Partido próximo a nefando el que enfrentó ayer enfrentó al Real Zaragoza con el Albacete. Lo escribo porque causa horror hablar de él. Por lo que vimos y por lo que intuimos que ocurría oculto bajo el manto de la niebla.
El choque soporta varios análisis. De todos ellos extraemos dos ideas: una, que algunos jugadores no se encuentran a sí mismos; dos, que los navíos navegan desorientado, como en “Master and commander”. La proa señala horizontes errados y el velamen no se ajusta al viento que necesita el equipo. La conclusión nos deja vacíos.
De todo ello es consciente el entrenador y lo saben los jugadores. De todo ello habla la afición, ese enorme corazón blanquillo que bombea sangre azul con la poca fuerza que le queda. Con la enorme voluntad de no darse.
Víctor ordenó a sus jugadores de forma diferente con la inclusión de un tercer centrocampista. Toni Moya se sumó a la causa y eso obligó a distribuir a los chicos con vocación de rombo. Ahí había dos futbolistas con libertad para transitar, Aketxe y Bazdar, pero al Albacete le sentó muy bien la invitación. Al equipo más goleado de la categoría, a los herederos del Queso Mecánico, les gustó lo que les proponían.
El Zaragoza no encontró las palancas para afrontar un partido diseñado para desarrollar la novedosa idea del mister. Las líneas maestras del plan se emborronaron con la incapacidad para interpretarlas y fue entonces cuando el Albacete se lo tomó en serio. Tras dos o tres aproximaciones descubrió que los senderos laterales del contrario eran una opción que merecía la pena explorar. Y a ello se encomendó.
El Albacete se dejó ver con desvergüenza, fragmentó la torpe disposición defensiva del Zaragoza y hundió el balón en las llanuras blanquillas. En esos minutos, los que van del 12 al 16, el cuadro de Alberto González rozó el gol, pero la madera le negó a Higinio hasta en dos ocasiones el honor y el placer de acariciar las legendarias redes de una de las porterías de La Basílica. El salto un tanto ridículo de Poussin en la primera y el despeje algo grotesco de la segunda ilustran la paupérrima capacidad defensiva de este grupo.
El equipo aragonés soñó con zafarse del dominio forastero. Lo buscó por el lateral derecho, con acciones iluminadas por Luna y maquilladas con la energía de Francho. Sus aportaciones, sin embargo, solo eran culminadas con chuts alejados del centro de gravedad del gol. En ocasiones Bazdar y en otros momentos, Aketxe pero solo el fino jugador vasco estuvo cerca de lograr un bellísimo tanto. Lizoain, muy bien, le aceptó el envite con una espléndida parada.
Cuando el partido estaba viviendo su momento de mayor equilibrio llegó la lesión de Bazdar. El zagal, que poco a poco se había acercado a un estado de cierta disposición ofensiva, se rompió y con él, la idea de Víctor.
Tras el descanso la reblada grada recibió a su equipo con la esperanza de que este sabría romper el relato del Albacete y ofrecer un diálogo más favorable a sus intereses. Algo de eso hubo. Más energía, acciones más verticales y un mayor dinamismo en las combinaciones.
Aketxe se hizo dueño de la circulación, pero esto, que siempre es una buena noticia, no lo es tanto en este Zaragoza que se encuentra más cómodo en las praderas de Oklahoma que en el cañón de Añisclo. Incapaz de romper la tela de araña del Albacete, sus pocas jugadas de ataque morían casi antes de nacer. Un chut fláccido de Aketxe, triangulaciones interminables y, por tanto, estériles y muy poco más.
Se lesionó Higinio, el delantero de los dos postes, pero eso no acotoló a los manchegos. El Albacete siguió hilando jugadas con el algodón de su descaro y cada una provocaba el solimán en el zaragocismo. Como muestra, el tercer poste. Ahora fue Quiles el que probó el sabor de la madera, lo que no impidió que poco después sufriera un codazo producto de la torpeza de Tasende. Penalty. Gol. Hundimiento.
Si había boira, se sumó la oscuridad. El banquillo técnico buscó soluciones, pero algo que se está haciendo realidad en este equipo es que los cambios no mejoran lo que hay. Por ejemplo: Adu Ares había entrado por Francho y el equipo se dobló sobre sí mismo. Que Liso abundase por la derecha no abrió la cobertura contraria y los conceptos no llegaban a la pizarra mental de los zaragocistas. De ahí hasta el final, un bosque de incompetencia, mil laderas de inoperancia.
Y fin. Hasta ayer se había puesto el acento en la ambigüedad defensiva, aunque nos agarrábamos a la fertilidad goleadora. Sin embargo, en estos momentos, algo nos dice que el problema es que no hay buena comunicación entre los emisores y los receptores. Por el contrario, parece que la cobertura es muy mala. Un problema que amenaza con empujarnos a Territorio Temor.
Real Zaragoza:
Poussin, Luna, Lluis López, Vital, Tasende; Moya, Francho (Adu Ares, 65), Bare (Alberto Mari, 81); Aketxe, Bazdar (Liso, 41); y Azón.
Albacete BP:
Lizoain; Javi Rueda, Jon García, Lalo, Juan Mari Alcedo; Riki, Agus Medina (Rai Marchán, 89), Pacheco (Lazo, 77); Juanma (Javi Villar, 77), Higinio (Morcillo, 59) y Quiles (Álvaro Rodríguez, 89’).
Goles:
0-1, min. 74: Quiles, de penalti.
Árbitro: Guzmán Mansilla (Andaluz). Mostró amarillas a Javi Rueda (47), Lluis López (54), Francho Serrano (55), Tasende (73), Luna (89).
Incidencias:
Partido de la Jornada 17 de LaLiga Hypermotion 2024-25 disputado en la Romareda, con 17.000 espectadores.
Poussin: 2. Justo e inquieto en sus acciones.
Luna: 3. Incisivo en ataque, aplicado en defensa.
López: 1. Muy escaso de presencia.
Vital: 1. Su declive se ajusta a la pobre realidad defensiva del equipo.
Tasende: 1. Son demasiados errores y faltas de aplicación.
Keide Bare: 1. Le falta finura u concreción.
Francho: 3. Trabajador y participativo.
Toni Moya: 2. Correcto y bien posicionado.
Aketxe: 3. Próximo a su realidad, contribuyó con su toque pero algo lento.
Bazdar: 3. Buscó y encontró movimientos inteligentes. Trató de golear.
Iván: 2. Lo luchó todo y estuvo en todas, pero algo inconcreto.
Liso: 2. Buscó su banda y la transitó. Le faltó asistir.
Adu Ares: 1. Amaga pero no consigue cerrar las jugadas. Superficial.
Marí: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello