El Fin está cerca | La Lupa

Real Zaragoza 1 – 2 Athletic Bilbao

El año pasado, la banda barcelonesa Chocadelia Internacional publicó su último trabajo «El Fin está cerca» y, en el tema que da título al álbum, Lalo López dice así: «Hay veces que pienso que quizás la gente no es tan estúpida como parece, tal vez (y digo tal vez) la gente tiene lo que se merece». La letra se refiere a esta mierda de sociedad violada, sometida y adormecida en la que vivimos, pero el fútbol no deja de ser una de sus expresiones y si «el Real Zaragoza será lo que quiera su afición», como dijo aquel, parece ser que esto es lo que hemos querido y lo que nos merecemos.

«La gente depende tanto del presente que olvidamos que hoy puede ser el pasado de un futuro mejor». Yo entiendo que el mensaje de que «ahora hay que apoyar y luego ya protestaremos» es muy fácil de vender y cala más fácil aún, porque la gente se ciega con que lo principal es mantener la categoría. Y es muy importante, sin duda. Pero es que la hora de la protesta nunca llega. Y hay una gestión terrorífica —que no busca el beneficio de la entidad, sino el de su máximo accionista— que es la que explica que todos los años nos veamos en la misma situación. Todos los años tenemos una larga ristra de finales por jugar. Todos los años se llama a rebato a la afición y se le demanda que no piense, que no analice, que no exija, que se centre en la lucha por la salvación, y así pierda de vista la lucha por un posible futuro en que este oscuro presente sea el pasado.

«Nadie pone una pistola en nuestra sien, nadie nos dice lo que hay que hacer, estamos donde estamos porque ahí es donde queremos estar». Nos hartamos de decir que el Real Zaragoza está muy por encima de Agapito. Pero coño, precisamente porque no deberíamos dejar que el máximo accionista esté por encima del Real Zaragoza, tendríamos que convertir La Romareda en un polvorín unánime contra su gestión, ya no digo todos los partidos… digo al menos UNA PUTA VEZ. Pero nos endiñan el mantra de que no hay que criticar para no perjudicar al equipo y nos lo tragamos un año sí, y otro también. Es más, nos han convencido de que esto es lo que somos y que no hay nada que podamos hacer, y entonces ya NO QUEREMOS hacer nada al respecto. Ayer un viejo amigo mío, abonado de toda la vida, que ha conocido grandes tardes y noches de fútbol de Liga, Copa y Europa, me dijo que «esto es lo que hay y si no te gusta hazte del Atlético de Madrid». A esto hemos llegado. El silencio de la grada durante estos años de plomo dice muchas cosas.

Solo la temporada pasada hubo un conato de rebelión popular contra Agapito, aunque no vino propiciada por las tremendas y palpables evidencias de su horrible gestión, sino por una dura racha de quince partidos sin ganar que parecía abocarnos al descenso sin solución posible. Y es que a la mayoría de la afición, por desgracia, solo parece importarle la pelotita, cuando hay muchas otras razones para preocuparse por el futuro del Real Zaragoza. Sea como fuere, la indignación prendió en el zaragocismo como un reguero de pólvora. Incluso los más tibios tuvieron que incorporarse a la protesta, aunque fuera —no hay que engañarse— con la boca pequeña. Agapitadas, agapiradas, concentraciones, plataformas… A pesar de las descalificaciones y calumnias que sufrieron sus promotores por parte de los fontaneros de Agapito y de la falta de colaboración de algunos sectores importantes de prensa y afición que impidieron una mayor movilización de la afición, todo este esfuerzo surtió sus efectos. Hubo movimientos en la sociedad aragonesa para buscar una salida… el propio Agapito se puso nervioso y comenzó a hablar de una posible venta, dejó de ir al palco y puso en marcha su máquina de humo… No fue suficiente, es cierto. Nadie dijo que fuera fácil. Pero es que de todos modos renunciamos. Cuando por fin comenzó a entrar la pelotita, una vez más sonaron las fanfarrias, «tenemos que apoyar, ya protestaremos al final». Los sectores que no estaban ni están interesados en esa lucha se apuntaron rápidamente a ese carro. La afición se tragó el mantra una vez más. Y la llama se apagó.

