Real Zaragoza 0 – 0 R Valladolid | Crónica
Sí, nos merecemos más
Ayer recorrí el camino a La Basílica a pie. Lo hice porque la tarde invitaba y porque tenía interés en sentir el latido de una afición que estaba llamada a ser protagonista. La Gran Vía y el Paseo de Fernando el Católico acogían a una multitud con el gesto encogido y un murmullo amortiguado nos entregaba las señales de que algo no va bien. No va bien el equipo, no va bien el club y la afición, cansada, hastiada no da signos de vitalidad, algo que sería necesario para sostener la realidad.
Se enfrentaba el Real Zaragoza al Real Valladolid, uno de los portaaviones de la categoría, y lo hacía mermado de efectivos y alicaído en el ánimo. Después de varios partidos sin ganar, sin lograr un solo gol y con la estructura deportiva e institucional resquebrajándose, pocas razones había para la ilusión. Con una alineación de circunstancias en algún caso y con un banquillo arrasado por los traspasos o las ausencias por sanción o enfermedad, la empresa se presentaba difícil.
El partido comenzó bien para los de Jim. El Real Zaragoza mostró una aceptable intensidad y un deseo encomiable por pelear todas y cada de las coordenadas del partido. Se aprovechó para ello de la indolencia del Valladolid, algo inaudito en un equipo de Pacheta, quizás uno de los entrenadores más voluptuosos de la categoría, y ello facilitó que hubiera varias ocasiones favorables para haber logrado un gol. Nada del otro mundo, es cierto, pero al menos se anunciaron caminos de proximidad. La lástima es que este equipo no tiene quien las enchufe. Van ya dos años seguidos en que no se ha acertado con los delanteros y eso es un problema de los que hunden en el fango a un equipo.
Hasta de cuatro ocasiones disfrutó el equipo aragonés. Todas ellas, mediocres, es cierto, pero ocasiones al fin. Sin embargo, ni Nano por tres veces ni Sainz obtuvieron el premio necesario. Nos quedamos con la del vasco porque fue la más clara. Se produjo en el minuto 38 y habría sido un gol valioso por lo que habría significado y hermoso en su ejecución. Un buen avance por la banda derecha, osado, audaz, que resolvió con un mal disparo que se fue fuera, muy a la derecha de Masip.
El partido le pertenecía al Zaragoza pero no supo sacarle brillo al metal deslucido en que se ha convertido su fútbol. Por eso, llegar al descanso con 0-0 era una mala noticia si consideramos el trabajo realizado. Entre tanto, en el minuto 32 la Romareda estalló en un grito unánime, adornado por miles de pañuelos negros agitándose contra una clase dirigente absolutamente desbordada por la situación del club y agotada en sus respuestas y soluciones. Fue un gesto inmaculado en las formas y de gran simbolismo en el fondo que sería necesario saber gestionar por el bien del Real Zaragoza.
Tras el descanso el Valladolid salió algo más eléctrico. Prueba de ello fue el magnífico disparo de Weissman que se estrelló en el larguero de Ratón, que nada podría haber hecho de ir el balón entre los palos. Afortundamante todo quedó en un enorme susto. Pero eso no arredró a los de Pacheta, que siguieron buscando hacerle sangre a un Zaragoza algo apático e incapaz de retomar las riendas que había manejado en la primera parte. Ese fue el momento elegido por Jim para hacer algunos cambios. Puso a Narváez por Nano y al nuevo fichaje, Jaume Grau, por un inoperante Bermejo.
Algo cambió en el equipo blanquillo, que buscó con corazón el área contraria y acortó el fuelle del acordeón pucelano. Así, dispuso de una ocasión de Sainz que anuló el árbitro por fuera de juego y la banda derecha sirvió de escenario para varias jugadas de ataque que, aunque no llegaron a buen término, sirvieron para agitar las turbias aguas de la inoperancia aragonesa. Eso y un tramo final más que correcto de Petrovic, un jugador que no enamora y que suscita rechazo en gran parte del zaragocismo, fueron las dos llaves que sirvieron para que el Zaragoza no perdiera, aunque no fueron suficiente para que ganara.
El partido entró en su fase final con el Valladolid mermado por la expulsión de Plata y el Real Zaragoza tratando de agitar la vanguardia, pero el problema de este equipo con el gol ya es algo más que un problema: es un virus para el que hacen falta varias soluciones. No hay forma de romper la portería contraria y de lograr una victoria, lo que ha convertido ya una situación moderadamente preocupante en un problema para cuya solución es preciso adoptar medidas de gran calado: vacuna en forma de fichajes, proximidad social con la afición, quitarle la máscara a más de uno que se oculta para eludir su responsabilidad e higiene estructural para acometer los cambios necesarios. Y sin mayor dilación. El virus amenaza con acabar con un cuerpo extremadamente débil.
Ficha técnica
Real Zaragoza:
Ratón; Gámez, Francés, Jair, Chavarría; Petrovic, Francho, Bermejo (Grau, 62); Sainz (Puche, 85), Nano (Narváez, 62) y Azón.
R Valladolid:
Masip; Luis Pérez, Javi Sánchez, Joaquín, Nacho Martínez; Aguado (Kike Pérez, 74), Roque Mesa (Anuar, 89); Plata, Morcillo (Toni Villa, 46), Óscar Plano (Sergio León, 74); y Weissman (Cristo, 80).
Goles:
Árbitro:
González Esteban (Comité Vasco). Expulsó a Plata (82) por una violenta entrada a Sainz. Amonestó a Chavarría (43), Nano (54) y Nacho Martínez (74).
Incidencias:
Partido de la Jornada 24 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en La Romareda, con 15.000 espectadores.
Puntuaciones
Ratón: 3. Poco trabajo y bien resuelto.
Gámez: 2. Alternó buenos momentos con sus acostumbradas imprecisiones. Mezcló bien con Borja.
Francés: 4. Notable partido. Estuvo a todas y en todas, con buena salida de balón.
Jair: 2. Muestra ciertas inexactitudes. No ofrece seguridad y arriba flaquea.
Chavarría: 1. Tuvo una mala tarde. No encontró su sitio y en defensa se le oscureció el criterio.
Petrovic: 4. Su mejor partido hasta ahora. Fue la brújula que dio sentido y el ancla que sujetó al equipo.
Francho: 2. Trabajó mucho, pero le costó mantener el rigor táctico.
Bermejo: 1. Sigue en línea descendiente. Pone empeño, pero no decide bien.
Sainz: 4. Fue él único que suspuso una amenza para el Valladolid. Le faltó finura final.
Nano: 1. Lo intentó todo, pero no tiene la chispa necesaria. Desacertado.
Azón: 2. Se está consumiendo en sus peleas lejos del área. No acaba de ser un delantero.
Narváez: 1. Alejado del mundo que nos enseñó. Ahora mismo no es el jugador que conocemos.
Grau: 3. Cualquier jugador que haga su trabajo bien va a agradar. Tuvo varios gestos llamativos.
Puche: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
