Girona CF 1 – 0 Real Zaragoza | Crónica
Los pecados capitales
Es bien sabido que la Iglesia Católica clasifica los pecados en veniales y capitales. Antes todo el mundo se sabía de carrerilla los capitales, y hace unos años, una fantástica película, «Seven», desarrollaba a partir de ellos una trama genial, aunque sumamente tétrica.
Pues bien, el Real Zaragoza cometió ayer varios pecados capitales que le costaron el partido, y que incluso provocaron que los chicos de Marcelino desarrollasen una primera parte, indudablemente, tétrica.
El principal pecado fue el de la pereza, pereza con la que el equipo blanquillo, ayer «negrillo» saltó al césped. Mira que estaban avisados, mira que sabían lo que se iban a encontrar, pues no, no hay manera. En el fútbol si no corres y trabajas tanto o más que el rival, no hay opciones de victoria. El Girona puso la presión, la velocidad, la intensidad, el esfuerzo, y claro, la primera media hora nos pasó por encima.
Pero no debemos olvidar otro pecado grave, y es la soberbia. El Zaragoza no quiere o no sabe jugar estos partidos. No se pueden cometer tantos errores. Balones fáciles despejados al centro, poca intensidad en el balón dividido, pases sencillos errados… Todo un manual de como no jugar al fútbol. Quizá es mejor pensar que sea soberbia, porque si de lo que estamos hablando es de aptitud, el problema es más serio aún.
El partido empezó, y enseguida se vio que los catalanes estaban bien instruidos: fuerte presión sobre los medios del Zaragoza, mucha intensidad y sobre todo, deseo y ganas. Algo de lo que no estuvo dotado el Zaragoza durante un buen rato. Pero es que el Zaragoza no tiene mucho misterio. Los centrales no tienen capacidad para sacar el balón desde atrás, así que lo que tienen que hacer los rivales es esperar el pelotazo. Y si intentamos salir por abajo, los dos mediocentros también se encuentran con serias dificultades en el manejo de balón.
Y ahí nos encontramos con otro pecado capital, situar a Jorge López en la banda. Este equipo necesita al riojano en el eje. Tarde o temprano, Marcelino, en todos y cada uno de los partidos que se complican, lo pone en esa posición. ¿y si lo hacemos desde el principio? Igual nos ahorramos el tirar varias medias partes al cubo de la basura.
Visto el panorama con el que saltó el Real Zaragoza al césped de Montilivi, empezaron a llegar las ocasiones: Vallejo realizó una excelente parada a los pies de Raúl, y a los pocos minutos detuvo un buen tiro de Manga. Pero cuando parecía que el Zaragoza se sacudía el dominio, un balón a la espalda de los centrales permitió a Gabri penetrar en solitario en el área y esperar el forcejeo con Pulido para irse al suelo. Penalti, que transformó en gol Manga. El Girona con lo poco que tiene, orden y criterio, ya había hecho lo más difícil. Después de gol el Zaragoza empezó a despertar y lanzó un par de zarpazos, pero Ponzo, bastante buen portero, en dos oportunidades detuvo un contraataque de Braulio y un disparo a bocajarro de Oliveira, y Jorge López mandó un disparo al poste.
En el descanso Marcelino retiró a Zapater y a Braulio, e introdujo a Ewerthon y a Arizmendi. Pero la clave del cambio fue que Jorge López se situó en el medio. Y como cambió el equipo. Jorge tiene criterio, desplaza el balón con fluidez, es capaz de poner peligro entrelíneas, puede librarse de la presión de los rivales con un regate…Así el Zaragoza dominaba el partido con claridad, porque es muy superior al Girona, y empezó a crear ocasiones claras con cierta frecuencia: Arizmendi de cabeza mandó el balón fuera en un buen centro de Caffa, Hidalgo envió alto un disparo en una penetración desde la esquina del área y Oliveira solo delante del portero puso en las mallas pero por fuera. El Zaragoza mereció el empate, fue superior y dominó el juego, pero falló la puntería. Nuestros supermillonarios jugadores fueron incapaces de perforar la portería del Girona. Evidentemente, esto ocurre en el fútbol, y seguirá ocurriendo. Ha pasado toda la vida.
Pero lo que es intolerable es el esperpento que perjeñó el Real Zaragoza durante la primera parte. Si se convierte en tónica habitual, el ascenso está en serio peligro.
Ficha Técnica
Girona F.C.:
Ponzo, José, Serra, Migue, Amantegui, Matamala, Manga (Paco Esteban, m.74), Chechu (Jaume Duran, m.65), Xumetra, Gabri, y Raúl Martín (Dorca, m. 55).
Real Zaragoza:
López Vallejo, Pignol, Pulido, Pavón, Paredes, Jorge López, Zapater (Arizmendi, m.46), Hidalgo, Caffa (Songo’o, m.77), Braulio (Ewerthon, 46) y Oliveira.
Árbitro:
Vicente José Lizondo Cortés (Colegio Valenciano). Mostró la cartulina amarilla a los locales Paco Esteban y Rafa Ponzo y a los visitantes Pavón y Jorge López. Oliveira vio la roja directa al dar un codazo (m.84).
Goles:
1-0, m. 29: Manga, de penalti cometido por Pulido sobre Gabri .
Incidencias:
Aunque se esperaba el primer lleno de la temporada, no se sobrepasaron los 6000 espectadores en el estadio de Montilivi.
Puntuaciones (de 0 a 5)
López Vallejo: 2.-
Pignol: 0.-
Pulido: 0.-
Pavón: 0.-
Paredes: 0.-
Jorge López: 2.-
Zapater: 0.-
Hidalgo: 0.-
Caffa: 0.-
Braulio: 0.-
Oliveira: 0.-
Arizmendi: 0.-
Ewerthon: 0.-
Songo’o: 0.-
por auseti
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