Albacete BP 0 – 0 Real Zaragoza | Crónica
No quiero acordarme
Tan plano como las llanuras manchegas. Así fue el partido que ayer enfrentó al Albacete y al Real Zaragoza y en el que es imposible encontrar tres jugadas, movimientos, acciones o iniciativas dignas de ser consideradas interesantes. Choque insulso, durísimo de digerir, de esos que te alejan de la pasión que el fútbol despierta en los cinco continentes. Y lo peor de todo es que el enjuto punto que se trajo Escribá del Carlos Belmonte es un cofre mínimo que no sacia ni las necesidades del equipo ni el orgullo del zaragocismo.
El entrenador valenciano se agarró al botín en la rueda de prensa, pero él también sabe que lo que ayer dio de sí el Zaragoza no proporciona ni media sonrisa. El desarrollo de su apuesta futbolística fue un escaparate vacío en el que no lució ni el juego ni la propuesta y aún nos queda el alivio de poder relatar que el Albacete no se llevó el triunfo porque sus muchachos tampoco andan muy finos en eso de convertir en gol las escasas ocasiones que construyeron.
La alineación sufrió un revolcón de los buenos, pues Escribá eligió a siete jugadores que el sábado no jugaron ante el Ibiza, pero su generosa transformación no recogió ni un solo fruto del árbol local. El primer chut de los avispas fue en el minuto 25. Simeone se atrevió a semejante hazaña, aunque es justo decir que su gesto acabó en los cielos otoñales. Después, una bienintencionada rosca de Eugeni que ni siquiera se acercó a la escuadra de Bernabé. Poco más.
El experimento Pape-Simeone resultó vacío y la distribución del centro del campo, un pan sin sal. La ubicación del mencionado Eugeni y Francho como escuderos de Zapater y Manu Molina se convirtió en un extraño dibujo de difícil digestión y lo que tendría que haber sido una buena idea, es decir, que Larra y Fuentes se convirtieran en puñales de caminos laterales, tampoco se acercó a lo previsto.
En medio de estos párrafos de literatura menor el Albacete fue protagonista durante unos minutos de varias jugadas próximas al éxito. Por las cercanas aldeas del área de Ratón apareció Fuster, un jugador de cierto talento. Pero también Fran Álvarez, que actuó como aspirina del gallego. Un disparo suyo valió para que el portero zaragocista se luciese con una estirada apreciable que ocultó dos torpes acciones previas que, lamentablemente, ya se están convirtiendo en su seña de identidad. Poco después fue el citado Fuster el que no llegó a cabecear porque Molina se adelantó y el mismo jugador puso de nuevo a prueba a Ratón, que desvió un chut seco y raso con otra buena parada. Cal y arena, ya es sabido.
Como es habitual, no hubo cambios en el descanso. El Zaragoza se aprestó a jugar la segunda parte con el mismo guion y los mismos actores. El primer gesto que pudimos anotar por ser relevante fue una acción de Zapater que culminó disparando suave y centrado desde fuera del área. A ello respondió Maikel Mesa con otro derechazo que salió alto por poco. Parecía que esa iba a ser la razón de ser del partido, pero el Zaragoza se estiró un tanto y dibujó un paisaje algo más ofensivo.
A ello contribuyó que la banda derecha comenzó a funcionar mejor gracias a la presencia de Larra, Francho y Zapater. Los tres fueron capaces de ejecutar un argumento más sensato, lo que propició que Pape dispusiese de una buena ocasión. La lástima fue que su cabezazo lo detuvo bien Bernabé, si bien eso alentó los corazones de los zaragocistas presentes y de los que seguíamos el partido a través de la televisión.
Larra jugó sus mejores minutos en lo que va de temporada y por ahí continuó llegando el poco peligro que se generó por parte de los aragoneses. Un chut suyo también llevaba buenas vibraciones aunque Bernabé demostró estar atento y saber cumplir muy bien con su deber.
Cuando apenas quedaban quince minutos se produjo la noticia de la tarde. No hablamos de la entrada de Vada, ni de la de Mollejo. No. Nos referimos al regreso de Vigaray a un terreno de juego más de 500 días después de su desdichada lesión en aquel lejano partido frente al Mallorca. Sin duda, una alegría enorme. Sin embargo, la felicidad del momento no se vio acompañada por el juego ni por el fútbol que nos ofreció el equipo. En lugar de estirar el alma, de agrandar el corazón en busca de la victoria, ambos equipos nos regalaron un final de partido por el que está muy feo cobrar entrada. Conservadurismo, pases intrascendentes, pérdidas de tiempo y desgana monumental. No hay derecho y ninguna afición se merece este maltrato por parte de unos deportistas que no solo no han demostrado saber jugar al fútbol sino que llegamos a sospechar que tampoco quieren. No sabe uno qué pensar.
El partido acabó y nadie echó de menos que no se alargase ni un solo minuto, tal fue la chatarra con que nos obsequiaron ambos equipos. El Zaragoza sigue sin mostrar que tiene la gallardía por bandera y el orgullo del que habla su himno. Es desesperante. Es vergonzoso.
Ficha técnica
Albacete BP:
Bernabé; Alvaró Rodríguez, Djetei, Glauder, Julio Alonso (Alcedo, 63); Olaetxea; Dubasin (Juanma, 69), Maikel Mesa, Fran Álvarez (Maestre, 69) (Kawaya, 81), Fuster (Ros, 81); e Higinio.
Real Zaragoza:
Ratón; Larrazabal (Vigaray, 77), Francés, Jair, Fuentes; Francho, Zapater, Molina (Grau, 84), Eugeni (Vada, 77); Simeone (Mollejo, 77) y Gueye.
Goles:
Árbitro:
Ávalos Barrera (Comité Catalán). Amonestó a Jair (21) y Molina (82).
Incidencias:
Partido de la Jornada 19 de LaLiga SmartBank 2022-23 disputado en El Carlos Belmonte, con 5.000 espectadores.
Puntuaciones
Ratón: 2. Realizó dos buenas paradas, pero mostró inseguridad.
Larra: 3. Empezó muy desorientado. Después, con buenos apoyos, jugó un buen partido.
Jair: 2. Discreto en su corrección.
Francés: 2. Correcto en su discreción.
Fuentes: 2. Moderadamente incierto, se ajustó con el paso de los minutos.
Zapater: 3. Trabajador y presente en todo el partido.
Manu Molina: 2. Cumplió y quiso ser protagonista.
Francho: 2. Dinámico y muy activo.
Eugeni: 1. No dio sensación de conocer su papel. Diluido.
Giuliano: 1. Muy poco protagonista. No mezcló bien con Pape.
Pape: 1. Tuvo un gol. Muy lejos del área. No mezcló bien con Giuliano.
Mollejo: 1. Intrascendente y poco acertado en sus acciones.
Vada: 1. Ausente, alejado del juego.
Vigaray: 1. La gran alegría de la noche. Apenas participó.
Grau: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
