El comienzo de una nueva era | De 5 en 5

De una vez por todas Agapito ha pasado a la historia. Todavía no ha sido condenado para que la felicidad sea absoluta, pero podemos dar por cerrada una etapa que, año tras año, se iba prolongando y ponía al Real Zaragoza al límite de la desaparición. De hecho, y al margen de los constantes fraudes, estafas, deudas vergonzosas y vergonzantes, ridículos institucionales, deportivos, etc.; fue en el pasado mes de julio cuando el agapitismo llegó a su máxima expresión, con un proceso final de venta digno de cualquier maestro del surrealismo y una amenaza ya inminente de disolución. Sea como fuere, lo cierto es que el Real Zaragoza sigue vivo y en manos de la Fundación Zaragoza 2032, una solución que en principio a una gran parte del zaragocismo agradó y cuya cara más visible es la de Christian Lapetra, hijo del mejor jugador aragonés y zaragocista de todos los tiempos. Sin embargo, el último servicio de Agapito Iglesias fue dejar hipotecada la presente temporada, haciendo perder un mes y medio crucial de cara a la confección de la plantilla y preparación del equipo.

En lo deportivo, puede decirse que Martín González ha cumplido con nota. En una plantilla en la que sólo repiten Álamo, Fernández, Rico y Alcolea, ha sido capaz de cerrar más de diez incorporaciones pese a la falta de recursos y el control económico impuesto. Como es lógico, no todos han sido de calidad, algunos de hecho son sobradamente conocidos en el panorama liguero por sus limitadas características, pero parece que el grupo conseguido está sobradamente capacitado para asegurar una permanencia sin apuros y, quizá con una buena racha, poder rondar los puestos de Play Off, aunque sea una posibilidad muy remota. Por el contrario, el último día de mercado dejó bastante polémica en la afición, pues parecía que la plantilla se debilitaba en lugar de reforzarse, con las cesiones de Porcar y Adán, la llegada de un portero sin experiencia en la categoría, y la no llegada de Chuli por problemas con la Liga. De hecho, finalmente se ha recurrido al mercado de parados para cerrar el grupo con Lolo y Tato, todavía por debutar en partido oficial pero que apuntan a fichar por fichar de cara a completar las fichas profesionales del primer equipo. En cuanto a lo institucional, la vuelta a la normalidad ha sido la mejor noticia, aunque con una negociación con Hacienda que de nuevo ha vuelto a preocuparnos en exceso, aunque parece que por fin, y con unos gestores responsables, no será un tema crucial cada semana.

Una vez hecho un breve repaso de lo acontecido en la pretemporada, tanto por lo inabarcable de la misma como por las ganas de olvidarla cuento antes, hay que decir que si bien el inicio liguero fue mejor de lo esperable a nivel de sensaciones, los puntos perdido en los finales de partidos y la goleada endosada por un filial ha devuelto al equipo y la afición a unas exigencias y pronósticos más acordes a la nula preparación realizada. El primer partido, contra el Recreativo, presentó un Real Zaragoza absolutamente distinto al de la temporada anterior y en el que, pese a la evidente falta de jugadores, se plantó cara fuera de casa y apunto se estuvo de llevar la victoria en un par de contras al final del partido. Había motivos para el optimismo, sobre todo por el joven Jesús Vallejo, central canterano que en apenas cinco partidos se ha convertido en el mejor defensa del Zaragoza y uno de los jugadores más valiosos del equipo. A lo largo de esa semana fueron llegando varios jugadores, alguno de ellos como Borja Bastón que entraron en el once inicial de inmediato, debutando precisamente contra Osasuna, equipo vecino con el que se ha generado una rivalidad mal entendida y artificial por parte de unos cuantos pero que recordaba a partido de Primera, y como tal se preparó La Romareda. La salida del equipo fue recibida por un doble tifo realizado por el Ligallo Fondo Norte, uno primero en el que se recordaba el periodo del que veníamos señalando como principales cabezas visibles, junto a Agapito, a Bandrés y Pitarch; y uno segundo ya blanquiazul recordando una de las imágenes inmortales de París. El partido, ya con un equipo más perfilado a lo que podremos ver a lo largo de la competición, empezó con buenas sensaciones de nuevo, con un Osasuna que pese a tener el balón apenas creaba peligro y con un buen tanto de uno de los nuevos, Pedro Sánchez. Sin embargo, en el último instante del partido perdimos dos puntos, aunque pese a la decepción, se comentaba que si en apenas una semana el equipo había dado la cara, sería cuestión de semanas ver una versión mejor y esto quedaría en un accidente. Pero llegó el partido con el Barcelona B.

