Real Zaragoza 3 – 0 CD Tenerife | Crónica
Víctor y Victoria
José Luis Violeta no podía haber recibido mejor homenaje que la victoria que ayer obtuvo el Real Zaragoza por 3 – 0. Eso y las cerradas ovaciones que la Basílica, su templo, le dedicó en el acto de homenaje al cumplirse el 50 aniversario de su debut con el escudo del león cosido a su alma. Hermoso preámbulo. Emotivo para quienes le vimos jugar y compartir orgullo con los Magníficos y los Zaraguayos. Horizonte de pasado glorioso para los cientos de jóvenes y niños que ayer aprendieron que este club atesora en su Historia leyendas que le hacen grande e inmortal. Bandera de raza aragonesa.
José Luis Violeta no podía haber recibido mejor homenaje que la victoria que ayer obtuvo el Real Zaragoza por 3 – 0. Eso y las cerradas ovaciones que la Basílica, su templo, le dedicó en el acto de homenaje al cumplirse el 50 aniversario de su debut con el escudo del león cosido a su alma. Hermoso preámbulo. Emotivo para quienes le vimos jugar y compartir orgullo con los Magníficos y los Zaraguayos. Horizonte de pasado glorioso para los cientos de jóvenes y niños que ayer aprendieron que este club atesora en su Historia leyendas que le hacen grande e inmortal. Bandera de raza aragonesa.
Y la mejor noticia no fue, aunque lo parezca, la victoria. La mejor noticia fue comprobar que Paco Herrera está realizando un titánico esfuerzo por encontrar soluciones a lo que hasta ayer había sido un maldito arranque de Liga. Buscó nuevos peones, con Laguardia y Rico de titulares y Abraham en una nueva ubicación. Movió el dibujo de nuevo hacia su rombo querido y esperó a ver si Barkero se acercaba a lo que espera de él. Fue, en una palabra, entrenador. Y la cosa le funcionó, aunque al principio solo a medias. Muy a medias.
Es cierto que la presencia de Henríquez le aporta al equipo solidez, potencia y talento en la delantera y que Montañés es un estilete dispuesto a ganarse la temporada que viene un puesto en la Liga BBVA, aquí o lejos, pero durante esos 45 minutos tuvimos un serio problema: el centro del campo. La ubicación de Cidoncha en la banda y la flaccidez de Barkero provocaron varias vías de agua en el grupo, lo que facilitó que el mediocre Tenerife se atreviera a acercarse hasta el jardín de Leo Franco con cierta osadía, seguramente porque ya sabían que este Real Zaragoza no estaba en un buen momento. Eso y algunas indecisiones del centro de la defensa hicieron que nos temiéramos un nuevo disgusto cuando los isleños lo decidieran.
Sin embargo, tenemos que ser justos con nosotros mismos y señalar que los de Herrera disfrutaron de tres magníficas ocasiones que bien podrían haber supuesto que el partido hubiera quedado encarrilado ya en la primera parte. En todas ellas el protagonista fue Henríquez, que vio cómo en dos de ellas Aragoneses se lucía y en la tercera el árbitro le anulase un gol por fuera de juego que, por cierto, no era. De nuevo un grave error arbitral impedía que el Real Zaragoza viese recompensado su esfuerzo. Los mejores momentos, hay que decir, se produjeron cuando Cidoncha ya había abandonado su banda derecha, auténtica mazmorra para un jugador qu ahí se muere, y se había situado en posiciones donde su fútbol puede aportar más, jugand como interior.
En el descanso Herrera les pidio a Movilla y Víctor que salieran al terreno de juego en lugar de Cidoncha y Barkero y ahí empezó el camino al éxito. El primero le dio al partido una pausa y al balón una circulación que permitió que las jugadas comenzasen a ligarse, la combinación mejoró mil puntos y los delanteros creaban ocasiones. El segundo nos ofreció un ritmo y una velocidad que permitió que, jugando entre líneas, la defensa del Tenerife se descompusiese y tuviese que recurrir a las faltas al borde del área porque si no, aquello se les iba. Y en una de estas faltas Víctor logró su primer gol de la temporada al convertirla magistralmente. Gol “por toda la escuadra”, que decíamos de pequeños.
