Real Zaragoza 1 – 1 CD Mirandés | Crónica

Real Zaragoza 1 – 1 CD Mirandés | Crónica

Este equipo da miedo

En la “nuei d’almetas”, una noche en la que las gradas de la Basílica aparecieron vacías porque muchos zaragocistas eligieron un viaje reparador o la visita a la memoria de sus ausentes, el Real Zaragoza encendió de manera inequívoca todas las luces rojas. La clásica crisis de octubre que se instala año tras año en el corazón del equipo aragonés estalló ayer con toda nitidez, haciendo añicos los débiles cimientos que sostenían la credibilidad de Jim. En un partido dominado por el espíritu de Átropos, la tercera parca, la que cortaba el hilo de la vida, ocurrió lo que temimos que podía: que la victoria no cayó del lado de la moneda blanquilla.

Comenzó el choque con un gol extraño, un gol distinto que precisó de ciento cincuenta segundos de VAR para ser concedido. En el minuto 1 Igbekeme, titular por primera vez desde agosto, chutó con los ojos cerrados, el balón rebotó en un defensa burgalés y Nano Mesa, que pasaba por allí lo remató solo logrando el tanto de la ilusión. Fue una buena noticia, pero fue una mala noticia. El Mirandés, dispuesto a jugar al fútb9ol, acusó el golpe con hidalguía y dispuso una batalla favorable a sus intereses frente a un equipo, el zaragocista, pacato, débil de ánimo y angosto en sus ideas futbolísticas. Y se jugó a lo que los visitantes quisieron.

Si el dato es que Cristian fue el mejor del partido, la interpretación es nítida como el agua de nuestros ríos. Es verdad que el baló rozó en más ocasiones las botas locales, pero las propuestas con sentido llevaban todas la firma de los visitantes, hasta el punto de ayudar al portero argentino a intervenir en dos ocasiones muy peligrosas y evitar el gol del empate.

La novedosa presencia de Petrovic resultó moderadamente positiva, pues su pausa le vino bien al Zaragoza en las circunstancias de temprana ventaja, pero no sirvió para rematar un partido que necesitaba de una segunda marcha y de mayor empaque físico para ser resuelto. Seguimos sin contar con jugadores rápidos de mente y prestos a la ejecución. Eso se demostró con la torpeza que mostraron Nano Mesa y Francho en un contra clara que no supieron resolver cuando tenían tantas cosas a favor. Eso nos lleva a dinámicas de escasa circulación y en ningún caso sorprendentes, algo que en esta categoría son muy necesarias. Como lo es también disponer de una mayor enjundia física. En Segunda es fundamental un músculo y un físico del que el Zaragoza carece y eso se traduce en multitud de jugadas débiles y soluciones frágiles. Mal asunto,

Se llegó al descanso después de un casi gol a cabezazo de Camello que el VAR dilucidó a favor del Zaragoza, pues el balón no llegó a traspasar la línea de meta según determinó la tecnología y ahí, en la caseta, algo ocurrió. Jim decidió sustituir a Chavarría y a Adrián, ambos con una primera parte decorosa, sobre todo el madrileño, por Zapater y Nieto. Este cambio sorprendió, pero lo peor fue que alargó al equipo, lo deshuesó y lo llevó a un escenario de manifiesta inferioridad futbolística.

Quizás podemos convenir que con los dos aragoneses en el césped se propiciaron algunas acciones verticales, lo que ya era una novedad respecto a la primera parte, pero las decisiones finales eran siempre equivocadas. ´´Alvaro trató de hacerse más presente ene l área pequeña, que es donde él sabe vivir, y amagó con un par de remates con cierto perfume de gol, pero no dejaron de ser toscas imitaciones de lo que un delantero nos tiene que dar.

El Mirandés, mientras tanto, se hizo con el manejo del balón. No parecía que su juego fuese a suponer un problemón, pero esto fue así hasta el momento en que entraron en el campo Gelabert y Riquelme. Ahí se vio que Lolo Escobar había interpretado muy bien los torcidos párrafos del partido. Desde entonces el encuentro pasó a ser un tema exclusivamente burgalés. El cansancio físico y mental de los chicos de Jim eran patentes y la lluvia vino a darle la razón al hincha pesimista: hoy, tampoco.

