Apocalipsis | De 5 en 5

Llegábamos a la jornada diez de Liga habiendo visto de todo un poco como bien relataron los foreros Turanga y Takeda en los anteriores “de 5 en 5”: un equipo limitado pero que comenzó sacando buenos resultados en casa alternando malas actuaciones con grandes partidos como contra el Getafe, un equipo que marcaba en todos los partidos aunque alguna vez resultara ser un esfuerzo inútil y algunos partidos fuera de casa dando buenas impresiones aunque no se consiguieran premios más allá de un empate. Lo que no conseguimos ver y continuamos sin poder hacerlo a día de hoy es ver jugar a Obradovic (y contesto así a una de tus dudas Takeda). El partido de Valencia constató que la defensa seguía siendo la gran debilidad de este equipo y que todo auguraba una línea continua de mediocridad y decadencia con muchos altibajos debido sobre todo a los problemas que esta zona del equipo pudiera ejercer sobre el resto, cosa que se ha cumplido a rajatabla (y contesto así a tu segunda pregunta Takeda). Pero aún había esperanza tras esa derrota porque nuestro siguiente partido era en Málaga, el colista de la competición por aquellas fechas, y el partido podía significar la tocata y fuga de todos los fantasmas que se cernían sobre el equipo, una victoria a domicilio no era algo que se pudiera descartar ante un rival tan flojo. Y llegó el día del partido.

La ilusión nos embargó a muchos cuando vimos por fin aparecer a Goni en una alineación titular de liga tras haberse recuperado totalmente de la lesión (y contesto así a tu tercera pregunta Takeda) pero esa ilusión se fue poco a poco diluyendo ante la tortura visual que el mal juego de los dos equipos nos brindaban minuto tras minuto. El horrible partido pasó a un segundo plano cuando Ewerthon transformó su primer gol de la temporada tras convertir un penalti, primera y única noticia de la presencia de este jugador en la actual temporada ya que, a día de hoy, parece absolutamente perdido para la causa (y contesto así a tu cuarta pregunta Takeda). La victoria parecía cercana, el Málaga no mostraba ninguna muestra de poder conseguir nada debido a su limitado concepto del fútbol pero el castigo para el equipo zaragocista llegó, y llegó por alto, y llegó en un corner, y llegó tras una mala salida de Lopez Vallejo (que, contestando a tu última pregunta Takeda, sí, le ha arrebatado el puesto a Carrizo de forma definitiva hasta hoy), un gol que condenó al equipo a escapar de Málaga con un miserable botín que de todas formas se dio por bueno sin llegar a sospechar que a partir de ese día algo estaba a punto de ocurrir. Tras ese partido se desató…

EL APOCALIPSIS

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. 

Y más cerca está todavía cuando en un partido que se dan todos los condicionantes para salir a morder, que enfrente tienes a un equipo cuya rivalidad viene de lejos, donde la afición acude al campo con el deseo de ganar ese partido por encima de todos, que los resultados hacen que sea un partido vital para poder seguir con vida en la competición liguera, que se debe luchar hasta la muerte por jugar en casa propia de la que ningún punto debe escapar, llega el momento de la verdad y se sale al terreno de juego con la ineficacia, la indolencia y la incapacidad de jugar al fútbol como armamento para la batalla. Ante este panorama no queda otra solución que terminar hincando la rodilla ante cualquier equipo que ponga un poco más de interés en ganar, y eso hizo Osasuna, que practicando un juego ramplón consiguió petróleo, un petróleo bastante barato gracias al gran regalo realizado por el Real Zaragoza.
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.

Y los cuatro jinetes del Apocalipsis aparecieron en Mallorca, uno detrás de otro, el primero y el segundo fueron dos goles de Aduriz, el tercero fue de Mario Suarez y el cuarto el de Keita. En el mismo escenario donde dos años antes se había escrito una de las páginas más negras del zaragocismo el equipo tuvo a bien homenajear ese momento y sin dudarlo se lanzaron de cabeza a la espiral de inocencia e incompetencia necesaria para hacer todos los regalos defensivos que hicieran falta para salir ridiculizados de la isla. Goleada aplastante que dejaba bien claro el futuro por el que iban a discurrir los caminos de un equipo hundido en la más absoluta de las miserias, terriblemente mal planificado, totalmente descompensado y sin ninguna muestra de poder cambiar la dinámica perdedora. Y entonces llegó Marcelino García Toral y abrió el séptimo sello.
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.

Y el zaragocismo estalló, y La Romareda gritó, y silbó y pitó contra el falso profeta, se revolvió, se despertó y se enrabietó, decidió no tolerar más el castigo que le estaban infligiendo y el equipo pareció sumarse a ese despertar y salió a morder, y dominó al Athletic de Bilbao, y le presionó, y se motivó, y llegó, y jugó… y perdió. Con una puesta en escena prácticamente nula el Athletic consiguió llevarse la victoria de La Romareda con una facilidad pasmosa ante uno de los mejores partidos que se le haya visto al equipo aragonés, lo cual es muestra clara y evidente de que el equipo poco más puede dar y que tan solo un milagro nos podrá sacar de esta situación. Y milagros no hubo después de ese partido, tan solo la destitución de Marcelino, al que la directiva ya no aguantaba desde hacia mucho tiempo y que fue fulminado sin demora por los patrones de la SAD desoyendo a toda la afición que minutos antes había alentado y vitoreado al entrenador. Y en este barco zozobrante se llegó a Madrid.

Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.

Y la bestia nos engulló, y nos despedazó, y nos masticó, y nos trituró y nos escupió en seis partes, una por cada gol que recibimos en el Santiago Bernabeu y nos hundimos más en la tabla, y nos colocamos penúltimos, y el Málaga, equipo contra el que nos enfrentamos hace cinco jornadas siendo colista nos adelantó, y el círculo se cerró. Lo peor de todo es que no sabemos si hemos tocado fondo.

Me pregunto si aún nos hundiremos más en la tabla y llegaremos a ser colistas, me pregunto si llegaremos a ganar algún partido fuera de casa, me pregunto si se obrará el milagro de ver a Ayala fuera de la alineación titular por decisión estrictamente táctica, me pregunto si ficharemos a alguien en el mercado invernal, me pregunto si Gay subirá a Alex Sánchez a la primera plantilla. Muchas preguntas pero ninguna respuesta. Tal vez Lobo Diarte me pueda contestar a alguna en el próximo artículo.

Pero la pregunta que más me preocupa, lamentablemente creo que no podrá ser contestada hasta el final de temporada, y es que nadie sabe si realmente podremos escapar del Apocalipsis.

Por Tyler Durden

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)