¡VIVEN! | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 0 Levante
En 1972, un avión uruguayo que llevaba 45 pasajeros se estrelló en los Andes. Al cabo de un tiempo se perdió toda esperanza de encontrarlo y se abandonó la búsqueda. Sin embargo, 16 personas lograron sobrevivir al accidente y volver a la civilización después de 72 días. El Real Zaragoza también se estrelló hace meses, pero por fin se ha encontrado a sí mismo y a su afición, y está más cerca que nunca de la permanencia.
Desde luego que los jugadores del Real Zaragoza no han tenido que recurrir a extremos tales como la antropofagia para escapar del pozo de la clasificación liguera, pero la analogía sirve para reflejar la realidad de unos jugadores que andaban perdidos, con una afición que los daba prácticamente por muertos. Y sin embargo, ¡viven!
Pero no sólo es una cuestión de «arrauches», como dice el bueno de Andoni Cedrún, que puede que no sea nacido en Aragón, pero es tan zaragocista como el que más, y así lo demuestra allá por donde va, sino que ahora… ¡hasta vemos un equipo! Todos saben lo que tienen que hacer y lo hacen, compensando sus limitaciones con una intensidad máxima. Si ya hicieron el mejor partido de la temporada contra el Athletic, ante el Levante volvieron a demostrar colocación en defensa, seguridad en la circulación y cierta verticalidad, aunque el equipo valenciano fue un hueso bien duro de roer. Por momentos nos encerraron en nuestra área y nos hicieron sufrir de lo lindo, pero el Zaragoza no perdió nunca la cara al partido y supo proteger hasta el final la tempranera renta conseguida por Edu Oriol, de nuevo goleador decisivo.
«¡Sí, se puede!» es el grito mayoritario de una Romareda que ha recuperado la confianza en los suyos agarrándose a la lucha de Lafita, la visión de Apoño y Micael, la raza de Zuculini, el incordio de Postiga, y sobre todo la fe de Jiménez y el sentido táctico que ha inculcado a sus pupilos. Sin embargo, el poder tiene un precio, y estos jugadores están con la reserva. Algunos ya han caído víctimas de lesiones y el cansancio y las contusiones van haciendo mella en otros.
Pero no es el momento de desfallecer. El sábado afrontamos otra jornada crucial. Más si cabe por cuanto podríamos salir de ella dependiendo de nosotros mismos para ganar la salvación en Getafe. La afición irá al campo para volver a llevar en volandas a los jugadores hacia la victoria. Ellos no pueden fallar ahora. Ante el Racing tienen que demostrar quiénes se juegan algo y quiénes no. Es la hora de sobrevivir.
Por Poyet11
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