¿Quién me pone la pierna encima? | La Lupa

Real Zaragoza 2 – 2 Valencia

Hace poco empezó una nueva edición de “Gran Hermano”, aunque la expectación que genera poco tiene que ver con la que tuvo cuando el programa empezó, hace ya 14 años. En aquel entonces, uno de los concursantes popularizó una frase en un momento de tensión: “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?. El tiempo ha borrado de la memoria los motivos y las personas, solo queda la ridícula frase de lamento de un pobre hombre. Sin embargo la injusticia real existe, y no siempre resulta motivo de risa.

Al contrario, resulta algo muy serio cuando hablamos de una competición deportiva en la que unos equipos luchan entre sí, con unas normas comunes que los jueces, o sea, los árbitros, deben aplicar tanto en el transcurso normal del juego, como en situaciones puntuales. No es fácil tomar siempre la decisión correcta, las jugadas son muy rápidas y la casuística es inmensa. Cada partido puede ofrecer una nueva situación incierta y polémica. Incluso grandes árbitros en partidos estelares se han equivocado. Por venirme a la memoria, un gol que no entró en la final del mundial del 66, una mano no pitada de Maradona contra Inglaterra, o en otra final del mundial más reciente, una patada en el tronco de Xavi Alonso, tan solo sancionada con tarjeta amarilla. Afortunadamentre, existen los buenos árbitros, los que ante una entrada parecida, expulsan al jugador. Así fue como perdimos a Romaric el día del Getafe. Merecidamente, y no es coña.

Al Real Zaragoza sería muy fácil arbitrarle bien, pero por la razón que sea, es más fácil aún, arbitrarle mal. Todo el mundo sabe del flagrante codazo de Navarro del Levante a Sapunaru. Todo el mundo sabe que la mano de Paredes contra el Málaga no lo fue. Todo el mundo sabe que Flaño de Osasuna no intentaba jugar el balón, sino que fue directamente a derribar a Bienvenu. Después de todo esto todavía había quien decía eso de: “ya estamos llorando con lo de los árbitros”. Claro, son jugadas puntuales, y bueno, nunca se sabe…Si algo nos enseña el partido contra el Valencia es que si con una sola no basta, se pitará lo que sea necesario. Repasar el video del partido es un suplicio, porque se te queda una cara de estúpido que no puedes con ella. Las tres jugadas conflictivas podrían ser dudosas, las tres cayeron del mismo lado.

Es cierto que el equipo no muestra regularidad, que la falta acierto de cara al gol y que no se rematan los partidos, pero digamos la verdad de una vez…¡este equipo no es como para estar donde está!, y ojo que sabemos de que hablamos, que llevamos tres años seguidos luchando por no descender, que sabemos lo que es tener un equipo inane una y otra vez, que conocemos el sabor de la desesperación de ver un día sí y otro también, a equipos sin vida, incapaces siquiera de competir. Y este equipo, al menos hasta ahora, no es así. Es un equipo con unos pocos veteranos y otros más jóvenes, y con algo de indefinición, pero esta gente ha llegado a hacer buenos partidos, y no se merece estar ahí. Entre seis y diez puntos más son los que podría tener el Zaragoza ahora mismo. Y estaríamos hablando de si juega este o el otro, o de si nos lo pasamos bien o no en el campo, pero no de alarmas rojas ni de cambiar de entrenador, (lo cual, por otra parte, sería como intentar curar un resfriado cambiando de zapatos).

Contra el Valencia, el equipo salió a jugar, y se puso por delante con descaro y acierto, a la vieja usanza, pero el rival fue reaccionando, y se encontró con el regalo del fuera de juego a poco del descanso. Eso fue clave. Poco a poco fueron extendiendo el dominio, y el Zaragoza solo falló en no saber sentenciar en alguna de las contras. Pero ya es duro que tengamos que meter tres goles para compensar otros factores. ¡Pues aún así, se metió un tercer gol! Pero se ve que no valía. Sopa de amor y gran pena…en justicia se ha de decir que aunque el Valencia buscó la victoria, las últimas jugadas de ataque fueron nuestras.

El partido nos deja algunos detalles curiosos. Rochina es un gran jugador, pero tiene que aprender a colaborar con Postiga, y viceversa. Ahí el entrenador tiene que intervenir. Además, debut de Alcolea, salió en un momento complicado, y resolvió con acierto. Babovic: no se le vió mal, igual se le puede aprovechar. Asuntos de preocupar: la lesión de Apoño, la lentitud de Loovens y el tema porteros.

En la clasificación, nos quedamos solos en el último peñasco antes de caer al abismo. A la hora de mejorar para salir de ahí, ya no debemos pensar solo en lo deportivo. Yo tengo claro de que “hay algo más”. No sé por qué, no sé si estamos devolviendo favores de la pasada campaña, o estamos en el ojo de algún justiciero bien posicionado. Tampoco sé hasta cuando, porque a veces estas situaciones cambian. Admito mi total ignorancia, pero sé que hay gente que tiene que moverse, porque una cosa es ser absolutamente pragmáticos y pensar que los partidos se pueden ganar a pesar de los arbitrajes (ya me dirás cómo), y otra es dejar que esto se vaya a segunda, y por qué no a la desaparición, por culpa de que no estabas lo suficientemente alto en la clasificación el día en que unos tipejos decidieron no aplicar bien las normas.

Por Ron Peter

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