La trama Agapito | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 1 Rácing Santander
Han pasado unos días desde que estalló la bomba informativa de la posible venta de la SAD y los ecos siguen sonando en el entorno zaragocista. La ilusión que generó la noticia se ha tornado en expectación ante el devenir futuro de los acontecimientos. Pero de la información recogida, se desprende gran sorpresa entre los aficionados, porque el Real Zaragoza, el club que tanto y tantos queremos, se ha convertido en extraño conglomerado de sociedades mercantiles, que forman un complejo entramado artificioso para converger en un “Grupo Real Zaragoza”. Una de esas extrañas sociedades creadas durante el reinado de Agapito Carmelo Iglesias García es “Esmeralda S.L.”, sociedad dedicada a la intermediación de futbolistas. Aparte de realizarme en tecla alta la lógica cuestión ¿qué necesidad tiene una SAD de fútbol de crear una agencia de intermediación de jugadores?, sin exigir respuesta, porque los malos pensamientos aparecerán de inmediato, queda otra pregunta, ¿por qué no ha utilizado la SAD para su beneficio esta sociedad?. Porque si un tipo de jugador necesitaba la plantilla actual era un delantero centro, vital para la supervivencia en primera división, ¿es que Esmeralda S.L. trabaja sólo con futbolistas de medio centro hacia atrás?. Quí lo sá.
El Racing de Santander es otro de los equipos de la zona baja de la clasificación que pretenden mantenerse en primera división con poco talento y mucho orden y esfuerzo. Se adelantó el Racing en el marcador con otro despiste de Paredes, que dejó sólo a Christian para que cabecease sin oposición. Le costó sobreponerse al tempranero golpe a los zaragocistas, pero poco a poco, con el trabajo en el centro de Gabi y Ponzio y con Ander Herrera moviéndose con desparpajo entre líneas, se mejoró el juego y el gol del empate de Boutahar, tras un fenomenal pase de Gabi, fue el lógico premio a la superioridad zaragocista.
En la reanudación continúo el dominio del Real Zaragoza, con una oportunidad clarísima errada por Braulio que pudo sentenciar el choque. Un bajón físico a mitad de la segunda parte propició un cuarto de hora de dominio santanderino, pero la entrada en el césped de Jorge López por Braulio supuso una inyección de fuerza y calidad al equipo, que mantuvo un dominio constante hasta el final del partido, que debió finalizar con la victoria del Real Zaragoza, pero dos fallos clamorosos de Sinama y Lafita ante la portería rival impidieron que la justicia del fútbol reinase en La Romareda.
El equipo ha tomado el pulso a las ideas de Javier Aguirre. Se juega con mayores apoyos entre líneas, con un trabajo sustancial de Ponzio de apoyo a la retaguardia y con Ander y Gabi combinando bien entre líneas. No es gran cosa, pero la calidad de la plantilla, ya se ha comentado suficientemente, es muy justa de talento. La mejoría es importante pero la inexistencia de un delantero de garantías en la plantilla impide pensar en mayores cotas, como escaparse de las posiciones de descenso.
El culpable del empate del sábado es Agapito Iglesias. Os diréis, ¡qué fijación tiene Jeremy con Agapito!, pero es que ¡es el culpable!, junto con los impresentables e incompetentes Prieto y Herrera. Se conoce desde el comienzo de la temporada, no desde hace un mes, que es preciso una referencia en la vanguardia para que el poco fútbol que se crea tenga un premio final con el gol. Pero no se ha hecho nada por encontrar a ese jugador necesario, mientras se fichaba jugadores innecesarios en puestos bien cubiertos, como N´Daw y Silva. Solamente desde la ineptitud absoluta se consigue culminar con desacierto todas las gestiones que se realizan y, por desgracia, Agapito es especialista en tropezar cientos de veces en la misma piedra. Eso sí, sabe manejarse muy bien en los complejos entramados empresariales de sociedades interpuestas dentro de la empresa madre.
Que salga lo de la venta, por favor. En este caso más vale malo por conocer que malo conocido.
Por Jeremy North
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