Real Zaragoza 2 – 0 FC Cartagena | Crónica
Y mientras vivas
Cae el telón del penúltimo acto de la temporada 22-23 en La Basílica. Un día después de ser presentado el anteproyecto de la nueva Romareda, el Real Zaragoza confirmó el camino que pretende recorrer en el futuro próximo para afrontar el camino de regreso a casa. Lo hizo con un libreto que se ha aprendido con la profesionalidad necesaria, el esfuerzo preciso y el talento adecuado. No es una obra menor, pues si algo hemos aprendido los zaragocistas es que en este campeonato no valen los fuegos de artificio ni las fallas mediocres, sino el trabajo, las ideas claras y la certeza en las propias posibilidades. Y como muestra, el partido que ayer disputó ante el temido Cartagena. El equipo mediterráneo, uno de los mejores fuera de casa, cayó con justicia y murió en la orilla de un sueño posible porque enfrente tuvo a un Zaragoza sólido, serio y comprometido. Vamos a ello.
Sin Giuliano ni Gámez por lesión y con la vuelta de Cristian y Francés, Escribá dibujó un plan que no se salía ni una línea del diseñado hace unos meses. Un planteamiento que favoreció que la primera parte fuese una charca de agua estancada con pocos batracios pululando por ella. Los que se jugaban la vida no daban una a derechas y los que lo tenían todo hecho no pugnaban con ardor porque no lo necesitaban. Poco fútbol, poca ideología, ningún gesto artístico. Los minutos se acomodaban a las rachas del suave cierzo que acompañó la tarde y aunque había mucho por lo que pelear, quien sujetaba el choque era el equipo aragonés.
En una de esas jugadas que marcan el signo de los tiempos nos encontramos por el camino con un gol inesperado. Tras una bonita combinación que acabó en córner, Bebé lo botó y Poveda, de preciso cabezazo, marcó en propia puerta. Fue un bofetón descomunal que el Cartagena acusó con estrépito, de lo que se aprovechó el Zaragoza para sostener el partido con rigor y ordenado oficio. Y aún pudo ampliar el tanteo si Vada hubiera estado más fino en un remate con todo a favor que desperdició con un mal gesto técnico.
Hasta el descanso, placidez blanquilla y bloqueo cartagenero. El equipo de Carrión se murió en sus propias aguas, polvorientas y escasas, y esas olas mortecinas le llevaron hasta la caseta con un gesto de impotencia y desánimo evidentes. Ante semejante paisaje, el entrenador forastero cambió a Valle por Ureña, buscando agitar el horizonte, pero quien siguió gobernando el match fue el Zaragoza. Bebé se puso las botas corriendo la banda y mareando a sus oponentes, aunque no encontró el hueco adecuado para romper la red de Escandell. A punto estuvo de hacerlo en el lanzamiento de una falta, pero el portero respondió con una buena acción.
El Cartagena se jugaba todo. Eso nos dijeron; eso parecía. No obstante, no estuvo a la altura de las circunstancias. Necesitaba la victoria para amenazar al Albacete y propiciar un final de temporada en dura pugna por los play-off, y esa razón de ser se manifestó por primera vez en el minuto 52, cuando Feulliaser dispuso de una ocasión dorada. No lo logró, pero ahí se organizó el lío de la tarde. Nieto lo derribó, se pidió penalty, el árbitro no lo otorgó, arreciaron las protestas, el VAR intervino, el árbitro acudió a la pantalla, la incertidumbre indignó a la grada, los minutos corrían y cuando todo apuntaba al punto de penalty, García Verdura determinó que antes de la caída del delantero argentino Poveda había golpeado a Francho con el codo. La monda.
El partido se puso el pijama ayudado por el Zaragoza y los minutos no corrían, sino que se paseaban con mucha calma por el césped de la Romareda. Carrión cambió a cuatro jugadores en dos ventanas y dispuso a sus muchachos en formación de ataque a la desesperada. Eso lo aprovechó el equipo aragonés, quien también había movido fichas dando entrada a Puche, Mollejo y Vigaray, muy aplaudidos estos dos. Y ahí comenzó un baile de voy y vengo del que sacó rédito el equipo zaragocista. Como los murcianos no veían puerta y dejaban su retaguardia desguarnecida, los de Escribá se vistieron de tiros largos y a ello jugaron. Fue una bonita noticia volver a comprobar que Vigaray tiene una clase excepcional y que solo las malditas lesiones han destrozado una carrera que podría haber sido de alto nivel.
El Zaragoza llegó en varias ocasiones al territorio de Escandell, pero Azón no alcanzó a asistir a sus compañeros con justeza. Ese fue el único debe del equipo, no rematar las jugadas de tiralíneas que era capaz de generar. En medio de semejante avispero futbolístico la mejor ocasión la tuvo Bebé, quien recibió un precioso pase largo de Vigaray, pero su larga carrera no tuvo buen final, pues su disparo rebotó en el lateral de la red. Afortunadamente, la tarde tenía rostro de león. Bermejo, que está protagonizando un final de temporada de gran nivel, se atrevió con todo y con todos y se sumergió en el área cartagenera. Allí fue derribado por Jairo y el árbitro, aunque hubo VAR por aquello de afinar, decretó penal. No estaban ni Bebé ni Vada, los dos especialistas, así que fue el propio Bermejo el que lo ejecutó, batiendo a Escandell con un buen chut a la escuadra.
Himno, alegría y, sobre todo, calma para preparar una temporada que ya asoma por la esquina del futuro.
Ficha técnica
Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Larrazabal (Vigaray, 79), Francés, Jair, Nieto; Francho, Grau; Vada (Mollejo, 68), Bebé (Zapater, 88); Bermejo y Azón (Puche, 79).
FC Cartagena:
Escandell; Calero (Jansson, 75), Alcalá, Kiko Olivas, Martos (Jairo, 63); Musto (Ferreiro, 75), Pepé; Feuillassier (Ortuño, 63), De Blasis; Borja Valle (Ureña, 46) y Poveda.
Goles:
1-0, min. 27: Poveda, en propia puerta. 2-0, min. 96: Bermejo, de penalti.
Árbitro:García Verdura (Comité Catalán). Amonestó a Cristian Álvarez (89).
Incidencias:
Partido de la Jornada 40 de LaLiga SmartBank 2022-23 disputado en La Romareda, con 17.500 espectadores.
Puntuaciones
Cristian: 4. Seguridad y oficio.
Larra: 3. Correcto y cumplidor.
Francés: 4. Excelente regreso. Firme y presente.
Jair: 4. Grande por arriba y gobernante en todo.
Nieto: 4. Está en un momento enorme. Lo hizo todo bien.
Jaume: 3. Discreto pero ordenado en todas sus acciones.
Francho: 3. Respondió a todos los retos. Sin brillo, pero con limpieza.
Vada: 1. Oculto tras su propia sombra. No está afinado.
Bermejo: 4. Vive un momento de esplendor. Algo irregular, las cosas le salen.
Bebé: 4. Lo intenta todo y amedrenta en cada acción.
Azón: 1. Tuvo mucha presencia, pero estuvo inexacto.
Puche: 2. Como siempre, corrió y pugnó con todos.
Mollejo: 2. Vuelta a la vida. Se le recibió con cariño y se batió el cobre.
Vigaray: 3. Muy aplaudido, protagonizó varias acciones de alto nivel.
Zapater: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
