Punto a punto | La Lupa

Real Zaragoza 1 – 1 Atlético Madrid

El último disco de Enrique Bunbury, “Las consecuencias”, es otro paso adelante en su carrera. Son un puñado de canciones íntimas, desprovistas del frondoso ropaje sonoro que cubría su música con el grupo del “Huracán Ambulante” y en la que destacan su voz, más clara y modulada y sus textos, alejados de ese tono apocalíptico de su época de Héroes, en los que anunciaba el fin del mundo. La canción “Frente a Frente”, que ha elegido como single de su nuevo elepé, es una versión de Jeanette, esa cantante de los 70’ y principios de los 80´, con imagen de adolescente y voz de niña cuando ya era talludita, y que Enrique la lleva a su rincón, convirtiéndola en una bonita balada llena de encanto y que no desmerece en absoluto a la original. El Real Zaragoza ha encarado el último trayecto de liga en el que se juego su supervivencia como entidad, “de frente”, sin artilugios, desprovisto de encanto pero con el corazón aguerrido y el alma entregada a su objetivo. 

En el partido de este domingo durante 70 minutos no existió otro equipo que el Real Zaragoza. Con las líneas muy juntas y una presión agobiante en el medio del campo, se cercenó las posibilidades atacantes del Atlético de Madrid y se dominó el tiempo del partido. Para todo esto ayudó en gran medida el tempranero gol de Jarosik en el minuto 7, que permitió que la labor defensiva del equipo tuviese un sostén en el marcador. De los madrileños no hubo noticias, salvo de Reyes, por su querencia a tirarse al césped y provocar faltas. 

En la continuación siguió la misma tónica, dominio zaragocista aunque sin causar peligro en la portería rival, pero también seguía ajeno a peligros en la de Roberto. La justa expulsión de Reyes tendría que haber servido para acabar con el partido, pero sucedió todo lo contrario. Gay se equivocó al continuar con su táctica de control del medio campo sin profundizar en la retaguardia rival y fueron mermando las fuerzas de los zaragocistas, lo que supuso dar vida al comatoso Atlético, que a base de faltas y saques de esquina fue cercando el área. El gol de Ibrahim en el descuento fue un duro castigo para el Real Zaragoza, pero se podría haber evitado si se hubiesen jugado con acierto las cartas en la recta final del encuentro. 

Gay está aprendiendo a base de golpes. Del entrenador incapaz de acertar en los planteamientos y que mareaba a los jugadores con los cambios de posiciones, hemos llegado al que busca la solidez del equipo a partir de un trabajo defensivo común; ya ha avanzado un trecho importante en su aprendizaje. Actualmente le quedan algunas cosillas por mejorar, que por desgracia son muy importantes en el fútbol español: leer correctamente el desarrollo de los partidos, que hasta ahora es una asignatura que no consigue aprobar y también acertar en los cambios, que podría considerarse una sección de la anterior y de la que se encuentra muy lejos de obtener el 5. Pero afortunadamente se ha olvidado de esos tics iniciales de súper entrenador que sólo nos podían llevar al descenso y está mucho más centrado. Sus prácticas van saliendo adelante. 

Estamos a cinco puntos del descenso. Hace cuatro semanas no nos hubiésemos creído esta situación, pero es la cierta. Y debe continuarse con la senda que se ha decidido tomar, la de la lucha cuerpo a cuerpo, punto a punto, porque no queda más remedio que olvidarse de las bonitas palabras, del buen juego y buscar el triunfo por la vía más esforzada.

Por Jeremy North

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