Real Zaragoza 0 – 2 CD Tenerife | Crónica

Real Zaragoza 0 – 2 CD Tenerife | Crónica

Techo de niebla

Es la del mal estudiante: esto no lo estudio, que no va a caer. Y cae. Esa es la sensación que se le quedó al zaragocismo a los pocos minutos de comenzar el partido ante el Tenerife: si las cosas van como las hemos imaginado, puede que el invento funcione, pero si el contrario hace algo que no esperamos, se acabó. Eso ocurrió en el minuto 19: Elady se fue del mundo, eludió las débiles dentelladas de un equipo frágil en defensa y golpeó con la puntera el corazón de La Basílica, que vio cómo Cristian se doblaba inútilmente y encajaba el primer gol. Demasiado fácil, demasiado pronto.

El Real Zaragoza se derrumbó ayer ante un rival grueso, metálico y ordenado que cuenta en sus filas con buenos jugadores y con un punto de audacia que le hace estar peleando por la gloria. Todo lo contrario que el equipo de Jim, caído a una zanja de la que le cuesta mucho salir cuando se trata de competir con seriedad.

La primera parte fue un erial en medio de la niebla. Ni una sola ocasión verdaderamente relevante y demasiadas dudas en la gestión del choque, correctamente gobernado por los canarios, verdaderos dueños de todas las acciones. La disposición del equipo blanquillo no fue la adecuada y los jugadores elegidos no supieron interpretar lo que el encuentro requería. Con Petrovic instalado en un territorio estéril en el que no nace nada y con Vada desenganchado de la zona en la que puede aportar algo, el grupo deambuló desorientado, al mismo tiempo que encajaba dos goles fruto de su deficiente estructura.

Un simple vistazo a la disposición de los jugadores sirvió para entender que el Zaragoza no tenía ni una posibilidad. El centro del campo se deshilachaba en cada acción y los tres atacantes flotaban sobre el mar tinerfeño como tres corchos sin hilo. A ello se podía añadir la baja forma de Narváez, enredado en mil batallas inútiles, la desorientación de Nano, ensombrecido por su propia gente, y la usual soledad de Álvaro, náufrago de sí mismo. En ese universo de despropósitos el Tenerife se sentía como en casa y no le costó mucho cerrar la tarde con un segundo gol, fruto de su acierto y del fracaso defensivo del equipo aragonés.

En el descanso la cabeza de Jim debió bullir, pues tiró por la calle de en medio y quitó al inoperante Petrovic y al inocuo Francho por Eguaras y Borja. Fue una buena decisión, pues el equipo recibió una buena dosis de energía y sentido futbolístico. Era una apuesta arriesgada que en ocasiones da buen resultado. En ocasiones. Ayer no fue el caso, pero al menos el equipo ofreció algo de chispa, voluntad de enmienda y deseo de revolcar el resultado. Es verdad que el Tenerife pudo obtener más rédito, pero también lo es que el Zaragoza dispuso de algunas situaciones de gol, no convertidas por falta de acierto (calidad, le llaman algunos).

Con treinta minutos por delante, el partido entró en ese ecosistema que ahora se da en llamar “el otro fútbol” que tan bien manejan todos los equipos del mundo excepto uno que luce un león rampante en su escudo. Así es: el Tenerife decidió que ya estaba bien de fiesta y organizó un guateque de interrupciones, acciones gamberras y gestos tramposos que acabaron por desquiciar a los de Jim. Y ahí siempre tienen las de perder. Antes al contrario, el equipo insular pudo aumentar su ventaja de nuevo con un chut cruzado de Álex Bermejo, lo que habría supuesto un punto más de dolor, sobre todo ahora que viene el descanso invernal y no hay ocasión para la revancha. Mal momento para digerir dos duras derrotas consecutivas.

Los últimos movimientos en el banquillo local no hicieron sino acumular más dudas, pues no respondieron a los deseos de una afición que se despachó contra la directiva y la gestión de un club que nos araña el alma. Es el momento para adecuar el discurso a la realidad del equipo y a ello contribuyó certeramente Cristian, voz autorizada y significada, cuando declaró: “Debemos saber que no nos alcanza para el objetivo real que es jugar un ‘play-off’. Hay que ser realistas y saber dónde estamos situados”. Fin de la cita.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Chavarría; Petrovic (Eguaras, 46), Francho (Sainz, 46), Vada (Zapater, 73); Nano (Azón, 73), Narváez (Adrián González, 79); y Álvaro Giménez.

CD Tenerife:
Mellot, León, Sergio González, Pomares; Aitor Sanz, Corredera (Sipcic, 85); Shashoua (Álex Bermejo, 66), Mollejo (Rubén Díez, 46), Elady (Michel Herrero, 75) y Gallego (Apeh, 85).

Goles:
0-1, min. 19: Elady. 0-2, min. 27: Mollejo.

Árbitro:
Quintero González (Comité Andaluz). Amonestó a Mollejo (36), Petrovic (36), Sainz (50), Pomares (65) y Mellot (87).

Incidencias:
Partido de la Jornada 21 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en La Romareda, con 12.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 2. No estuvo acertado en los goles, sobre todo en el segundo.
Gámez: 2. Dio alguna de cal y varias de arena.
Jair: 2. Algo frío y estático, no solucionó problemas.
Francés: 2. Indeterminado en sus acciones, ni frío ni calor.
Chavarría: 1. El segundo gol fue un ejemplo de error defensivo. Superado.
Petrovic: 1. Ni puso ni contribuyó. Así no es el centrocampista que se necesita.
Vada: 1. Insípido e incoloro. Muy errático.
Francho: 1. Gaseoso. Está viviendo unos momentos de indefinición.
Nano: 1. Pareció anonadado por jugar contra “su” Tenerife. No estuvo.
Narváez: 1. Nervioso, protestón, irascible. Se ha extraviado.
Álvaro: 2. Sigue en su línea combativa, pero no marca. Seguimos esperando.
Borja: 3. Encaró al contrario con osadía y agitó a la defensa canaria.
Eguaras: 3. Quizás el mejor. El partido estaba para él, pero salió tarde.
Zapater: 1. Completamente desconocido. Insignificante en el juego y torpe en el baló parado.
Azón: S. C.
Adrián: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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