CF Fuenlabrada 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

CF Fuenlabrada 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Gol en barbecho

No hay que haber visto jugar a Pelé, Cruyff, Maradona y Messi para entender que el fútbol es gol, bien a favor, bien en contra, y que lo demás, lo que sucede en medio, es “lo demás”. Eso lo vivió en carne propia el Real Zaragoza en el modesto estadio “Fernando Torres” y algún día lo recordaremos con la misma estupefacción con que los jugadores se fueron al descanso. Un partido en el que el equipo aragonés dibujó hasta diez escenas propias de la conquista de El Dorado que quedaron borradas por una mediocre jugada que le permitió al Fuenlabrada lograr el 1-0. Dicho con palabras muy simples: el Zaragoza tuvo diez ocasiones de gol y las falló todas; el “Fuenla” tuvo una y marcó. El fútbol en estado puro.

Jim dispuso valientemente a sus muchachos para jugar un partido osado, en el que el balón brillase bajo el color avispa. Su propuesta, alegre y fortachona, ofreció treinta minutos de vendaval incontestable que convirtió un encuentro de segunda división en un choque alegre y dinámico. El Zaragoza jugó con tres novedades sobre el día del Alcorcón. Francés, el chico top del momento, recuperó galones en defensa tras su triunfal paso por la selección sub-21. Francho volvió al centro del campo para acompañar a los veteranos Eguaras y Zapater, ambos triunfadores la semana pasada. Por último Nano Mesa le arrebató la banda a Bermejito, el hasta ahora medio punta indiscutible para Jim, gracias a su energía y chispa, demostradas la jornada anterior.

En seguida se vio que la idea del entrenador alicantino contaba con las fichas adecuadas para ser llevada a la práctica. El campo pareció inclinarse a favor de los zaragocistas, que se hicieron dueños absolutos del campo a través de jugadas verticales, bien diseñadas y perfectamente ejecutadas. Muy pocas veces el Zaragoza ha transmitido en los últimos tiempos tan buenas vibras como anoche. Quizás con Víctor Fernández, en los últimos partidos antes de la irrupción de la pandemia, cuando cabalgaba victorioso por donde pisaba, pero hasta ayer no se volvió a sentir el latido del gol inminente. Lo lamentable es que este no llegó, a pesar de asomarse hasta en nueve ocasiones.

Nano, Zapater, Narváez, Jair y Álvaro estuvieron a punto de cantar gol, pero ninguno de ellos lo logró y es seguro que en el viaje de vuelta habrán rumiado todas y cada una de las situaciones en que lamieron la dulzura del éxito que se desvaneció por su torpeza. Hay quien habla de mala suerte, pero la experiencia nos dice que esta no existe en fútbol. Existe la impericia, la ineptitud, la falta de acierto, la torpeza, pero no el infortunio. Porque los buenos no tienen mala suerte, nunca. Por eso, y porque estos jugadores son capaces de generar escenarios de amenaza es por lo que hay que esperar que con trabajo, confianza y perseverancia serán capaces de finalizar el trabajo bien hecho. Ayer, desde luego, no lo consiguieron.

Y del mismo modo que hay que obtener el premio buscado rompiendo la red contraria, también hay que saber defender las murallas propias. Esto lo comprobó el equipo del león cuando un corner que lanzó Pedro León fue rematado por Zozulia o Anderson o el Rosario de la Aurora con la cadera o la espinilla o la rótula o el grano de acné del hincha adolescente de detrás de la portería. Increíble. E insoportable. Era verlo y no creerlo. Un “nopuedeserverdadloqueesstoyviendo”. Pero era.

El Zaragoza acusó el bofetón y durante diez minutos anduvo “knocked out” por el verde del Torres. Parecía como si se hubieran quedado idiotizados leyendo una de esa frases legendarias que adornan el campo fuenlabreño, como la que dice “Somos el Fuenla”. Diez minutos de sequía mental y esteparia inacción. Aún así, el Zaragoza fue capaz de lamerse sus heridas y reacciones hasta construir cuatro jugadas de gol con la firma de Narváez (2), Gámez y Francho, pero no estaba de Dios.

