En mi última crónica me declaré “pesioptirealista”, un término que refleja muy bien mi estado de ánimo y, sospecho, el de miles de zaragocistas. Y la mejor prueba es que anoche nos acostamos con una bobalicona sonrisa después de haber degustado una victoria que durante muchos minutos de la primera parte advertimos imposible.
El Real Zaragoza derrotó a un superficial Eldense que, sin embargo, pese a su endeblez, mareó durante varias fases al ciclotímico equipo aragonés. Una victoria que no esconde debilidades pero que tampoco oculta fortalezas. Las primeras, traducidas en la endeblez defensiva y la flojera en algunas disputas. Las segundas, expuestas a través de ese lingote de oro que llamamos “gol”.
Víctor, en una sustanciosa rueda de prensa previa al partido, desgranó varios capítulos de sapiencia futbolística y permitió a la hinchada y a los medios suponer que habría cambios en la alineación. Y los hubo. Por primera vez en la temporada apostó por un dibujo que algunos llaman rombo con tres centrocampistas, Marc, Aker y Francho, y una disposición novedosa de sus jugadores. Sin embargo, la propuesta muy pronto se mostró inadecuada. Fundamentalmente en el edificio defensivo. El Eldense, básico y rápido, muy pronto se puso el traje y la corbata de jefe y se dispuso a acotolar a los de Víctor. Y lo lograron.
Minuto 11. Un balón vuela de costado a costado del campo levantino. Allí, donde nadie con un escudo de un león en el pecho habitaba, recogió el regalo Víctor García. Galopó unos metros sin nadie que lo encorriera y cuando lo consideró envió el balón al corral de la defensa donde apareció Ortuño. El gol fue de manual. Fue un bofetón y lo peor estaba por llegar. Durante veinte minutos el equipo alicantino repitió el esquema y mareó a los zaragocistas hasta en cuatro ocasiones. Lo mejor: que lo fallaron todo. Y que Gaetan volvió a demostrar que es un buen portero capaz de realizar buenas paradas, como la del minuto 35.
La otra cara de esta falsa moneda que es a veces el Zaragoza fue el tino con que los jugadores blanquillos desarmaban la salida del Eldense. En tres ocasiones robaron el cuero en la salida de la defensa contraria y amenazaron a Mackay. Samed e Iván eran los alfileres de un Zaragoza con pocos argumentos pero cierta picardía. No lograron su objetivo, pero el gol llegaría a la tercera. Marc robó, Keidi recogió el botín y se lo entregó a Samed. Este, driblando al arquero rival, goleó con un chut certero. Tremendo alivio.
Se agitaron las aguas eldenses y los locales fueron a por el segundo tanto. Pudo llegar en una jugada que ya se había repetido antes en varias ocasiones, pero Gaetan lo impidió con una acción bien bonita. Fue la primera de varias ocasiones que erraron los locales por su infortunio y mal hacer. Fortuna para el Zaragoza. Como siempre se dice, quien perdona lo paga y eso ocurrió ayer. En el alargue se produjo una falta lateral a favor de los del león que ejecutó Aker. Perfectamente, por cierto. El balón dibujó una curva mágica, inalcanzable para caer con virulencia buscando la cabeza salvadora de Iván, quien marcó así su tercer gol en tres partidos. Y todos a balón parado. Interesante.
En el descanso Víctor se quitó la mascareta. O eso dice que ocurrió. Sus jugadores lo conocieron, por fin. Quiere esto decir que hubo bronca, reprimenda, cartas sobre la mesa, en fin. Y ningún cambio en las filas aragonesas. Eso sí, varios jugadores se movieron por el césped en otros espacios y con otras misiones y eso, sumado a la seguridad que da ir por delante, le permitió al Zaragoza mantener la calma y un cierto control
Poco duró. Todo pudo cambiar en el minuto 66, cuando Ortuño logró un gol tras error defensivo, sí, defensivo, de Iván. No es un dato baladí. Afortunadamente, fue anulado por fuera de juego capilar (por un pelo, es decir). A partir de ese momento se volvieron a suceder las acciones erráticas y erradas del Eldense, que no empató porque sus chicos no acertaron en las varias ocasiones que se dieron. Inquietud.
