de un Zaragoza que había perdido en los dos últimos encuentros disputados en casa. Mientras Víctor había estudiado muy bien al rival, introducía a Piqué en la medular junto a Zapater. Además sabía que había que ceder el balón e incluso la iniciativa a los sevillistas, al menos en los instantes iniciales, y sobre todo aprovechar los saques de esquina donde parece que flaqueaba el equipo hispalense. Tanto es así, que Víctor llegó a estar durante hora y media ensayando los saques de esquina en un entranamiento a lo largo de la semana.
Y dicho y hecho. En la primera oportunidad que tuvo el equipo aragonés certificó lo ensayado. Diogo consigue forzar un córner tras una jugada por banda extraordinaria. D’Alessandro lo bota, al primer palo donde Diogo peina lejos del alcance de Palop. Minuto 14 y el equipo aragonés ya ganaba.
A partir de ahí el Sevilla quedó aturdido y sorprendido por la efectividad maña y eso fue lo peor que le pudo pasar. El equipo aragonés ante la torrija andaluza decidió dar, eso que algunos llaman un recital de juego. El equipo aragonés comenzó a hilvanar jugadas y pases que descolocaban por completo al Sevilla que no podía hacer nada con el Zaragoza. Crearon jugadas de peligro, triangulaciones, triquis, caños,… eso sí, también muchas de ellas no encontraron rematador por la mala suerte en algunos casos y por la descolocación en otros. Ewerthon se enteró de bastante poco del encuentro y los números en la primera parte de Diego Milito fueron bastante escasos. El Zaragoza aunque buscó el premio de reyes no lo encontró en la primera parte.
Sin embargo, instantes antes de finalizar los 45 minutos iniciales, el Sevilla despertó y a punto estuvo de empatar el encuentro antes de la visita a los vestuarios. Hasta en dos ocasiones Kanuté, pichichi de primera, podía haber aumentado su renta goleadora. La primera un auténtico paradón de César que salvó en última instancia el portero, y la segunda ocasión un centro de Adriano al que no llega por milímetros.
Más goles, tensión y tangana.
La segunda parte comenzó trepidante. Y en esta ocasión se volvieron a saldar de forma positiva para el Zaragoza, estos inicios frenéticos donde se jugaba a una velocidad endiabladamente divertida. Zapater con un ligero toque de cabeza habilita a Diogo, que se marcó un encuentro sensacional por banda diestra, para que corra por su banda, éste penetra hasta la cocina, centra para Diego Milito, que se hace con el balón tras un rechace entre Javi Navarro y Escudé, y dispara. El delantero argentino falló en primera instancia al estrellar contra Palop el primer remate, pero el rechace le favorece y bate a Palop poniendo el 2 – 0 en el luminoso y llevando el delirio a las gradas del municipal.
El partido a partir de ahí sufrió un punto de inflexión que se tornó en agobio asfixiante cuando marcó gol el Sevilla. Juande se dio cuenta que su equipo necesitaba más madera porque el partido se les iba de las manos. Decidió dar entrada a Maresca, vaya jugador, y a Chevantón, por Navas y David y pasó a defender con sólo tres atrás.
La entrada de estos jugadores fue vital, porque desde entonces el Zaragoza se prodigó poco en ataque y tuvo que multiplicarse para lograr achicar espacios en tareas defensivas. En el minuto 70, con tres puntas sobre el césped y después de varios avisos, el Sevilla perforó la meta de César, no sin dificultades. Alves desde la derecha metió el pase de la muerte que Kanuté no acierta a rematar y es Luis Fabiano el encargado de anotarse el tanto sevillista.
A partir de ahí la presión fue asfixiante sobre la portería defendida por César. Pero la seguridad demostrada por el meta zaragocista, la solidaridad de todo el equipo, la contundencia de Gaby Milito, grande en el encuentro ante los de Juande, y la presión sensacional de la grada hicieron que finalmente los tres puntos se quedaran en casa.
Sin embargo, fue tal la presión y la tensión vivida en el encuentro que, aún después de haber pitado el final del encuentro, Diogo y Luis Fabiano se liaron a tortas. El delatero sevillista había tenido sus más y sus menos con «el Cabezón» D’alessandro durante el encuentro y en la última jugada del encuentro Diogo parece pisar sin querer al delantero sevillista que enseguida se encara con el Uruguayo y le propina un cabezazo, al cual Diogo responde con ignorancia. Pero el delantero andaluz siguió picando al lateral que entró en su juego dándole un buen «soplamocos» y enzarzándose ambos jugadores que vieron sendas tarjetas rojas mostradas por Undiano Mallenco y que seguro tienen consecuencias en forma de sanción ejemplarizante por parte del comité de competición.
