Cádiz CF 0 – 4 Real Zaragoza | Crónica

Cádiz CF 0 – 4 Real Zaragoza | Crónica

Siempre un nuevo día

Un oasis es un entorno pequeño si lo comparamos con la infinitud de un desierto. Sin embargo, significa vida donde solo hay desolación. Vislumbrar el nacimiento de un torrente de agua en medio del polvo y el fuego se parece a un domingo por la mañana. Y eso fue el Real Zaragoza ayer en Cádiz. Una taza de café helado bajo el sol de verano. Una ola que golpea tu pecho. Una caricia de brisa de montaña. Lo vivido en el Nuevo Mirandilla es lo más parecido al fútbol que recordamos a orillas del Ebro. Han sido cuatro años de agonía. Sea, pues, el comienzo de un sueño.

La prensa gaditana utiliza expresiones como “repaso de aúpa”. Esto significa que el equipo de Víctor Fernández lo hizo bien. Muy bien, es decir. Y es preciso notar que la fiesta se apresuró. Aún no se había cumplido un minuto y Liso ya anunció que no solo sabe pescar. También que su caña es muy larga y rápida en el lanzamiento. Era un fogonazo que presagiaba el incendio que se venía. Era una luz joven que nos mostraba buenas combinaciones, rapidez en la circulación, conexión entre líneas. Y talento, sí, para ejecutar las acciones.

Un equipo en construcción. Faltan varias piezas sustanciales. De alto rango, se nos dice, pero con un esqueleto definido, con gesto de narración ya escrita. Eso es el Real Zaragoza. Y hablamos de talento porque goles como el primero no son solo fruto de esquemas, tácticas o sistemas. Son modelo de definición, calidad y sabiduría. Un chut lejano de Soberón digno de grandes escenarios se convirtió en el 0-1. Fue la primera sonrisa del zaragocismo, de los presentes en la Tacita y de los alojados ante sus pantallas.

Cuando más tarde, en el minuto 42, Soberón remató inteligentemente un centro de Calero y firmó el 0-2 ya llevábamos cuarenta minutos disfrutando de un fértil y dinámico periodo. En su seno el equipo aragonés había pintado un lienzo con media docena de magníficas pinceladas. El resultado podría haber sido memorable, pero lo importante no era el score, sino las melodías que los chicos interpretaron. Delicadas, profundas, vitales. Esos adjetivos hemos leído y escuchado en estas horas de boca y pluma de los medios aragoneses. Todos ajustados a la verdad.

Víctor alineó a siete de los nuevos fichajes. Todos excepto Aketxe y Gori. Y por ahí llegó el nuevo viento. Una transparente brisa que arrinconó el pasado y dio paso a un futuro que aún está por llegar. La extraordinaria lección de juego fue posible por la fe en una idea y por la finura en la práctica de un plan incontestable e incontestado. Solidez en la muralla, osadía en las veredas laterales, fortaleza en la sala donde nace el fútbol, velocidad en la vanguardia.

En el descanso Paco López se echó al monte y agitó a sus peones. Nada importó. El Cádiz puso vallas de madera alrededor del área zaragocista pero solo el mordisco de Iza asustó. Poussin, el Incierto, sustituto de Femenías, lesionado, limpió las esquirlas del disparo. La trinchera permanecía inmaculada. Balones al aire, olas revueltas pero débiles. La grada, entre tanto, iracunda contra sus generales. Así era más fácil sujetar la debilitada marejada enemiga.

Se movió el banquillo del Ebro. Hubo cambio de remeros: Aketxe por Soberón, grandioso, y Jair por Vital, desgastado. Este último movimiento, envuelto en los nubarrones de una previa tormentosa: el portugués mostró un perfil honesto y reconoció que había niebla en su cabeza. Es un profesional y cumplió. No fue suficiente este envoltorio, así que Víctor arrimó a Luna junto a Calero, que luchaba en soledad contra dos gigantes. También inscribió a Azón por Bazda, agotado de esperar el fin.

La entrada de los zagales abrió la tajadera y el agua corrió por territorio amarillo. La primera de las galopadas acabó en las botas de Aketxe tras asistencia de Keidi Bare. Su chut, delicado y bien dirigido, acabó en gol. No lo celebró, pues vivió un tiempo de corazón amarillo, pero su sonrisa habló por encima de aspavientos. Era suficiente ese 0-3, aunque aún quedaba algún golpe de remo.

Este llegó con la útima marea. Un centro de falta provocó un remolino de torpes gestos en el área de Caro. Nadie supo resolver y allí se unieron los resortes de la fortuna para que el balón cayera a los pies de Luna. En medio de la noche la luz brilló blanca y así logró su primer tanto profesional. Muchos goles, ancha distancia ante un rival con mirada poderosa. Gozosa victoria que anuncia un largo y tortuoso camino pero en cuyos recodos duerme la esperanza.

Ficha técnica

Cádiz CF:
Caro; Isaac, Fali, Chust (Glauder, 46), Matos (Zaldúa, 46); Álex Fernández, Diakité (Alcaraz, 46); Alejo (Ocampo, 59), Chris Ramos, Sobrino (Eyong, 87); y Roger.

Real Zaragoza:
Femenías (Poussin, 56); Calero, Lluís López, Vital (Jair, 63), Tasende; Aguado, Keidi Bare; Bermejo (Luna, 80), Soberón (Aketxe, 63), Liso; y Bazdar (Azón, 80).

Goles:
0-1, min. 13: Soberón. 0-2, min. 43: Soberón. 0-3, min. 83: Aketxe. 0-4, min. 90: Luna.

Árbitro:
Arcediano Monescillo (Castellano-manchego). Amonestó a Sobrino (8), Vital (35), Fali (45), Keidi Bare (64).

Incidencias:
Partido de la Jornada 1 de LaLiga Hypermotion 2024-25 disputado en el Nuevo Mirandilla, con 15.000 espectadores.

Puntuaciones

Femenías: 3. Poco trabajo resuelto con limpieza.
Calero: 4. Muy presente y activo. Bien proyectado en ataque.
Lluís López: 4. Impecable en defensa.
Vital: 3. En difícil situación, cumplió con seriedad.
Tasende: 4. Vertical y audaz en ataque.
Keidi Bare: 5. Magnífico. Es consistente e inteligente.
Aguado: 4. Rápido y muy bien ubicado.
Bermejo: 3. Centrado y adecuado en el control.
Liso: 4. Valiente y muy dinámico. Le faltó el gol.
Soberón: 5. Extraordinario. Goleador y talentoso.
Bazdar: 3. Tiene detalles muy interesantes. Trabajador.
Poussin: 4. Cumplió con creces.
Aketxe: 4. Llegó y goleó. Su zurda, un manjar.
Jair: 3. Profesional y comprometido.
Luna: 4. Equilibró el partido y goleó.
Azón: 3. Luchador y decidido.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.