Nuevos mapas del infierno | La Lupa
Athlétic Bilbao 2 – 1 Real Zaragoza
En 1960, Kingsley Amis, novelista inglés, escribió la obra “Nuevos mapas del infierno”, en la que describía una distopía humorística. Los textos basados en distopías surgen como obras de advertencia, o como sátiras, que muestran las tendencias actuales extrapoladas en finales apocalípticos. El Real Zaragoza actual es como una nave en deriva, que salió de puerto mal pertrechada y, que de forma innominada, navega sin rumbo conocido explorando tierras ignotas y desagradecidas, donde nada es amable ni venturoso, donde todo está desgraciado como de fábrica. Como equipo, como club, se asoma con involuntario atrevimiento a las fauces de las costas del infierno, pero de un modo más íntimo que nunca. A pesar de haber pasado antes por circunstancias adversas, de haber descendido de categoría dos veces en los últimos ocho años, en esta ocasión aún parece más negro el abismo. Poco a poco, los marineros de esta nave, van trazando los nuevos planos del horror, los nuevos mapas del infierno.
Con la frialdad del cartógrafo que dibuja el perfil de allí de donde no se vuelve, el entrenador trata de mantener una falsa calma, conteniendo la rabia de aquel a quien mandaron a la mar océana con un escuálido bajel que pierde, en cada envite, un poco de velas, un poco de casco, un poco de todo. Bajel triste, de falsa esperanza, capitán extraviado y bandera sin escudo. Los tripulantes confusos se atabalan en la oscuridad del mar, pierden las nociones aparentemente aprendidas, y tiran sus recursos por la borda con facilidad impropia, mostrándose frágiles ante la adversidad.
En el último viaje, el Bilbao mostró su esperado ímpetu, y en pocos minutos desarboló al Zaragoza. Se sabía, y no se supo. La banda derecha fue destrozada y el área pequeña resultó un altar de ofrendas para el semidios de moda y campeón del mundo, Fernando Llorente. Tras eso, nos dejaron un poco en paz, permitiendo al Zaragoza tocar la pelota. Pero el único acercamiento al área fue el de Braulio, quien en una acción individual de delantero profesional, alivió el castigo.
Poco queda que decir. El club va mal en lo económico, en lo social y en lo deportivo. Al final del todo, pero del todo, están los jugadores. Es necesario una actitud más combativa, pero con orden y cabeza, y un entrenador, sea el actual u otro, que coloque las piezas en el sitio en el que más rindan. No es para hoy, claro, pero lo único que tenemos es tiempo por delante. Tiempo para hundirse o para salir de la tierra maldita cuyos mapas vemos ahora.
No sabemos si la obra de Amis sirvió de inspiración para la banda de punk futurista “Mocket”, quienes en su álbum “Fanfare”, presentaban una canción con ese nombre, en la cual sí se fijaron los “Bad Religion”, quienes en julio de 2007 sacaron “New Maps of Hell”, como celebración de los 25 años de su primer lanzamiento: “How could hell be any worse?”. ¿Cómo podría ser el infierno algo peor? Es una buena pregunta, cuya respuesta iremos conociendo poco a poco, mientras nos adentramos lentamente en los nuevos confines del infierno.
Por Ron Peter
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