SD Huesca 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

SD Huesca 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Territorio decepción

Es posible que este año el verano haya comenzado el 17 de abril. Quizás quepa convencerse del apresuramiento de la primavera por llegar antes al final de su camino. Tal vez sea hoy el lunes más plácido y estéril de los últimos años. Todo ello cabe. Pero también hay lugar para la esperanza en medio de la decepción. Es verdad que hoy vemos a lo lejos el farol rojo del último vagón del último tren, pero es justo reconocer y asumir que esta temporada nos ha dejado varados en la orilla merecida. Fértil conclusión si hacemos que se convierta en la luz que nos lleve al futuro que anuncie nuestro regreso a casa.

El Real Zaragoza empató ayer un partido escabroso y ruidoso ante la SD Huesca, esa bella doncella que vistió oropeles a principios de septiembre que se han mostrado insuficientes para recibir la proposición del príncipe elegido. Empató y finiquitó una empresa que ya duerme en las estancias de la realidad: este año, tampoco.

El choque dibujó diversos períodos claramente perfilados por la incapacidad de los dos equipos para imponerse al contrario. Al amparo de un magnífico ambiente, propio de encuentros históricos, los dos equipos aragoneses mostraron en seguida sus cartas: vamos a jugar a la contra. Tú quédate con el balón que cuando te lo arrebate iré con todas mis armas y bagajes al encuentro de tu defensa. En ese juego de estrategas morosos el Zaragoza dispuso de mejores opciones, pero no está de los chicos de Jim derrochar habilidades y manejos finales. Ni Merino, de nuevo atascado en sí mismo, ni Francés, muy inteligente encontrando lugares de remate, muy discreto en su ejecución final, lograron cerrar dos buenas ocasiones.

Todo lo que ocurrió en el partido encontró su momento a partir del minuto 30. Primero fue Seoane quien rompió la abulia dominante. Lo hizo a la salida de una falta lateral, recibiendo un balón que degustó por dos veces: la primera con gesto torpe, enredado en la oposición de Vada, pero la segunda se lo quedó para él y engarzó un chut diamante en la sortija de la fe. El gol fue para enmarcar, incluso para el gran Cristian. El templo que se asienta al costado del cerro de San Jorge se estremeció con el crujido de la red zaragocista y la afición rasgó la tarde con su alegría.

El Real Zaragoza encajó con serenidad el golpe y en seguida se puso a la faena. Esa actitud, firme en la calma, le dio resultado en muy pocos minutos y fue fruto de la agilidad mental de Eugeni. Una falta lateral, de esas que nos gustan cuando son a favor y nada cuando nos las pitan en contra, la activó el catalán con picardía aprovechando que la zaga azulgrana no estaba a lo que había que estar. Le entregó un balón de oro a Gámez y el lateral se aprovechó del despiste para llegar hasta el fondo y regalarle un pase exacto a Iván Azón para que el zagal lograse un nuevo gol.

Desde ahí hasta el descanso el Huesca fue el protagonista y acorraló con cierta justeza al Zaragoza, traduciendo esos ataques en sendas oportunidades que no se hicieron verdad:  un chut de Seoane que le detuvo Cristian y un disparo de Escriche que acarició el poste. Y ahí acabó la primera fase.

Los dos entrenadores vieron que algo no funcionaba bien en sus equipos y optaron por accionar la palanca de los cambios: Mikel Rico y Lago Junior por parte del Huesca y Francho y Álvaro en el bando blanquillo fueron los elegidos. Estas decisiones les vinieron mejor a los locales, que actuaron con mayor determinación y criterio, aunque no acabaron de encontrar los senderos del gol, algo muy caro de ver en esta categoría. A este control inicial contribuyó la lesión de Azón, cuya ausencia desequilibró algo más al equipo del Ebro.

El partido era claramente oscense. Las acciones de sus jugadores tenían más sentido y profundidad que las del Zaragoza, agobiado por un centro del campo de circunstancias en el que tan solo Zapater daba la talla. Ni Francho, muy desactivado después de su lesión, ni Eugeni, a cada minuto más cerca del ralentí, podían seguir el ritmo del partido, y esto se tradujo en una mayor presencia del Huesca salpicada por esporádicas acciones blanquillas que no encontraron el fruto deseado. Ni Álvaro, fallón con un balón muerto en el área, ni Bermejo, cuyo disparo repelió con oficio Andrés, fueron capaces de llevar a buen puerto sus intenciones.

Desde ahí hasta el final, se jugaron quince minutos más ocho en los que únicamente se podía producir una jugada de esas que se dan en los minutos finales y que no obedecen a ningún plan, sino al azar del juego. Un balón parado, un error del contrario o, tal vez, un penalty. Esto último pudo ocurrir si el VAR hubiera interpretado que el brazo de Álvaro merecía ser castigado con los once metros, pero ayer no era la tarde. Sí lo fue para la lesión de Nano, que sufrió una aparatosa caída que lo sacó del campo en camilla.

Esa circunstancia podemos guardarla como una metáfora de la temporada de ambos equipos. Igual que el tinerfeño cayó en mala postura y tuvo que abandonar el partido, así ha derribado la temporada a los dos clubes aragoneses, que se asoman a los seis partidos que quedan con un cierto dolor en el corazón y la necesidad de reposo y reflexión. Seguramente, ayer se jugó el partido más intrascendente de los derbis aragoneses. Seguramente ayer los dos firmaron el final de una etapa y el comienzo de una nueva era, cada uno en su universo, ambos con el mismo horizonte.

Ficha técnica

SD Huesca:
Andrés Fernández; Ratiu (Ferreiro, 82), Insua, Ignasi Miquel, Florian Miguel; Mosquera, Timor (Mikel Rico, 46); M. Mateu (Lago Junior, 46), Seoane, Joaquín (Gerard Valentín, 63); y Escriche (Poveda, 63).

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Chavarría; Zapater, Eugeni (Puche, 74), Vada (Francho, 46); Bermejo, Sabin Merino (Álvaro Giménez, 46); y Azón (Nano, 59) (Nieto, 79).

Goles:
1-0, min. 31: Seoane. 1-1, min. 37: Azón.

Árbitro:
González Esteban (Comité Vasco). Amonestó a Chavarría (23), Vada (42), Bermejo (67), Insua (76) y Zapater (89).

Incidencias:
Partido de la Jornada 36 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en el estadio del Alcoraz ante 8.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 4. Bien. Seguro y dominador.
Gámez: 3. Aunque tuvo algún vacío defensivo, subió con fe y dio el pase de gol.
Francés: 3. Firme y trabajador, mostró algunas dudas.
Jair: 4. Serio y fuerte, dificultó el juego ofensivo.
Chavarría: 2. Enseñó alguna carencia en defensa y no ajustó bien el ataque.
Zapater: 4. Gran partido. Estuvo a todas y en todas.
Eugeni: 3. Su gesto inteligente y talentoso nos dio el gol. Flaqueó en la segunda parte.
Vada: 2. Algo desubicado, no halló la circulación adecuada.
Bermejo: 1. Jugó poco y con poco acierto. Perdió muchos duelos.
Sabin Merino: 1. No supo dónde jugar ni cómo acertar en las decisiones.
Azón: 4. Como siempre, lo dio todo. Hasta un gol.
Francho: 1. Falto de ritmo, se perdió en el centro del campo.
Álvaro: 1. Insulso y mustio, no se sintió cómodo.
Puche: 1. Su presencia no se notó. No terminó las jugadas.
Nano: S. C.
Nieto: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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