Helter Skelter | De 5 en 5

Suenan los Beatles en la radio cuando entro en la cafetería. “Cuando llego abajo y regreso al tobogán, donde me detengo, giro y me tiro hasta que llego abajo y te veo otra vez. Yeah, yeah, yeah.” Paco me saluda con la cabeza y espera a que me quite los cascos para preguntarme. “Oye, ¿qué ha hecho el Zaragoza? ¿Jugaba a las doce?”. “Ya ha jugado, Paco. Han perdido 4-2 y gracias”. “Bah. En fin, ¿”Chicote” es hoy o mañana?”. Fin de la conversación. Hace un tiempo impensable pasar del tema tan rápido y sin más interés por ampliar la información sobre lo sucedido al club de la ciudad, al del león otrora imponente. ¿Cuántos años son suficientes para olvidar a un equipo? Por un tiempo me he preguntado si algún día dejaría de machacarme pensando en tiempos mejores y ahora apenas recuerdo cómo era mi Real Zaragoza, lo que conseguía transmitir por duros que fueran los baches. Aquel equipo que una vez conocimos pareció dejar la clásica nota en ventanilla de “vuelvo enseguida”, aunque cuentan que le vieron cogiendo un avión con rumbo desconocido. La nota podrá seguir ahí, incluso podrán reescribirla con una tipografía más bonita y papel más grueso, pero quienes hacemos cola tenemos malas sensaciones.

Semana del décimo aniversario del último gran título. ¿Diez años? ¿Es tiempo suficiente para olvidar a un equipo? Así debería ser, pero no es tan fácil. Ni 7 años en caída libre, ni 2 descensos después, ni una residencia permanente en la Ciudad de la Justicia, ni 3 puntos de 21 en una floja división de plata que nos sitúan a tan sólo dos por encima del descenso a 2ªB. Motivos suficientes y el culo negro del humo de cien batallas para tener que sentir algo por este esqueleto. Hay mucha gente que sí, que hace tiempo desconectó. Y entonces resulta que se cumplen diez campañas de la última Copa del Rey del Real Zaragoza, frente al Real Madrid de “Los Galácticos”. Y no hay coraza que haga frente a ese recuerdo. Y dentro de dos meses volveremos a suspirar por enésima vez con el Parque de los Príncipes. Después será el testarazo sangriento de Javi Moreno en Mestalla… Y cuando no son efemérides alegres, son despedidas a ilustres jugadores que contribuyeron a escribir la Historia del Real Zaragoza. La última la del histórico lateral Manuel Torres. Sólo queda eso: Historia. Y grande. Así es imposible desentenderse por completo de este sentimiento. Se antoja imposible imitar la pasividad de una vaca al paso de un tren cuando ves que ese mismo escudo ahora se dedica a hacer el ridículo frente al Tenerife, Castilla, Recreativo, Mallorca y con traca final en Ponferrada.

La celebración del gol del empate César Arzo ante el Tenerife, sin sacar rápido el balón de la red para buscar la victoria, ya presagiaba que las miras del Zaragoza no estaban muy puestas en el ascenso. Contra la chavalería del Real Madrid, Dodotis animaba el Ibex35. Abraham renunció de nuevo a su puesto en favor de Rico en tan sólo 5 minutos: lo que le costó cometer un absurdo penalti en el último minuto para ceder el empate ante el Recre. Empate en mediocridad ante el Mallorca, donde Luis García hizo inútiles – de nuevo – los 88 minutos sobre el césped al errar un penalti ganado por Roger. De la goleada de la Ponferradina sólo se puede destacar la entrega de Esnáider que, con el partido cuesta arriba, despertó por unos instantes, segundos, esa ilusión apagada en el zaragocismo.

