CD Mirandés 2 – 0 Real Zaragoza | Crónica

CD Mirandés 2 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Humo sobre humo

Si un entrenador no busca llenar el vacío con palabras mentirosas en la rueda de prensa podemos decir que ya está todo dicho. Y eso sucedió ayer, minutos después de cerrar el Real Zaragoza, una vez más, un vergonzoso episodio de su historia.  La derrota ante el Mirandés, el equipo con más acné del fútbol profesional, duele por justa y por nítida.

Veníamos de una llanura amable, de dos victorias alegres y nos comimos un plato de morcilla “delgadilla” que se nos atragantó desde el principio. Carcedo repitió equipo, pero los muchachos no tradujeron ni una línea del guion necesario, mostrando una incapacidad y una flaccidez de ánimo que hizo posible que los burgaleses se impusieran desde el principio. Su gallardía, su tesón, su potencia de ánimo y su voluntad de vencer fueron las herramientas que utilizaron para doblegar a un Zaragoza pusilánime, delgado de deseo y quebradizo. En ese escenario solo podía actuar, y muy bien, un protagonista: el Mirandés.

Salvo una única acción de Giuliano al comienzo, el partido fue una grandiosa interpretación de fútbol total por parte rojilla. La velocidad de los chicos de Etxeberria les permitió superar en todas las acciones a los de Carcedo, que más parecían jugadores de futbolín que atletas construidos para la pugna. Y eso se pagó. Hasta que llegó el tanto local, producto de un torpe gesto de Lluís López, el Mirandés disfrutó de varios momentos en los que acarició el gol. Solo la magistral actuación de Cristian, mágico una tarde más, impidió hasta en cuatro ocasiones la celebración local. El partido se moría de ganas de caer en brazos de los de casa.

El primer golpe a la mandíbula llegó en el minuto 29 y lo hizo por la banda izquierda, que ayer fue un páramo mal habitado por Mollejo y Gabi Fuentes, muy desactivados ambos. El zaragozano Raúl Parra, muy motivado toda la tarde, puso un balón en el área pequeña y Lluís López lo rozó para acabar en la red blanquilla. La jugada tonta y dolorosa de la tarde.

El Zaragoza limpió algunas telarañas de su mente y trató de activar algunos dispositivos futbolísticos. Eso le permitió llegar hasta la puerta de Herrero, pero ni Molleho ni Vada estuvieron afinados en sus acciones. Quienes sí mostraron los párrafos de su libreto fueron los chicos del Mirandés, que prosiguieron leyendo con voz firme y segura lo que traían escrito del vestuario. Un cabezazo de Pinchi, el verdugo, y un remate del otro zaragozano del equipo burgalés, Roberto López, no acabaron en el fondo del abismo de Cristian porque este es el mejor portero de la categoría y lo impidió.

La segunda parte pudo empezar bien si Giuliano hubiera embocado un pase de Bermejo, pero su remate se fue alto por la dificultad de su ejecución. Poco le duró el ímpetu al Zaragoza, porque en el minuto 50 de nuevo Pinchi batió a Cristian tras una jugada simple y deficientemente defendida por, entre otros, los centrales que ayer fueron dos flanes sin azúcar. Así, el 2-0 se dibujó en el cielo zaragocista como un nubarrón capaz de ocultar cualquier rayo de sol. Y las decisiones de Carcedo aún añadieron más sombra al partido.

Tras un gol anulado a Simeone por claro fuera de juego, el entrenador riojano puso en el campo a Francho, Iván y Larra, buscando mejores ajustes y más energía. Algo de eso logró, sobre todo con los dos aragoneses, claramente mejores que sus compañeros sustituidos, Grau y Mollejo, pero no fue suficiente para levantar un partido que pesaba mucho en el ánimo del equipo, totalmente hundido anímica, física y futbolísticamente hablando.

El tramo final, con Eugeni y Gueye completando los cambios, fue un relato sin puntos ni comas. El Mirandés pudo redondear una tarde para recordar si Cristian y el poste no lo hubieran evitado. Por parte zaragocista, algunos gestos voluntariosos como los dos remates del senegalés y alguna acción con sello de la casa de Iván Azón, pero sin acierto. O peor: sin alma. El choque finalizó con una dolorosa derrota que señala con el dedo de la impotencia a varios jugadores y determina la necesidad de que Carcedo busque soluciones diferentes a situaciones distintas para afrontar un campeonato que se anuncia largo y diagonal.

Ficha técnica

CD Mirandés:
Herrero; Parra (Santos, 76), Raúl Navas, Álex Martín, Salinas; Prados (Javi Serrano, 76), Oriol Rey; Roberto López (Juanlu, 76), Pinchi (Manu García, 63), Marcos Paulo (Castillo, 88); y Raúl García.

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez (Larrazabal, 59), Lluís López, Jair, Fuentes; Grau (Francho, 59), Molina (Eugeni, 76); Bermejo (Gueye, 79), Vada, Mollejo (Azón, 59); y Simeone.

Goles:
1-0, min. 30: Lluís López, en propia puerta. 2-0, min. 48; Pinchi

Árbitro:
Fuentes Molina (Comité Valenciano). Amonestó a Raúl Navas (24), Roberto López (43), Grau (53) y Manu García (87).

Incidencias:
Partido de la Jornada 7 de LaLiga SmartBank 2022-23 disputado en Anduva, con 5.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 5. Fue el mejor de muy lejos. Interpretó varias paradas antológicas.
Gámez: 1. Desganado. No engranó ni conexiones ni gestos defensivos.
Jair: 1. Frágil y desubicado.
Lluís López: 1. Falló en el primer gol y se mostró inseguro.
Gabi: 1. Errático e insustancial.
Grau: 1. No se encontró a sí mismo.
Manu Molina: 1. Desorientado y fuera del partido.
Mollejo: 1. No ocupó los espacios ni halló caminos transitables.
Bermejo: 1. Muy individualista y alejado del equipo.
Vada: 1. Empezó bien, pero se fundió en la nada.
Giuliano: 2. Trabajador y luchador, aunque muy aislado.
Francho: 2. Le dio dinamismo al equipo. Pidió su vuelta al equipo.
Iván Azón: 2. Contribuyó a la amenaza al contrario. Le faltan partidos.
Larra: 1. Lento y oculto en la banda.
Eugeni: 2. Trató de adelantar al equipo en el campo. Algo acelerado.
Gueye: 1. Remató un par de veces y movió a la defensa.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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