Estadísticas en la niebla | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 0 Levante
No se trata de ser optimista, sería absurdo con la que está cayendo, en pleno, y me temo que irreversible, proceso de derrumbamiento de la SAD anteriormente conocida como Real Zaragoza. No se trata de tener fe, no a estas alturas en las que la vida nos ha demostrado que los milagros no existen y las montañas son inamovibles por mucho empeño que se le ponga a su desplazamiento.
Pero, la suerte de los mediocres, siempre te queda la esperanza de ser uno de los menos malos. La actual liga española es patética. Unos pocos equipos lo ganan todo y otros cuántos, entre los que desgraciadamente se encuentra nuestro equipo, deambulan tristemente por los sótanos de la clasificación con una exigua cantidad de puntos, dando vida a lo que en condiciones normales estaría completamente desahuciado.
Llevamos ya media liga y acumulamos 16 puntos gracias a la fundamental victoria ante el Levante el sábado en el Municipal de La Romareda. Pero aunque parezca increíble no somos colistas y estamos empatados con el equipo que marca la permanencia. Lo dicho, esto no habla demasiado bien de la supuesta liga de las estrellas, que tendrá celestes astros, nadie lo duda, pero tiene muchos más patanes estrellados que otra cosa.
El partido ante el Levante era clave. Había que sumar los 3 puntos por lo civil o por lo criminal, a pesar de las mentiras y contradicciones de Agapito, a pesar de tener la peor delantera de primera división, a pesar de la niebla, de que los jugadores no cobran, de que no hay refuerzos ni se les espera, a pesar de todo, no quedaba otra. Y se ganó. Por cojones, por entrega, por ganas, porque el rival era tan malo como nosotros, sino peor, porque haber perdido el sábado en casa hubiera sido el fin hasta de la esperanza.
No fue un buen partido, tampoco cabían muchas posibilidades de que lo fuera cuándo se enfrentan dos equipos de tan bajo perfil, pero los zaragocistas merecieron la victoria, ya no sólo por el buen gol de Gabi, cargado de fuerza y pundonor, que cada día se echa al equipo a sus espaldas y está manteniendo esta nave a flote a pesar de las múltiples vías de agua abiertas, sino porque las (pocas) oportunidades claras fueron para nosotros. Sólo los inexplicables fallos de Sinalma Nogol y de Bertolo, impidieron que la victoria no tuviera que ser tan sufrida como lo fue.
Y es que no hay de donde rascar. No habrá refuerzos porque no hay dinero, nadie nos lo va a prestar, porque nadie se fía y los pagarés de agapito valen menos que el envoltorio de un Chupa-Chups. Habrá que resistir con lo que hay y el supuesto refuerzo del, esperemos, recuperado Uche. Habrá que confiar en el buen hacer de Aguirre y en la profesionalidad de los jugadores.
Mientras tanto, el máximo mandatario de la SAD seguirá mintiendo, manipulando y ahondando en la más brutal crisis deportiva y económica del zaragocismo, seguirá mirando hacia otro lado intentando hacernos comulgar con ruedas de molino. Pero, desgraciadamente, ante eso, poco podemos hacer, salvo maldecir y gritarle cada día, cada minuto, que se vaya.
Por Gualterio Malatesta
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