Jim reaccionó tarde y mal: su solución al desafío de su colega fue poner en el césped a Yanis y a Bermejito. Todo esto cuando Cristian, “el Divino”, ya había salvado dos goles con sendas extraordinarias paradas en los minutos 53 y 68. No parecían los jugadores que el partido necesitaba. En circunstancias similares pero con los papeles invertidos, los contrarios del Zaragoza saben jugar ese otro fútbol, que e sa lo que se juega en la Liga Smartbank, pero los de Jim no conocen los códigos necesarios para hacer saltar por los aires cualquier propuesta dirigida a empatarle un partido. Al revés: se lo pusieron en bandeja. Y al entrenador alicantino solo se le ocurrió poner a Lluís López por Gámez.

Sería muy fácil decir ahora que se veía venir el gol del Mirandés, pero es la pura verdad: no creo equivocarme si escribo que muy pocos zaragocistas confiamos ayer en llegar al pitido final con el 1-0 en el marcador. Y, en efecto, no se llegó. En el minuto 95 (el partido se alargó injustificadamente hasta el 97) un corner muy mal defendido sirvió para cocinar un balón que quedó muerto en el área pero que cobró vida con el zapatazo de Brugué para convertirlo en el empate definitivo.

La Romareda estalló desolada, indignada, destrozada por la puñalada recibida no de las botas del delantero del Mirandés, sino de la torpeza e impericia de los jugadores zaragocistas y de la falta de criterio futbolístico de Jim, el entrenador con mayor crédito de los últimos años al que, para desgracia de todos, se le están acabando los argumentos para sostenerse en el banquillo. Lo lamentable es que hay muchas razones para pensar en que este nudo gordiano no se disuelve con un simple espadazo. Por eso, conviene que los principales se reúnan en torno a una mesa, con una buena copa de vino de Miedes, por ejemplo, y se dejen mecer por sus beneficios hasta encontrar el sabor del futuro. Esperamos sus noticias.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez (Lluís López, 82), Francés, Jair, Chavarría (Nieto, 46); Petrovic; Igbekeme (Bermejo, 80), Francho, Adrián González (Zapater, 46), Nano (Yanis, 69); y Álvaro Giménez.

CD Mirandés:
Lizoain; Carreira, Arroyo, Odei, Letic; Meseguer, Álex López, Oriol Rey (Riquelme, 68); Íñigo Vicente (Brugué, 86), Simón Moreno (Gilabert, 68); y Camello.

Goles:
1-0, min. 1: Nano. 1-1, min. 95: Brugué.

Árbitro:
Sagués Oscoz (Comité Vasco). Amonestó a Íñigo Vicente (14), Nano (14), Chavarría (28) y Petrovic (86).

Incidencias:
Partido de la Jornada 13 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en La Romareda, con 14.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 5. Impresionante. Fue el de las mejores tardes.
Gámez: 1. Ha perdido su seguridad y descaro.
Jair: 2. Tuvo luces y sombras. El gol viene de un error suyo.
Francés: 4. Muy bien. Es una magnífica realidad
Chavarría: 1. Extraviado y alborotado. No cumplió en ninguna faceta.
Petrovic: 2. Templó y manejó con corrección.
Adrián: 3. Interpretó bien su función. No se confió en él.
Francho: 2. Estuvo pendiente de sus obligaciones. Inexacto en ocasiones.
Igbekeme: 2. Buena primera parte. Después, el físico no le respondió.
Nano Mesa: 3. Trabajó como siempre. Goleó.
Álvaro: 2. Luchó y trató de hallar su lugar. Aún no lo ha encontrado.
Zapater: 2. Se le pidió una tarea que no domina.
Nieto: 2. Trató de darle verticalidad. Irregular.
Yanis: 0. No es jugador para este Zaragoza.
Bermejo: 1. Muy blando e ineficiente.
Lluís: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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