Una vez más… el fútbol es así | La Lupa

Real Zaragoza 1 – 1 Real Madrid

Esta temporada no podemos quejarnos de escasez de encuentros contra los equipos llamados de campanillas. En su día, allá por enero, pasamos unos días en los que sólo jugábamos contra el Atlético de Madrid. Luego llegaron los dobles enfrentamientos coperos contra Barcelona y Real Madrid, para recibirlos de nuevo en La Romareda en el llamado torneo de la regularidad. El caso es que por una causa u otra, el Zaragoza ha sido y está siendo muy protagonista en el fútbol español este año, y siempre hay historias que contar o que recordar de estos envites.

El Madrid llegaba a la ciudad donde recibió su ultima gran goleada, a jugar contra un equipo al que a la fuerza se han visto obligados a respetar. Hasta el punto de que consideraron su eliminación copera por tan solo un gol de diferencia, como un éxito. Al menos, a juzgar por su delirante entramado esotérico-mediático, que igual te invocaba al espíritu de Juanito, que a cualquiera de los fantasmas que pululan en vida por aquella casa.

Al igual que sucedió con el Barcelona en su última visita, el Madrid jugó con la conciencia de estar ante un peligroso equipo. No se lanzó al ataque de forma caprichosa, y tuvo más concentración entre líneas. El Zaragoza vió dificultada su pretensión de robar balones para ejercer el contragolpe. Aún así, el partido resultaba entretenido, con aproximaciones que sin llegar a implicar peligro, sí que alejaban la sensación de aburrimiento de las mentes del espectador.

Una vez más, el binomio Diego Milito-Ewerthon resultó mortal para el rival. Ya es hora de decir claramente, y más tras verlo comparado con esa colección de brasileños que el Madrid tiene y que siempre parecen desaprovechados, que Ewerthon tiene un sitio en su selección. Es un jugador absolutamente temible, ha adquirido prestigio por méritos propios, con su velocidad, su visión de juego, sus pases de la muerte y su acierto goleador. Ayer funcionó de nuevo su sociedad con el argentino, a pesar de estar sobradamente advertida la defensa merengue.

Tras el gol, el Zaragoza se dedicó a lo que más parece gustarle: esperar para matar. El rival, a pesar de no tirar a puerta, no soltaba el balón, y una vez más empezó a flotar en el ambiente la sensación de que aquello no se sostendría mucho. Y así fue, en una desgraciada jugada postrera, el “gordito” Ronaldo, la enchufó sin piedad. Una auténtica lástima para todos. Fue un gol de esos que hace cambiar titulares, que hace rebrotar las reflexiones. Un gol que altera un análisis, porque de pensar en que el Zaragoza golpeó con sus armas, y supo controlar la ventaja hasta validarla, pasamos a pensar en que se perdieron dos puntos por no haber sabido rematar a un equipo más o menos poderoso.

Hubo un tiempo en que el Real Madrid era un buen equipo. Quizás, llegó hasta a ser un gran equipo. Pero esos tiempos pasaron: la galaxia de antaño duda hoy entre convertirse en supernova, o quedarse en un agujero negro, de esos que devoran a todo el que se acerca. El miércoles no sentimos miedo de ellos. Es más, la histriónica e infantiloide actitud de Cicinho y de Beckham el inglés, contra la grada tras marcar el empate, inducía más a la lástima que a la rabia. Quizás querían refrotarnos lo cerca que estaban de ganar la liga. Esa chulería ejercida con impunidad, así como la lenidad arbitral hacia las faltas de Mejía o Gravesen, fueron unas muestras más de la clase de rival que había enfrente: una recua decadente de niñatos consentidos por los árbitros. Aún así, resulta difícil de creer que sean terceros en la clasificación.

Victor tiene por delante dos tareas importantes: una es conseguir que la motivación (que el miércoles volvió) se mantenga en la plantilla y la otra es recrecer a Savio, que es un jugador necesario. Quedan nueve jornadas, y el Zaragoza no puede renunciar a nada. De hecho, si los dos últimos partidos en La Romareda hubiesen sido victorias, la diferencia de puntos con el sexto puesto sería de cero. Pero de momento, y como reza la famosa frase que aparece en los boletos sin premio: “continúe intentándolo”. En esta ocasión por un minuto no se sacaron los tres puntos. Una vez más, el fútbol es así.

Por Ron Peter

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)