Real Zaragoza 1 – 0 Girona FC | Crónica

Real Zaragoza 1 – 0 Girona FC | Crónica

A media sonrisa

Victoria por un gol. Gol de Victoria. Gol que nos trae tres puntos y victoria que permite continuar respirando el poco aire que corre por la Romareda. Todo un contrasentido, si sabemos del violento cierzo que azota el valle del Ebro en general y el orgullo zaragocista en particular. Lo de ayer fue pan para hoy y hay que esperar que no sea hambre para mañana.

De entrada Herrera dibujó un grupo dispuesto a la contención. “Arropemos a los chicos de atrás” debió decir y aquí nos queda la obligación de reconocer que hizo bien dos cosas: colocar a Tarsi de ancla y ubicar a Paglialunga en un espacio de mayor aportación en la medular. El caso de Tarsi se veía venir. Jugador sobrio, inteligente y maduro, todo lo que pasó por sus botas lo fue para convertirse en acciones clarividentes. De este modo Movilla se vio liberado de un desgaste físico ya inalcanzable para él y junto a Paglialunga tejieron un correcto edificio en el taller de manufacturas del equipo. Esto no significó que se jugase bien al fútbol, pues eso este equipo es incapaz de hacerlo, pero sí impidió circulaciones valientes en el equipo contrario. Esto fue un alivio, aunque la delantera, formada por un verde Álamo, un insolvete Ángelo y un desacertado Roger, no consiguió cumplir con su deber: meter gol.

Hubo dos ocasiones, las dos a cargo de Roger: un disparo lejano que fue a dar al larguero y un mano a mano que incompensiblemente falló. Fueron dos buenas oporunidades que, una vez desprovechadas, permitieron que la duda se instalase en la Basílica: si perdonamos, lo pagaremos. Eso no ocurrió en la primera parte, debido sobre todo a que el Girona no se acabó de creer que podía hacerle daño a un equipo al que le han dado bofetadas casi todos los forasteros que nos han visitado. Así pues, a la ducha y la Romareda chiflando a los suyos. Porque algo había que hacer, en medio de un incómodo cierzo que borró cualquier intención de jugar al fútbol .

La segunda parte nos presentó otra cara. Víctor sustituyó a un deshilachado Álamo, que bastante habia hecho con intentarlo todo, y por ahí vino cierta reactivación. La banda derecha ganó en movilidad y el Real Zaragoza maquilló un tanto su trabajo. La labor del centro del campo seguía siendo buena. No se creaba, pero no se perdían balones, un auténtico probema hasta ayer. Sin embargo, eso no bastó para calmar a una afición tan humillada, tan dolida, tan vejada durante tanto tiempo que optó por la sorna y el sarcasmo al iniciar una serie de cánticos y gestos hirientes, sardónicos que buscaban alejar fantasmas y provocar una reacción que se veía increíble según pasaban los minutos.

La explosión llegó con un error garrafal de la delantera y con la sustitución, minutos después, de Ángelo, quien ya había perdido los nervios en un par de jugadas pero que, al fin y al cabo, era el único delantero en el que la aficion aún creía. El partido se enrareció y todo apuntaba a bastos cuando un corner sacado raramente desde la derecha permitió que Álvaro rematase y lograse un raro gol para celebrarlo en medio de la rareza provocada. Aquello no era merecido, pero sí muy necesario, así que gol.

Quedaba muy poco y los temores, muy fundados, que nos han hecho perder tantos puntos esta Liga, se instalaron en la grada. No así en el equipo que, esta vez sí, traía aprendida la lección, no se echó atrás y no permitió que un famélico Girona inquietase a Leo Franco. Por tanto, motvio para que la plantilla duerma un par de noches, Herrera amplíe su crédito una semanita y ganemos algo de tiempo para que regresen algunso jugadores, se confirme el buen trabajo de Tarsi y Rico y los demás aprendan a creer en sí mismos.

Ficha Técnica

Real Zaragoza:

Leo Franco; Cortés, Álvaro, Laguardia, Rico; Tarsi, Movilla, Paglialunga (José Mari, min.89); Álamo (Víctor, min.49), Roger y Henríquez (Diego Suárez, min.73).

Girona:

Becerra; Iván López, Migue, Chus Herrero, David García; Eloi, Pere Pons (Jofre, min.81); Juanlu Hens (Matamala, min.31), Jandro (Gerard, min.67), Junca; y Felipe Sanchón.

Goles:

1-0. Min.79, Álvaro.

Árbitro:

Santos Pargaña . Amonestó con cartulina amarilla por el Real Zaragoza a Movilla, Álamo, Álvaro, Paglialunga, Henríquez y Leo Franco; y por el Girona a Pere Pons.

Incidencias:

Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de la Liga Adelante disputado en La Romareda ante unos 8.000 aficionados y un intenso frío, en la, probablemente, peor entrada de los últimos treinta años.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Leo Franco: 2. Poco trabajo y bien resuelto.
Cortés: 2. Correcta actuación defensiva y mejor aportación ofensva a partir de la entrada de Víctor.
Álvaro: 2. Metió el gol y en defensa se encontró mejor que hasta ahora.
Laguardia: 2. Volvió a dar su mejor versión en los balones aéreos. No se complicó en el corte.
Rico: 3. El mejor de la defensa. Sobrio en defensa y atrevido en el ataque.
Tarsi : 4. El mejor. Dio una lección de trabajo serio, medido y equilibrado.
Movilla: 2. Muy liberado en tareas defensivas, su trabajo se centró en gobernar espacios y tiempos.
Paglialunga: 2. Se encontró bien en esa posición escorada a la izquierda.
Álamo: 2. Lo intentó con toda el alma a pesar de salir de una gravísima lesión.
Roger: 2. Fue el más incisivo en ataque pero lo falló todo.
Henríquez: 2. Se desinfló conforme pasó el tiempo y al final se le rompieron los nervios.
Víctor: 2. Muy bena aportación entre líneas y combinando con Cortés.
Diego Suárez: 2. Supo estar en su sitio y sostener la amenaza en los últimos minutos.
José Mari : S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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