Real Zaragoza 2 – 0 UD Almería | Crónica

Real Zaragoza 2 – 0 UD Almería | Crónica

Hijos del Cierzo

Una victoria siempre es un latido extra que todo corazón agradece. Una victoria ante un equipo colosal como la UD Almería es un cántico a la esperanza. Una victoria construida sobre el esfuerzo, el compromiso y la fe es un lienzo que la afición contempla con la mirada de la pasión. El triunfo que consiguió ayer el Real Zaragoza no tiene más significado que los tres puntos sumados pero ofrece, al mismo tiempo, la relevancia de la ilusión conquistada. Así de extraño es el fútbol. Así de inesperada es la vida.

El equipo aragonés derrotó al poderoso Almería en un choque eléctrico, repleto de acciones extremas en el que se hizo evidente que este deporte es tan grande porque el pequeño puede tumbar al gigante cuando las energías cósmicas confluyen en la esquina de tu voluntad, que es exactamente lo que ocurrió ayer. Jim venía con el freno de la euforia echado. Los muchachos habían logrado dos victorias consecutivas de gran mérito en las que se habían producido hechos inexplicables, como aquella parada de Cristian tras error de Hernani y el gol salvador de Iván en Gijón aprovechando la flaccidez de Berrocal, pero no eran argumentos suficientes para que el mister lance ninguna campana a volar a ningún lado. Humildad, competir y a ver qué pasa.

Y hace bien, porque el partido de anoche podría haber seguido un rumbo bien distinto si el Almería hubiera sido el Almería y hubiera cumplido lo escrito en el guión. Un penalty a favor en el minuto 6 es suficiente para que un equipo como el andaluz encarrile un partido e incluso lo mate en dos estocadas, pero Cristian y el VAR le rompieron el libreto a Rubí. El gran portero argentino le detuvo el disparo a Sousa por dos veces pero en la continuación de la jugada Narváez les hizo un favor evitando que el balón saliera fuera. El posterior centro lo remató Sadiq en la línea de gol y la Basílica, que había estallado en un gran grito de euforia, apagó los ecos del griterío aceptando la durísima realidad.

Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. El VAR detectó fuera de juego y el gol no subió. La locura de nuevo. ¿Cabía más adrenalina en apenas diez minutos? Pues sí, porque tres minutos después, con un Zaragoza recompuesto por el regalo de la fortuna, recibió con enorme alegría el error de Fernando, portero visitante, que encajó un gol de chiste al no blocar un sencillo centro de Francho. Así es el fútbol: de un 0-1 terrorífico ante un Almería inmenso a un 1-0 que permitía trazar nuevas pinceladas. Y a ello se dispuso el Zaragoza.

El partido entró en una fase de continua agitación, como demostró la acción de Sousa en el minuto 25, cuando solo ante Cristian lanzó una magnífica vaselina que murió en el larguero. Otro golpe de fortuna para los blanquillos. La Romareda se arremangó a pesar del frío de la noche y empujó a los suyos, sosteniendo el ánimo y proporcionándoles una energía extra muy beneficiosa. Esas ráfagas de apoyo surtieron efecto. El Almería se desinfló un tanto y el Zaragoza se aprestó a darle una vuelta de tuerca al partido. Con esa actitud estuvo a punto de conseguir el segundo gol en las botas de Narváez. Era el minuto 28 y se fabricó una gran jugada de ataque que, lamentablemente, no finalizó con un gol que ya se cantaba. Su chut salió desviado, rozando el poste. Como tampoco Merino supo aprovechar varias cabalgadas largas que le permitían llegar a la ladera de Fernando pero que no logró finalizar en ningún caso.

El partido era una moneda tirada al aire y resultaba muy evidente que el Almería podía empatar en una de sus muchas acciones de mérito. Es un equipazo y tiene jugadores de alto voltaje. Lo demostró Portillo con un chut cruzado que rebasó a Cristian, pero de nuevo la suerte estuvo de parte de los zaragocistas, pues el balón rebotó en el poste.

Se llegó al descanso con un 1-0 para frotarse los ojos. Podía hablarse de infortunio almeriense, es verdad, pero también de un gran trabajo por parte del Zaragoza, que en todo momento mantuvo el espíritu y la bravura, lo que le permitió obtener un rédito de gran valor.