Desde luego, si de algo no se puede culpar a la afición es de no acudir al campo a apoyar a su equipo. Ayer estaba La Romareda llena. Una vez más la afición respondió, como hace siempre. Pero quienes tenían que resolver la papeleta estaban en el césped. El Athletic vino aquí sin demasiadas ganas de hacer sangre, y el Zaragoza hizo lo que se le suponía, marcar un gol y mantener el tipo, hasta que a Jiménez le dio por inventar. En un partido en el que debes nadar y guardar la ropa ¿qué sentido tiene poner en banda a dos delanteros puros, uno de ellos un paquete de tomo y lomo? Me da igual si Victor y Montañés tenían problemas. Puedes mantener a Rodri en la media punta y sacar a Movilla y Jose Mari para reforzar el centro del campo. Los cambios de Jiménez desestabilizaron por completo al equipo. Y por muy tranquilo que parezca, si le ofreces el cuello a un león, corres el riesgo de que te lo destroce de una dentellada. O dos, en este caso.

«Queremos ser libres de la necesidad de ser libres». Parece increíble que todavía tengamos que oír que «con Jiménez, incluso en Segunda División». Esto no va a ocurrir, porque Jiménez se va a marchar de todas formas, pero ¿cómo se puede decir eso de un entrenador que ha demostrado a las claras su ineptitud? La única explicación es que esta temporada se ha instaurado el culto al mesías, la adoración al proyecto inexistente, la creencia en el paso atrás del ángel destructor. Ni siquiera el peor registro del Real Zaragoza en casa en toda su historia, ni quince partidos consecutivos sin ganar han sido capaces de provocar ni el más leve asomo de crítica. No queremos luchar por nosotros mismos, queremos que otros luchen por nosotros. Queremos que alguien nos salve. Queremos que venga alguien «con dineros» para comprar el Real Zaragoza o bien, en su defecto, que venga un entrenador-semidiós capaz de «enfrentarse a Agapito». Pero cuando el semidiós se demuestra humano y falible, le disculpamos. Jiménez no tiene la culpa porque la culpa es de Agapito. Y eso también es verdad, pero chicos, entonces no me vendáis motos. Toda esta temporada ha sido una milonga, de principio a fin. Claro que la rematadera viene cuando escuchas a los que dicen que Agapito tampoco tiene la culpa porque las puso y tuvo mala suerte. Y de todos modos es lo que tenemos y #ponlastu.

«Lo noto en los huesos, tengo los nervios rotos y eso es sintomático de que el Fin está cerca… Señales inequívocas, el aire está raro, tengo todos los síntomas, mi mundo está acabado, el Fin está cerca». La Liga se acerca ya a su final, con solo dos partidos por jugar. A estas horas no sabemos si bajaremos a Segunda División. El Fin parece más cerca que nunca. Tras la derrota de ayer, ya no dependemos de nosotros mismos. Pero debo insistir en que lograr la permanencia no es lograr la salvación. En Primera o en Segunda, la salvación del Real Zaragoza pasa por la salida del destructor. Mi amigo me decía ayer que «Agapito pasará». Claro que pasará. El problema es si dejará algo detrás. Con Agapito Iglesias, el Fin del Real Zaragoza está más cerca cada día que pasa, porque el destrozo que ha hecho es enorme y las soluciones casi imposibles. Y cada día que pasa yo tengo más claro que si el Real Zaragoza muere, me alejaré del fútbol. Porque es una puta mentira. Y además, una mentira sucia. Y lo único que a mí me liga al fútbol es un sentimiento cuasi ancestral por algo que una vez fue verdad.

«No decir que no. No parar a tiempo. No ser asertivo en el mejor momento. El Fin está cerca». En este conglomerado que es el zaragocismo, no todos somos iguales. Están los que calaron a Agapito desde el primer momento, los que nos dejamos engañar y despertamos, los que decian estar contra Agapito y a la primera oportunidad se han puesto a comer de su mano, y los que siempre han estado a su lado porque defienden sus propios intereses y no los del Real Zaragoza y su afición. Quien hace lo que puede no está obligado a más, pero quien no hace lo que podría, sobre todo si podría hacer mucho… Cuando llegue el Fin, si por desgracia llega, cada palo que aguante su vela.

Por Poyet11

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)