La Romareda, pobrecica mía, estalló de júbilo. ¡Hacía tanto tiempo que no veíamos hoja verde! El equipo se vino arriba, empezó a jugar al fútbol y a aprovechar a un Víctor que se salía, a un Montañés que cada balón que cogía era motivo de peligro, a un Henríquez que mareaba a la defensa, a un Abraham que por fin encontró la razón de su nueva ubicación, a un Movilla que supo decirle al equipo cómo y cuándo mover el balón y a una defensa que, poco a poco, se fue tranquilizando. No olvidemos que dos de ellos, Lagu y Rico, debutaban ayer, sobre todo el segundo, y había motivos para la incertidumbre.
En una de estas Montañés se llevó el balón, puso la directa y chutó a puerta con fortuna para lograr el segundo. Nueva fiesta. Aquello nos gustaba tanto que aunque la alegría era quizás desmesurada, la supimos tan merecida que nadie ponía ningún pero a nada. Y mucho menos cuando Victor recogió otro pase de Montañés para rematar una tarde que tiene que significar muchas cosas. Un 3-0 es oro molido, una bofetada a la incredulidad, un abrazo a la fe. Y así lo entendió la afición, que disfrutó de un final de partido plácido y contempló cómo la luz del León de Torrero alumbraba con su clase y compromiso de gallardo zaragocista a un equipo que tiene que empezar a crecer. El apoyo del zaragocismo nunca le faltará. Lo saben.
Ficha Técnica
Real Zaragoza:
Leo Franco; David Cortés, Álvaro, Laguardia, Rico; Paglialunga; Montañés, Cidoncha (Movilla, min.46), Barkero (Víctor Rodríguez, min.46), Abraham; y Henríquez (Roger, min.85).
Tenerife:
Aragoneses; Moyano (Kike Rivero, min.62), Bruno, Raúl Llorente, Ruiz; Suso, Aitor Sanz (Ayoze, min.74), Ricardo, Aday, Luismi Loro (Óscar Rico, min.62) y Aridane.
Goles:
1-0. Min.49, Víctor Rodríguez; 2-0. Min.63, Montañés; 3-0. Min.65, Víctor Rodríguez.
Árbitro:
Medié Jiménez. Amonestó con cartulina amarilla por el Tenerife a Aitor Sanz y Ricardo.
Incidencias:
Partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio de La Romareda en tarde muy calurosa y terreno de juego en buen estado ante unos siete mil espectadores. Hizo el saque de honor José Luis Violeta, capitán del equipo zaragocista en la década de los 70 del siglo pasado al cumplirse los cincuenta años de su debut con la camiseta blanquilla, la única que defendió en su carrera deportiva.
Puntuaciones (de 0 a 5)
Leo Franco: 3. Buen partido, con seguridad, colocación y dos paradas muy difíciles.
Cortés: 3. Luchador, veterano y atrevido en cada jugada.
Álvaro: 2. Se le vio más concentrado. La presencia de Laguardia le da más tranquilidad. Fallón en el pase.
Laguardia: 2. Le tocó un duro trabajo con el enorme Aridane y lo sujetó. Los nervios le traicionaron en dos jugadas que descubrieron su inquietud ante su gente. Corazón en estado puro.
Rico: 3. Gran partido. Hay lateral. Actuó con aplomo y arrojo.
Paglialunga: 1. Fue un partido muy irregular. Esforzado pero inseguro.
Barkero: 0. No está en disposición. Si tiene que ser el líder algo tiene que cambiar profundamente.
Cidoncha: 1. Herrera le puso en la banda, donde murió. Cuando se movió al centro del verde, mejoró prestaciones.
Abraham: 2. Jugó en una posición que puede ser interesante. La primera parte no vio juego, pero en la segunda se acopló mucho mejor y se vio que puede ser útil ahí.
Montañés: 4. Su velocidad y atrevimiento le avalan. En la primera parte jugó bien, en la segunda muy bien. Le hicieron la falta del gol, metió el segundo y dio el tercero.
Henríquez: 4. Poderoso, audaz, veloz, con chut y gol (injustamente anulado). Nos dará goles. Dará goles.
Movilla: 4. El propio Herrera lo dijo: “Jugará el sábado, ya tenéis uno”. Fue el capitán, el líder, el ingeniero. Cogió el partido y se lo quedó. Todo para él.
Víctor: 4. Fue el mejor jugador. Clase, rapidez, osadía, puntería, esfuerzo. Y gol. Dos.
Roger: S.C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
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