La situación actual se puede ver venir desde el pasado verano, cierto. Te puedes acostumbrar a ello, cierto también. Pero por más indiferencia que muchos afirmemos lamentar, no es menos cierto que la sangre termina hirviendo cuando ves los mismos fallos, los mismos goles en contra, una y otra vez. Escuchar a Herrera tras cada función es asistir a un ejercicio de impotencia y vergüenza ajena como no se recuerda con otro entrenador que haya pasado por la Plaza del Pilar. Visto el éxito de su oratoria, decidió ya hace un tiempo ofrecer más oportunidades a la prensa, durante la semana, de registrar para la posteridad sus ocurrencias cada vez más acentuadas. Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis. Quizá desbordado por el insufrible infierno galatasariano de La Romareda – nótese la ironía -, que al principio le ponía mucho, luego ya no tanto y finalmente no se sabe no contesta, llegó a apostar públicamente por ganar 14 partidos consecutivos, que le valió para destronar a Marcos Alonso tras doce años en el top de grandes visionarios. Le sigue de cerca su órdago “¡que me echen!” en sala de prensa tras el empate contra el Recre (por cierto, un “grande” para Paco). Y entró pegando fuerte en la última semana la excusa de falta de espacio y comodidad en el autobús para no convocar a más jugadores. Tras el contundente varapalo, enésimo y definitivo ridículo sufrido en Ponferrada, Herrera ofreció bises de altura, como los mejores artistas: se confesaba tranquilo – una vez más – porque tres victorias son suficientes para la permanencia. Y como la estupidez insiste siempre, se despidió por todo lo alto señalando a la cantera como el agujero por el que se escapan los puntos.

Aquí el único sumidero de puntos es el conectado al agujero mental que lleva a relegar a Víctor Rodríguez como revulsivo ¡en Segunda División! del inoperante Luis García, o a los minutos de más concedidos al experimento del centro del campo con menos imaginación del sur de Europa, y a otras tantas decisiones que han clamado al cielo sin ánimo o interés por corregirlas o pulirlas. Con Herrera no sólo se va el peor entrenador de la era Agapito, sino toda una temporada que debería haber servido para fijar las bases de un proyecto seguro para Primera División y no para continuar repitiendo de nuevo los mismos despropósitos. No por zaragocismo, que no cabe duda de su inexistencia en la actual Directiva, sino por simple supervivencia económica.

La lógica nos dice que tras un gran incendio se tira abajo lo que queda de la casa, se retiran los escombros, se estudia y elabora un nuevo plano sobre el que se reconstruirá la nueva casa procurando mejorar su seguridad y resistencia. Pero en nuestro caso el fuego aún no está extinguido. El pirómano Agapito sigue haciendo de trilero con la caja de cerillas, no sabemos por cuanto tiempo aunque ya está localizado. Y su amigo de confianza, un Pitarch que cada día que pasa refrota más sus posaderas en su hueco del sofá , “bombero” de día y liquidador de noche, apunta con la manguera hacia los pocos curiosos que quedan tras la cinta bicolor que fija el perímetro de seguridad, hacia cabezas de turco (Movilla y Paredes) a los que ya no les hace tanta gracia las distancias cortas y hacia medios de comunicación presentes que hacían amago de sacar la libreta para reflejar el desastre (alguno acabando la jornada con un constipado de aúpa, oiga).

Escombros sobre escombros y nuevas facturas donde debería haber nuevos planos. No se trata de ganar por ganar o subir en un año para volver a descender irremediablemente, sino de volver a sentirnos identificados de pleno por el blanquiazul o avispa, sentirnos ilusionados porque de nuevo es fin de semana y juega el Real Zaragoza y hay un plan. Porque quiero discutir de nuevo sobre fútbol con Paco mientras tomo el café. Hablar de jugadores interesantes, calendarios fáciles o complicados y terminar dibujando estrategias a lo largo de la barra con una mano mientras con la otra pido un segundo café porque la conversación va para largo.

Agradezco a Aupazaragoza que me ofrecieran la oportunidad de colaborar en esta sección. Sucedo a Cuñao y a las preguntas que dejó en el aire y que considero más o menos contestadas a lo largo de mi artículo. Aquí van las mías para las próximas cinco jornadas:

  • ¿Estaremos oficialmente luchando por no bajar a 2ªB o por el playoff de ascenso?
  • El sucesor de Paco Herrera ¿cambiará notoriamente el once?
  • ¿Qué papel se dejará jugar a algunos canteranos en este tramo tan peliagudo?
  • ¿Habrá un brillante juego de manos y Pitarch ejercerá ya plenos poderes?
  • ¿Se rebelará la prensa local y autonómica, como en Fuenteovejuna, de una vez por todas?

Por Vertigo

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)