Real Zaragoza 2 – 2 Tenerife CD | Crónica

Real Zaragoza 2 – 2 Tenerife CD | Crónica

Miedo al terror

Error, Lluís. Es un error decir que lo que expresa el respetable no es lógico. Error, Miguel Ángel. Es un error no considerar la identidad de un club. Error, Real Zaragoza. Es un error alejarse del alma cuatribarrada y el corazón blanquillo.

La vieja Romareda, mi querida Basílica zaragocista vivió ayer un episodio inaudito en la larga historia de uno de los clubs más importantes de las Españas. Y es que la afición zaragocista estalló en un grito unánime expresando su rechazo a un entrenador que solo llevaba un partido y medio como míster.

¿Qué sucedió para que todo esto ocurriese? Varias cosas. En primer lugar que MAR alineó un equipo que se daba de bofetadas con la esencia del Zaragoza. En segundo, que los jugadores se hundieron en su angustia y protagonizaron una primera parte desastrosa. En tercer lugar que el Tenerife, el peor conjunto de la categoría hasta ayer, le dio un baño vergonzante y llegó a ir 0-2 cuando en toda la temporada solo había conseguido tres puntos fuera de casa. Y por último, que el espíritu conservador y timorato del equipo técnico acabó con la paciencia de la afición.

El partido fue una invitación al sonrojo. El equipo canario muy pronto se dio cuenta de que allí había carne que degustar y le metió el miedo en el cuerpo, más miedo, a los jugadores del león con un primer gol, en esta ocasión de Gallego, que afortunadamente fue anulado. Muy mala pinta. A partir de ahí, la congoja se adueñó de los chicos del Ebro y todo fue a mal. Ni un pase, ni una jugada, mil equivocaciones, pasividad, lentitud, mala colocación, nerviosismo… Podríamos hacer una playlist de la ineptitud.

El Tenerife, ya lo hemos dicho, se lo creyó muy pronto y así llegó el primer gol. Ahora sí, legal. Mientras el grueso del incapacitado ejército se quedaba contemplando la luna, Waldo Rubio encaró la meta de Poussin a la velocidad del rayo, dejando a Nieto atascado en su lenta carrera y activó un chut seco y metálico que el portero francés se tragó recordándonos de lo que es capaz. Un gol que supo a tormenta.

La grada despertó y como ahora ya no hay paraguas, léase Víctor, los chuzos cayeron de punta sobre todo Dios: jugadores, técnicos y hasta directiva. No se salvó nadie. El sistema, ese canto del cisne al que se agarran los malos entrenadores (no me refiero a MAR, hablo en general), fracasó estrepitosamente. Y algo debió ver el mister canario, porque en el descanso quitó a Aguado y Ares y sacó a Liso y al nuevo en la clase, Arriaga.

Mantuvo su esquema de muchos defensas y aunque hubo algún destello del jugador hondureño aquello no mejoró. El Zaragoza no llegaba. Ni siquiera se asomaba al área del estimado Badía. Los minutos pasaban y el partido se iba a tierras chicharreras sin remisión. Para meter más electricidad a los rayos que ya caían sobre su cabeza, Ramírez quitó a Keidi y Aketxe y puso a Moya y Bazdar. Nada que objetar salvo que sostuvo sus trece con la defensa de cinco, que no era sino una invitación a que el Tenerife lo intentara de todos modos.

Ese fue el momento, cuando los presentes en el campo zaragocista entonaron el “Ramírez vete ya” y la coña “Otro defensa, queremos otro defensa”. Demasié, que diría un boomer. Pero aún quedaba lo mejor. Una jugada de flipe por parte de Diarra sirvió para que le hiciera un túnel a Luna y otro a Poussin para lograr el 0-2. La monda. Ahí llegó el “Directiva, dimisión”. Un clamor.

Poco análisis futbolístico se puede hacer del esperpento que estaba gestando el Zaragoza. Sin embargo, en esta categoría y en este fútbol de GPS y drones pueden pasar cosas como lo que ayer vimos. Un córner botado por Moya acabó en el extremo opuesto, donde Bazdar recogió el balón y lo puso en el área pequeña para que Clemente, silbado, abucheado y recriminado en diversos momentos de la tarde, rematase con fuerza y tino para lograr el 1-2. Increíble, aunque lo mejor estaba por llegar. Un minuto después Moya lideró un ataque sencillo y sutil y le dio un balón dulce y jugoso a Azón, que no vaciló en batir a su excompañero Badía con un chut curvo y muy bien colocado. Era el 2-2 y la grada se aplicó en la celebración.

Quedaban quince minutos y aún había tiempo. Sin embargo, los de Ramírez no tienen fe y les falta sujetar la calidad que, por lo menos a algunos, se les supone. Fue el Tenerife el que se echó al monte en busca de la victoria que dos chispazos de los aragoneses les habían arrebatado. No fue, y lo que sí que casi se da fue que Moya lograse el 3-2 en el lanzamiento de una falta que acabó chocando con el poste de Badía. Habría sido la repetición del partido de ida, un golpe mortal para los de Tenerife y un triunfo injusto pero muy nutritivo para los de casa. Lo que quedó, en fin, fue un reparto de puntos que amortiguó un tanto la indignación de la afición zaragozana pero que no deja más que sombras y dudas. El futuro no sonríe.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Gaetan Poussin;  Lluís López (C), Bernardo Vital, Clemente; Marcos Luna, Keidi Bare (Toni Moya, 67′), Marc Aguado (Kervin Arriaga, 45′), Carlos Nieto (Pau Sans, 76′); Ager Aketxe (Bazdar, 67′), Iván Azón, Adu Ares (Adrián Liso, 45′).

Tenerife CD:
Edgar Badía; Mellot, Sergio González (Josep Gaya, 88′), José León, Ramos; Marín, Aitor Sanz (C), Yann Bodiger (Fabio González, 62′), Cantero (Luismi, 61′); Diarra, Waldo Rubio (Marlos Moreno, 81′).

Goles:
1-0, min.39, Waldo Rubio, 2-0, min,69, Youssouf Diarra, 2-1, min,77, Enrique Clemente, 2-2, min,78, Iván Azón.

Árbitro: Andrés Fuentes Molina; Yean Bodiger (Amarilla, 29′), Aitor Sanz (Amarilla, 52′), Alejandro Cantero (Amarilla, 61′), Carlos Nieto (Amarilla, 72′), Josep Gaya (Amarilla, 91′).

Incidencias:
Partido de la Jornada 23 de LaLiga Hypermotion 2024-25 disputado en la Romareda, con 18.500 espectadores.

Puntuaciones

Poussin: 1. Dos goles que pudo evitar.
Luna: 2. Impulsivo pero inexacto.
Vital: 1. Pasivo.
López: 1. Lento y ausente.
Clemente: 2. Goleó pero estuvo irregular.
Nieto: 1. Un desafío de alta intensidad.
Aguado: 1. Desasistido y poco presente.
Keidi: 2. Desubicado y poco conectado.
Ares: 1. No participó en el juego.
Aketexe: 1. No se encuentra.
Azón: 2. Goleó pero anduvo errante.
Liso: 2. Luchó y buscó a la defensa.
Arriaga: 2. Tuvo gestos intensos.
Bazdar: 2. Su clase es innegable.
Moya: 3. Participó en los dos goles.
Pau Sans: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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