En cualquier caso, la tangana final no debe ensuciar un espectáculo futbolístico como el vivido en La Romareda entre dos equipos que seguro van a dar mucho que hablar a lo largo de la temporada, aunque en este caso los tres puntos se quedaran en casa del Zaragoza, un equipo que vuelve a la posición de Champions después del empate del Atlético de Madrid en casa ante el Nástic de Flores.
Ficha Técnica
R. Zaragoza:
César; Diogo, Sergio Fernández, Gabriel Milito, Juanfran; D’Alessandro (Lafita, min.85), Piqué, Zapater, Aimar; Ewerthon (Oscar, min.69) y Diego Milito (Sergio García, min.90).
Sevilla:
Palop; Alves, Javi Navarro, Escudé, David (Maresca, min.60); Navas (Chevantón, min.60), Renato, Poulsen, Adriano; Luis Fabiano y Kanouté
Goles:
1-0. Diogo, min. 14, 2-0. Diego Milito, min. 51, 2-1.Luis Fabiano, min.71
Árbitro:
Undiano Mallenco, del C.T. Navarro. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Zapater y Aimar y a los visitantes Alves, Luis Fabiano, Chevantón y Navas. Diogo y Luis Fabiano fueron expulsados por pelearse al final del partido.
Incidencias:
Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 28.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en el atentado del pasado 30 de diciembre en el aeropuerto de Barajas.
Puntuaciones (de 0 a 5)
César: 4. Dos paradones suyos supusieron que los tres puntos se quedaran en casa. Después de algunos encuentros donde cuajó actuaciones llenas de indecisión, César ante el Sevilla volvió a ser César.
Diogo: 4. Estuvo francamente sensacional en el encuentro. Su banda fue proyectada y recorrida por el lateral en una cantidad inumerable de ocasiones. Fue el autor de primer tanto y dio la asistencia del segundo. El único pero a su actuación fue la tangana final con Luis Fabiano, algo que le costará varios partidos de sanción.
Sergio Fernández: 2. Tuvo un encuentro más discreto que en otras ocasiones, sobre todo motivado por el buen encuentro de Gaby Milito. Además tuvo su parte alícuota de culpa en el gol del Sevilla.
Gaby Milito: 4. Sencillamente, sensacional. El mariscal tomó los galones que lo acreditan y dio un auténtico recital de anticipación, sacando el balón controlado desde la cueva y dando buenas asistencias y pases.
Juanfran: 3. Se merendó con patatas a Navas y a Alves en la primera mitad. Eso sí, la salida de Maresca le hizo mucho daño y sufrió un poco más de la cuenta al final del encuentro.
Piqué: 3. El catalán estrenaba posición en el mediocentro del Real Zaragoza y lo cierto es que no lo hizo nada de mal. Apoyó mucho a los defensas en el corte y cedió a Zapater la responsabilidad de los pases. Estuvo bien.
Zapater. 3. Como siempre, luchó y bregó incansable pero además con la dificultad añadida de tener que aportar tu capacidad ofensiva. Cumplió como siempre a las mil maravillas.
D’Alessandro: 2. Demasiado individualista por momentos e impreciso en otros. Aun con todo hay que apuntarle el mérito de ser el asistente del primer gol zaragocista tras botar el primer córner para los blanquillos.
Aimar: 3. Solidario y trabajador. Así se mostró el argentino que dejó destellos de su calidad sin olvidar el equipo y el conjunto y bregando de principio hasta fin.
Ewerthon: 2. Fallón e impreciso. No tuvo su encuentro. No le faltó entrega ni oportunidades. Pero unas veces por mala suerte y otras por anticipación de la defensa rival no estuvo cómodo.
Diego Milito: 3. A pesar del gol, las defensas rivales lo vigilan de cerca con el objetivo, sin duda importantísimo, de no dejarle ni pensa ni moverse. De todos modos el delantero argentino del Real Zaragoza hizo lo que pudo y marcó el segundo de los goles, y más que pudo haber marcado.
Óscar: 2. Salió en los minutos finales para aportar frescura y tranquilidad al juego zaragocista y lo consiguió en parte. Además de realizar alguna jugada de calidad.
Lafita: SC. Salió para aportar tranquilidad y profundidad a la banda diestra y relevar a un D’Alessandro exahusto.
Sergio García: SC. Víctor buscaba mejorar el control del balón y la protección del mismo. Algo en lo que es especialista el neng de Sant Andreu.
por JOCA
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