Jugar contra un filial siempre es difícil. No por aquello de que les importa más el juego que el resultado, los recursos que tenga en este caso, etc., sino por lo doloroso que es tener que enfrentarte al segundo equipo de uno con el que, hasta no hace mucho, solías ganar de vez en cuando en casa y, en alguna ocasión, incluso golear. Durante la primera parte puede decirse que el equipo dio la cara y mantuvo el empate gracias a una gran asistencia de Borja, pero en la segunda vino la debacle y un Real Zaragoza absolutamente desdibujado encajó nada más y nada menos que tres goles, algunos incalificables, como el que llegó tras varios rechaces en el área. Más allá de la abultada derrota, lo peor fue ver de nuevo un Real Zaragoza estilo Agapito, el habitual que temporada tras temporada protagonizaba varios ridículos similares a este, y aunque tampoco se ha conseguido hasta ahora un juego que convenza y sea sólido, parece que esos fantasmas de momento se han alejado. Tras ello llegaron dos partidos en casa que bien podían haber supuesto el despegue en la clasificación, pero que se han saldado con cuatro puntos que más bien podían haber sido uno o dos que seis, pero en cualquier caso se ha empezado a ver algunas mejorías en ataque llegando más claramente, aunque sin lograr mayor efectividad de cara al gol. El partido contra el Sabadell dejó de nuevo un empate en los minutos finales, aunque después de que los visitantes se hicieran con el control del partido pese a jugar con uno menos y de tener ocasiones clarísimas de gol, por lo que al contrario que contra Osasuna, este encuentro incrementó la preocupación entre la afición. Y el enfrentamiento contra el Alavés, que cierra este tramo liguero, por fin trajo la primera victoria zaragocista de esta nueva etapa, de nuevo con mucho sufrimiento, pero también con algunos momentos de muy buen juego que, sin duda, todos esperamos que vayan a más ahora que la presión por ganar y aguantar un resultado ha desaparecido.

Como notas más positivas están Ruiz de Galarreta, joven jugador muy técnico cedido por el Athletic Club; el mencionado Vallejo, al cual habría que ir revisándole el contrato para evitar que cualquier equipo lo fiche en el mercado invernal; Borja Bastón, que llegaba sin mucho cartel pero que en estas jornadas ha ido a más y ya cuenta con dos goles y una asistencia; y el portero Whalley, que pese a su falta de experiencia ha ido creciendo en cada partido y que, en principio, debería seguir haciéndolo como titular a lo largo de la temporada. Tras ellos hay varios jugadores que están aportando cosas interesantes y que parecen ir a más, como Dorca, Hadzic o Álamo; y por último, la mayoría, otros que cumplen o han tenido pocos minutos para ver realmente qué pueden aportar. Al margen de esto, y como habrán notado a lo largo de este De 5 en 5, lo realmente positivo es que no se ha tenido que centrar en escándalos institucionales, económicos o deportivos, tónica general de la sección durante los últimos siete años y que, al parecer, será lo que se mantenga a lo largo de esta temporada. Así pues, el zaragocismo puede de nuevo volver a preocuparse casi exclusivamente de los aspectos deportivos, volver a debatir sobre sistemas, jugadores más en forma, aspectos tácticos, entrada de canteranos en el once, etc. Sin duda lo que de verdad nos motiva a todos y da verdadero sentido al Real Zaragoza, a lo que es, a lo que nunca debió dejar de ser, y a todo a lo que se genera a su alrededor, como esta web y su foro.

De cara al siguiente análisis, que abarcará de la sexta a la décima jornada, dejó estas preguntas:

  • ¿El equipo habrá logrado distanciarse de los puestos de descenso alejando con cierta solvencia ese peligro?
  • ¿Volverá a contar con canteranos como Tierno, Suárez o Nieto, o su presencia se verá reducida a los habituales Whalley, Vallejo y Rico?
  • ¿Seguirá marcado por la normalidad el día a día del Real Zaragoza o volveremos a estar pendientes de algún tipo de escándalo?
  • ¿Tendremos noticias positivas de Agapito en las próximas semanas?
  • ¿Se estrenarán Willian José o Tato como goleadores zaragocistas?

Un saludo y ¡Aupa Zaragoza siempre!

Por Lapetra11

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