Un equipo recalcitrante | La Lupa
Numancia 2 – 2 Real Zaragoza
Los enfrentamientos con el Numancia son uno de los pocos aspectos positivos que trajo el descenso a 2ª división; confraternizar con una afición amigable y hermana, las múltiples bondades de la tierra soriana y la posibilidad de un desplazamiento cómodo y grato convertían en apetecible el partido que enfrentó a Numancia y Real Zaragoza, dos conjuntos que comparten la desgracia de una segunda vuelta con pleno de desaciertos. La sufrida victoria ante el líder y la compañía de más de mil seguidores nos hizo caer a algunos zaragocistas en la tentación de pensar que esta vez las sensaciones y el desenlace final iban a ser bonitos.
¡Que ingenuos somos algunos!; parece que no hemos escarmentado, pues a la hora de la verdad el guión del Real Zaragoza en “Los Pajaritos” fue el mismo de siempre: inicios sin tensión, un rival al que convertimos en gigante, un gol facilitado por un clamoroso error defensivo y unos jugadores contrarios que nos bailan. Eso sí, también volvimos a tener un acierto ocasional antes del vestuario, que en esta ocasión fue hasta reincidente e hizo que los zaragocistas nos enfrentáramos al segundo tiempo con nuevas esperanzas que, una vez más, quedaron en agua de borrajas con un nuevo tanto “verbenero” de los sorianos que, con todo merecimiento, nos dejaron con la miel en los labios, y van …
Los encuentros fuera de casa del Real Zaragoza, especialmente en esta desdichada segunda mitad de la Liga Adelante, responden a un guión similar; poca imaginación muestran tener quienes plantean nuestros partidos y da la impresión de que aquí nadie termina de aprender. Resulta inexplicable que a falta de ocho jornadas para que acabe este verdadero suplicio, Rico siga andando descolocado por cualquier parte de la zona izquierda distinta de la que le correspondería ocupar, los centrales anden lentos de reflejos, premiosos y superados con tanta frecuencia, Leo Franco haya perdido toda la seguridad y colocación que acreditaba antes, casi siempre se pierda la pelota tras el primer pase, los balones divididos sean para el rival y el centro del campo ni presione ni organice sean quienes sean los peones que lo ocupen.
El Zaragoza es ahora un equipo del montón; jamás ha mostrado la jerarquía que se le debe suponer a quien tiene un historial y una trayectoria, quien representa a la quinta ciudad de España y luce un palmarés solamente superado en nuestro país por unos pocos equipos. En anteriores estancias en la división intermedia, por desgracia aún calientes en nuestra memoria, el Zaragoza era el coco, el rival que llenaba los campos rivales y frente al que los demás equipos planteaban partidos a la contra, ahora me temo que los entrenadores rivales esperan como agua de mayo la visita de los blanquillos, pues el equipo se ha convertido en previsible y exhibe, sin pudor ni recato, sus puntos débiles con el descaro de una cupletista de cabaret barato.
Tras el primer traspiés frente al Depor, Víctor puede presumir de tres partidos sin perder y cierto ajuste de tranquilidad en la clasificación, pero hará muy mal si se da por satisfecho con lo conseguido, porque ni nos podemos fiar con 44 miserables puntos ni la afición puede consentir que de aquí al final no se den muestras, sino de una casi imposible mejora de calidad y prestaciones, sí cuando menos de la vergüenza torera, de alguna innovación táctica algo más valiente y novedosa y, que además andamos en Semana Santa, de cierto espíritu de enmienda … que ya vale de tropezar semana tras semana en la misma piedra.
Por Falçao
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