R. Jaén 3 – 0 Real Zaragoza | Crónica

R. Jaén 3 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Aceituneros altivos, olivareros caídos

El grado de putrefacción de este equipo llamado Real Zaragoza (que ya es ofensa que estos futbolistas ostenten semejante honor, no se crea usted) es de tal magnitud que resulta casi imposible imaginar que pueda seguir vivo ni un minuto más. Lo vivido ayer supera todo el dolor y vergüenza imaginables y la sensación que ahora mismo invade el corazón del zaragocismo es lo más parecido a la desesperación.

El partido no tiene nombre. Fue un desastre de principio a fin y futbolísticamente no tiene ninguna posibilidad de defensa. Ni táctica, ni técnica, ni físicamente el equipo y el entrenador dieron la talla, mientras la afición se rasgaba el alma anonadada y estupefacta ante semejante abismo de miseria. Tampoco nos dieron actitud. Desde el primer momento el Jaén se hizo dueño y señor de la situación y de nuevo un equipo mediocre y limitado nos enseñaba el camino de la dignidad. Eso sí, nosotros no aprendimos y conforme corrían los minutos, que no nuestros muchachos, se iba dibujando un panorama aterrador que acabó confirmándose con una derrota justa, tanto por lo merecido como por el tanteo, pues lo suyo habría sido un 5 o 6-0.

¿Y cómo hablar, si no encuentro la palabra exacta? Pues poniendo coraje y vida en cada letra que tecleo, algo que el centro del campo del equipo fue incapaz de proponer. Ni José Mari entiende, ni Cidoncha sabe ni Movilla puede. Un trío dinamitado por el momento futbolístico que viven que marcó el sendero por el que el Jaén trituró al equipo aragonés. Con semejante fosa gobernando el vacío, la defensa se vio desbordada en todas, todas, todas las acciones de los andaluces. Ni el cambio de posición de Lagu y Álvaro, imprecisos y nerviosos, ni la presencia de Rico, bien en el corte, mal en todo lo demás, ni la agitación de Cortés, el mejor atacante, la peor espalda, consiguieron darle certeza a la cobertura. Y arriba, la oscuridad. Los tres atacantes se perdieron en la ciénaga de la distancia. Ni un pase les llegó en condiciones de ser jugado, ni una combinación consiguieron hilar.

Con semejante panorama, que llegase el primer gol local era cuestión de tiempo. Un centro muy mal defendido, tanto en origen como en resolución, les dio la primera alegría a los de Herrero. Cortés no evitó el pase y José Mari alentó a Quesada para que este, con un remate confuso, lograse el primer gol. Pero no nos conformamos con regalar el primer gol, así que decidimos propiciar el segundo. De nuevo la marca de Quesada fue una bufonada. De nuevo José Mari permitió que el veterano jugador rematase, en esta ocasión con la nuca, un centro sencillito para obtener un segundo premio.

Aquello era un poema disonante. Una burla a nuestras vidas. Ni con semejante ofensa los jugadores se lo tomaron en serio. La ruina continuó agrandándose y llegamos al descanso con la cabeza mirando al infierno y nuestras espaldas hundidas en un pozo inacabable. Hay quien pidió que Herrera fuera destituido en el descanso, en un ejercicio de sarcasmo e impotencia, pero eso no se produjo. Mientras, el entrenador le dijo a Tarsi y Roger e hicieran su trabajo: jugar al fútbol.

Fueron unos primeros minutos distintos, que no mejores. El Jaén se echó un poquito atrás y el Real Zaragoza ocupó, tímido, esos pequeños espacios que nos regalaron, pero de nada sirvió. Apenas dos leves aproximaciones que nada interesante aportaron, si bien algunos jugadores pintaron dos o tres pinceladas que nos alejaban de la desidia de la primera parte. Tarsi ofrece mejores prestaciones que José Mari y Roger, colocado al lado de Angelo, ayudó a inclinar la proa de una almadia hecha jirones. Sin embargo, falta hambre y gol y eso se paga.

Cuando se pasó el arreón el Jaén se dijo que por qué no completar la fiesta y a ello se dispuso. Cogió el balón, hizo dos o tres jugadas de mérito y en una de ellas, después de conseguir marear a nuestro lateral, Víctor Curto cruzó un chut duro y seco para romperle la manopla a Leo Franco. ¿Cabía más humillación, más oprobio? Sí, no se preocupe el amable lector. Barkero se encargaría de manchar un poco más la camiseta protagonizando una reyerta y obteniendo el merecido premio de una roja que lo deja fuera de próximo partido. Lo cual, estaremos de acuerdo, tampoco es mucho problema.

Derrota cruel pero justa. Y ahora, a tomar decisiones. No soy en absoluto amigo del «yalodijismo», pero sí quiero reivindicar mi ruego que ya plasmé en este mismo lugar el día del partido del Alavés y que traigo a esta llanura demolida con las mismas palabras: «Este equipo necesita un motivador, un generador de ánimo, un constructor de voluntad. Este equipo tiene el alma deshilachada y el músculo triturado por el miedo. Este equipo tiene lo que menos necesita ahora: temor a la vida». De momento, está exangüe y hace falta una transfusión ya.

Ficha Técnica

Jaén:

René, Kitoko, Hugo Álvarez, Servando, Nando, Quesada (Torres, min.86), Juanma, Jozabed, Víctor Curto, Machado (Martos, min. 84) y Jona (Jerez, min. 90).

Real Zaragoza:

Leo Franco, Cortés, Álvaro, Laguardia, Rico, Movilla, José Mari (Tarsi, min. 45), Cidoncha (Roger, min. 45), Barkero, Víctor y Ángelo Henríquez (Diego Suárez, min. 67).

Goles:

1-0, Quesada (min. 20); 2-0, Quesada (min. 39); 3-0, Curto (min. 77).

Árbitro:

Jorge Valdés Aller (comité castellano-leonés). Amonestó por el Real Zaragoza a José Mari (min. 38) y Laguardia (min. 42). Expulsó a Barkero, con tarjeta roja directa (min. 82).

Incidencias:

Partido correspondiente a la decimocuarta de la Liga Adelante disputado en el estadio de La Victoria ante unos 8.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de Manuel Moreno, padre del exjugador jiennense Manolín. El segundo tiempo se retrasó en unos veinte minutos por un corte de fluido eléctrico.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Leo Franco: 2. Recibió tres goles, pero su trabajo evitó dos más.
Cortés: 1. Ha perdido la osadía que exhibió hasta hace poco. Mejor en ataque que en defensa.
Álvaro: 0. Fallón, inexacto y nervioso.
Laguardia: 1. No encuentra el camino. Por arriba ofreció algunas prestaciones.
Rico:: 1. Bien en el corte, pero le faltó aplomo y más rapidez en el uno contra uno.
José Mari: 0. Horrendo partido. Sustituido en el descanso.
Cidoncha: 0. Ofrece un fútbol polvoriento y arguellado.
Movilla: 1. Físicamente ha perdido fulgor y solo aportó algunas combinaciones con Víctor.
Víctor: 1. Desaparecido en la prmera parte, fluyó algo de fútbol en sus botas en algunos momentos de la segunda.
Barkero: 0. No jugó al fútbol. Trotó y reconoció algunos sectores del terreno de juego, pero nada más. Lo expulsaron.
Ángelo: 1. Tan solo estaba que solo se quedó.
Tarsi: 2. Su presencia aportó criterio y equilibrio al equipo.
Roger: 1. Le dio velocidad y energía al ataque, pero lo hizo en soledad.
Suarez: 1. Lo echaron a los leones.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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