La segunda parte nació mansa, con más calma que la primera. El desgaste por arte de ambos equipos había sido extraordinario y ese ritmo pausado le vino bien al Zaragoza, que dispuso a sus hombres de manera que no se produjesen acciones peligrosas en el área de Cristian. Pasaron los minutos y apartir de la lesión de Martos el partido cambió de cara. Los de Jim se esturaron un tanto y propiciaron acercamientos al área de Fernando, pero el balón no llegaba nunca, porque las acciones zaragocistas morían en los tres cuartos.

Jim puso en el campo a Puche y Azón, que se llevó la ovación del partido, y quitó a Eugeni y Narváez. El primero, algo más oscuro, y el segundo muy castigado y fatigado. Rubí hizo lo propio y armó a su equipo con dos delanteros en busca del punto o puntos que necesitaba. Fue un período de acoso del Almería y réplicas del Zaragoza. Sadiq tuvo una que desbarató Cristian y respondió Bermejo con una buena conducción y un remate horrible que dio con el balón en la grada. Quedaba un cuarto de hora y todo podía suceder, pero la afición creyó en la victoria y empujó como nunca, como siempre.

Petrovic sustituyó a Sabin y su presencia ayudó a sujetar y equilibrar el equipo. Eso lo hace muy bien el serbio y ayer fue de gran ayuda. Su frialdad y buen posicionamiento contribuyeron a encarar la última fase con posibilidades de llegar a buen puerto. Eso y la presencia de los jóvenes, del luchador y muy activo Puche, que le dio un plus de dinamismo a la conducción, y por supuesto de Iván Azón, que estuvo a punto de lograr el 2-0 en el minuto 77 si no hubiera sido porque Fernando le tapó muy bien y le rompió el mano a mano. Pero no importó.

La salida del corner consecuente facilitó un remate de Francho cuyo rechace recogió Iván para marcar, ahora sí, el segundo gol. La locura, la explosión de júbilo de la grada fue de las que recordaremos durante mucho tiempo. Se estaba venciendo al Almería y el gol lo firmaba, de nuevo, el zagal. Algo había cambiado en este equipo que hace quince días moría de miedo a morir y hoy navega por aguas favorables.

Quedaban 12 minutos y tocábamos el cielo con la yema de los dedos. El Almería se echó al monte pero el Zaragoza, ayer sí, manejó muy bien los tiempos, los espacios y las acciones. Y si todo fallaba ahí estuvo Cristian, sobre todo en dos ocasiones a disparos de Curro y Villar, además del gol que le anularon a Sadiq por claro fuera de juego. Todo, absolutamente todo eran buenas noticias. Y todo, absolutamente todo, apunta a un final de temporada alejados del infierno y más cerca del equilibrio y el disfrute. Es el momento de sentarse en la orilla del mar a contemplar cómo llegan las olas del futuro.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Lluís López, Chavarría; Grau, Francho, Eugeni (Azón, 67); Bermejo (Nieto, 87), Narváez (Puche, 67); y Sabin Merino (Petrovic, 75).

UD Almería:
Fernando; Pozo, De la Hoz, Martos (Babic, 56), Akieme; Eguaras, Samu Costa (Curro, 67); Arnau Puigmal (Lazo, 67), Dyego Sousa (Ramazani, 56) Portillo (Villar, 81); y Sadiq.

Goles:
1-0, min.13: Francho. 2-0, min. 78: Azón.

Árbitro:
Trujillo Suárez (Comité Tinerfeño). Amonestó a Cristian Álvarez (6).

Incidencias:
Partido de la Jornada 30 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en La Romareda, con 12.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 5. Gran partido. Paró un penalty y todo lo demás.
Gámez: 3. Esfuerzo, compromiso y pelea. Le faltó poner algún balón.
Lluís: 4. Serio, contundente y presente.
Francés: 4. Contuvo al enorme Sadiq. Una gran prueba de fuego.
Chavarría: 4. Uno de sus mejores partidos. Rápido, intuitivo y trabajdor.
Jaume: 4. Muy bien. Uno de los mejores. Hace todo fácil y tácticamente, supremo.
Francho: 4. Se vació y le dio consistencia al centro del campo.
Eugeni: 2. No estuvo cómodo. Desubicado, tomó malas decisiones.
Narváez: 4. Veloz, luchador e incisivo. Le faltó acierto en el remate.
Bermejo: 3. Conduce con clase pero no toma las mejores decisiones. Le falta combinación.
Sabin: 3. Su capacidad física es magnífica. Contragolpeó con energía, pero no remató.
Iván: 4. El ídolo de la afición anoche. Y volvió a golear. Es su momento.
Puche: 3. Muy activo, agitó a la defensa almeriense. Aportó energía.
Petrovic: 3. Serio, sosegado y maduro.
Nieto: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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