Bofetada de realidad | La Lupa

Bofetada de realidad | La Lupa

Real Zaragoza 0 – 2 Las Palmas

La calurosa tarde del pasado domingo supuso al zaragocismo una nueva decepción. Con la moral elevada debido a la gran victoria en Valladolid, se esperaba que el cuadro blanquillo dejara certificada su participación en los play off y pudiera disponer de una semana tranquila para preparar las eliminatorias de ascenso. Sin embargo, se dio el peor de los escenarios: derrota ante Las Palmas y victoria de la Ponferradina, que lleva a tener que jugarse la sexta plaza en Leganés, en una nueva final.

Quizá la peor conclusión que deja el encuentro es la bofetada de realidad que supuso. La Unión Deportiva Las Palmas fue tremendamente superior a los pupilos de Popovic, que pese a un arranque con cierta intensidad y unos breves minutos tras el 0-1, apenas ofrecieron resistencia al cuadro isleño. La terrible sensación que le quedó a la afición blanquilla es de imposibilidad de ascenso, de distancia insalvable entre su equipo y cualquiera de los otros aspirantes en Play Off. De los 6 enfrentamientos ante los posibles rivales (dando por hecho el probable ascenso del Girona), sólo se ha ganado en Zorrilla. Ante el Sporting, se perdió con claridad en Gijón y se empató pidiendo la hora contra un equipo con un jugador menos. Las Palmas nos barrió en ambos partidos. Ante el Valladolid, se perdió claramente en la Romareda y, eso sí, se logró la única victoria de esta serie de partidos.

Resulta difícil encontrar razones para soñar con un ascenso en los play off. Más todavía si las señales que se emiten desde el banquillo son descorazonadoras. La figura de Popovic pierde enteros con cada partido que pasa. Su lectura de los partidos es nula, y rara vez logra efectos positivos con los cambios. Las jugadas de estrategia brillan por su ausencia. El planteamiento previo de los partidos, el análisis del rival, no parecen ser tampoco muy acertados. Con los dedos de una mano se pueden contar aquellos partidos en los que el preparador serbio ha acertado. Sin quitarle hierro a las múltiples bajas, hay aspectos (como las jugadas de estrategia o el estudio del rival) en el que estas bajas no influyen tanto. Popovic no está dando con la tecla, y además en las últimas semanas insiste en pedir ayuda a prensa y afición sin ofrecer prácticamente nada a cambio. Da la sensación de andar algo perdido o sobrepasado por la situación.

Pese a todo lo anterior, y al desánimo y escepticismo que se ha instaurado en el zaragocismo, hay que agotar la última bala y tratar de cerrar la clasificación en Butarque, que no será nada fácil porque el conjunto pepinero es un buen equipo. El club ha acertado con la medida de subvencionar el viaje, y la afición blanquilla responderá. Por primera vez en mucho tiempo, un viaje se hace por una razón positiva y no para hallar una salvación agónica, y merece la pena acompañar al equipo y tratar de sostenerle allí donde no le lleguen sus medios.

Si se logra la sexta plaza, sería de justicia dar por aprobado el curso. La temporada empezó muy acelerada debido a todo el proceso de compraventa, cuando el agapitismo casi acaba con el club. A la ausencia de la pretemporada se le unieron muchos frentes abiertos a lo largo del año, no ha sido una temporada sencilla. Por ello, meterse en la pelea por el ascenso sería como para dar el año por bueno.

Una vez allí, y pese a la bofetada de realidad del domingo pasado, siempre queda la esperanza de que los astros se alineen y en cuatro partidos se cumpla un sueño.

Por Kicooper

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