¿Pastilla roja o pastilla azul? | La Lupa

Las Palmas 0 – 1 Real Zaragoza

En el año 1999, se estrenó la película “Matrix”, entretenida a la par que rompedora en muchos aspectos estéticos, muy imitados a posteriori. Durante el desarrollo de la misma, Morfeo (uno de los personajes) ofrece a Neo (el protagonista) dos opciones en forma de pastilla: la pastilla roja, que le permitiría conocer la verdad (el mundo en el que creía vivir no es más que una simulación virtual a la que se encuentra conectado mediante un cable enchufado en su cerebro), o la pastilla azul, que dejaría todo como estaba e incluso permitiría a Neo olvidar lo sucedido.

Desde hace ya un tiempo, y de manera acentuada las últimas semanas, buena parte de la afición ha tomado la pastilla roja. La situación del club, un panorama de desolación y desaparición, es bien visible para la mayoría de la masa social blanquilla. Por ello, la gente se ha rebelado con la única arma a su alcance (la crítica, vestida de ironía o humor) en su casa futbolística: el estadio. El único lugar donde, lo quiera o no, la directiva va a escuchar que escuchar lo que le quieran decir.

Durante esta semana se han sucedido las críticas a dicha actitud de la afición, incluso desde altas instancias del club, y ciertos tímidos elogios a la mejora del equipo, cuando el partido ante el Girona fue una atrocidad futbolística. Tras la importantísima victoria ante la Unión Deportiva Las Palmas, la sensación es que la pastilla azul se vuelve a ofrecer a la afición zaragocista para ver si, hastiada de tanto sufrir, quiere volver a “Matrix”.

Tras el partido del sábado, si se hace caso a ciertas opiniones y declaraciones, parece que el Real Zaragoza realizó un buen partido y que se mejoró en solidez, teniendo el encuentro controlado. Sin embargo, si se analiza con tranquilidad el partido se puede apreciar como la U.D. Las Palmas tuvo multitud de ocasiones claras de gol, incluso una de tintes circenses cercana a la finalización del encuentro. No parecen síntomas de mejoría en solidez, control de los partidos y gestión de finales.

No mejoró el Real Zaragoza, como no lo hizo ante el Girona. La diferencia con otras tardes se halla en otro factor, la suerte, que en esta ocasión se puso del lado blanquillo. Es indudable que la suerte es necesaria siempre en cualquier competición, pero no puede hacerse de ella un argumento para que crezca la esperanza en la marcha del equipo.

Sí pudieron se pueden sacar aspectos positivos para el Real Zaragoza tras este partido, casi todos relacionados con caras nuevas: el asentamiento de Rico y Tarsi en el once titular, con incidencia positiva en el juego, y la aparición de un Javi Álamo que cuenta con ese plus de motivación que da el reincorporarse tras un largo periodo de inactividad. Pero de nada sirve obviar que el equipo pudo haber salido severamente golpeado si los delanteros de la UD Las Palmas hubieran estado más acertados. El Real Zaragoza no salió a buscar el partido, no puso de su parte para que le acompañara la fortuna. Simplemente ésta hizo acto de presencia.

Es imprescindible que el entorno zaragocista no se tome esa pastilla azul que les devolvería a un estado de ensoñación irreal, por sugerente que resulte. La complacencia y un nivel bajo de exigencia nos ha llevado a estar como estamos. La alegría lógica ante una victoria muy importante no debe de cegarnos ni hacer olvidar cómo está la entidad y qué necesidades tiene el equipo, pues flaco favor se le hará al Real Zaragoza a largo plazo.

Por Kicooper

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