Llegó el descanso y tras el refresco y el masaje el Fuenlabrada salió dispuesto a ponérselo muy difícil a los de Jim. Oltra organizó una defensa de cinco y el balón parecía estar pinchado, pues ya no corría con la fluidez de la primera parte. Tan claro vio el entrenador zaragocista que aquello no estaba claro que a los quince minutos quitó a Nano Mesa, Álvaro y Zapater y loas cambió por Vada, Azcón y Sáinz. Sin ser una buena noticia, pues dos de los sustituidos se supone que han venido para meter goles, al final fue una buena solución. Pero aún tenían que suceder muchas cosas y no todas buenas. Por ejemplo, la expulsión de Gámez por una entrada tonta e innecesaria que le valió una segunda amarilla.

Quedaba media hora y el paisaje era gris y poco esperanzador. Sin embargo en el campo estaba el chico que todo lo lucha y casi todo consigue: Iván Azón, que se había convertido en un obstáculo de primer nivel para la poblada defensa madrileña, provocó un penalti por mano de Pulido. Lo que año pasado era un motivo para el sufrimiento lo transformó ayer Vada en una razón para el alborozo. Con una tranquilidad y un temple admirables, el argentino logró el empate y se convierte, así, en el máximo goleador del equipo. Dos partidos, dos goles.

Ahora quedaba lo más difícil. Sujetar el partido y, si se daba la ocasión, tratar de romperle el gesto al Fuenla. Y todo pudo ocurrir. Pudo suceder que el Zaragoza lograse el 1-2, pero Sáinz falló un magnífico pase de Narváez con un remate torcido. Y pudo suceder que el Fuenlabrada cerrase el match con un remate de Zozulia que Cristian, el Divino, rechazó con la cara. Y todavía pudo caber la victoria aragonesa si el VAR no hubiera anulado un magnífico gol de Azón por fuera de juego milimétrico.

Así llegó el final. Así se cerró una tarde que pudo ser legendaria, a punto estuvo de ser trágica y acabó siendo agridulce. Todo sujeto a la opinión y el parecer de los mortales, pero los dioses del fútbol solo tienen una ley: la de la Victoria. Y esa, por el momento, penaliza a un Real Zaragoza que sigue chapoteando en la ciénaga de los últimos puestos de la tabla. Ojalá pronto pueda volver a pisar la tierra firme del camino de regreso a casa. A Primera.

CALIFICACIONES

Cristian: 3. Volvió a ser salvador aunque el gol lleva su marca.

Gámez: 3. Vertical y veloz en el ataque, pecó de inocente. Su expulsión hizo daño.

Francés: 3. Recuperó su puesto y trabajó con seriedad.

Jair: 3. Serio y contundente, pecó de lentitud. Casi marca.

Chavarría: 1. No encontró el sitio en su banda. Atrás, inconsistente.

Eguaras: 3. Dio algunos pases magistrales y señoreó por el medio campo.

Zapater: 3. Luchador, omnipresente y comandante del balón parado.

Francho: 3. Muy ofensivo y con vocación goleadora, le faltó precisión.

Narváez: 3. Lo intentó pero no lo consiguió. Mostró cierta ansiedad.

Nano Mesa: 2. Tuvo varias ocasiones claras que marró. Debe ser más nítido.

Álvaro: 2. Tiene virtudes que favorecen el juego ofensivo, pero no golea.

Vada: 3. Volvió a ser determinante. Estuvo talentoso y competente.

Azón: 4. Su actuación agitó al equipo y perturbó al contrario.

Sáinz: 1.Insustancial. No encuentra su sitio y falló un gol.

Lluis López: 2. Correcto y cumplidor.

Nieto: S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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