Víctor no dejó de buscar soluciones a un partido que llevaba camino de encontrar el despiste defensivo letal que acabase con la ventaja. Puso en el campo a Marcos, Adrián y Alberto y mandó al banco a Iván, Samed y Francho. La energía de los nuevos amortiguó un poco el ímpetu del Eldense pero en fútbol todo vale. Incluso ser torpe. De eso, de cierta indolencia, pecó Marcos, que en una jugada insustancial creyó que el balón salía fuera, pero no fue así. El banderín de córner lo impidió y la jugada posterior acabó en falta en contra. Peligrosa, como siempre que el ejecutor es Marc Mateu. Su centro, medido y preciso, acabó en la cabeza de Youness, que le birló la cartera y el móvil a toda la defensa zaragocista. Empate.
Sonaron cornetines y trompetas y el espíritu de este Zaragoza tocó a rebato. Se produjo una reacción de pura rasmia y llegaron los mejores minutos. Keidi pudo marcar el 2-3 pero su chut le salió centrado y fácil. Quien no falló fue Adrián. Un balón recuperado le llegó a Marcos, quien enmendó su error del segundo gol del Eldense con un pase de categoría a Adrián. “Fisher” no se lo pensó. Se miró a sí mismo e hizo de él, de relámpago vertical. Su carrera la finalizó con un zurdazo que acabó en la red contraria, logrando así su primer “goal”.
De ahí hasta el final, manejo de los tiempos y las maneras. Si bien el Eldense pudo haber empatado en alguna de sus agonizantes últimas acciones, no ocurrió. El Zaragoza supo, ayer sí, jugar a no jugar e incluso pudo haber logrado el 2-4 si Alberto hubiera enfocado bien un chut que le salió demasiado diagonal o un segundo disparo que falló, demasiado empeñado en el gol, a pase de Marcos.
Final, pues, feliz. Y segunda posición en la clasificación. Eso es irrefutable y debe propiciar que se afronte la jornada que injustamente celebrará el Zaragoza el próximo sábado ante un alegre Castellón.
CD Eldense:
Mackay; Víctor García, Youness, Nacho Monsalve, Martos (Sixtus, 87); Sergio Ortuño (Geraldes, 60), Chapela, M. Mateu; Quintana (Bernal, 60), Jorquera (Simo, 79); y Juanto Ortuño (Ropero, 79).
Real Zaragoza:
Poussin; Calero, Lluís López, Kosa, Clemente; Aguado (Moya, 85), Francho (Luna, 67), Keidi Bare; Aketxe (Bermejo, 80), Bazdar (Liso, 67) y Azón (Marí, 67).
Goles:
1-0, min. 11: Juanto Ortuño. 1-1, min. 33: Bazdar. 1-2, min. 45+3: Azón. 2-2, min. 71: Youness. 2-3, min. 80: Liso.
Árbitro:
Arcediano Monescillo (Castellano-manchego). Amonestó a Víctor García (45+2), Keidi Bare (65), Calero (74) y Kosa (89).
Incidencias:
Partido de la Jornada 11 de LaLiga Hypermotion 2024-25 disputado en el Pepico Amat , con 4.000 espectadores.
Gaetan Poussin: 4. De nuevo buen partido, con parada estelar incluida.
Iván Calero: 2. Discreto y algo inexacto.
Lluís López: 2. Cumplidor con algunas dudas.
Sebastian Kosa: 2. Se le nota falto de sitio. Inmaduro.
Enrique Clemente: 2. Empezó inestable y poco a poco se centró.
Keidi Bare: 3. Su primera parte, irregular. Luego se ubicó. Asistió.
Marc Aguado: 3. No empezó bien pero tuvo gestos muy serios.
Francho Serrano: 2. Luchó y trabajó.
Aker Aketxe: 3. Su centro de gol, majestuoso. Va engranando.
Iván Azón: 4. Ser goleador otra vez tiene un gran valor.
Samed Bazdar: 4. Golear es lo suyo. Y mostrar cada vez más sustancia.
Marcos Luna: 3. De nuevo dio muestras de su talento, salvo un error.
Adrián Liso: 4. Salió, desestabilizó al contrario y goleó.
Alberto Marí: 3. Cada vez más cerca del gol, aún se le resiste.
Toni Moya: S. C.
Sergio Bermejo: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello