Inadmisible despertar | La Lupa
Alavés 4 – 0 Real Zaragoza
El Real Zaragoza se derrumbó como un castillo de naipes en Mendizorroza. Tras una gran concatenación de resultados, fundamentada en buena medida en una cierta solidez defensiva, el equipo zaragozano fue vapuleado, sacado del campo, por un Alavés muy superior que hizo lo que quiso con un equipo timorato, blando, nervioso y en muchas ocasiones indigno. El planteamiento inicial resultó inadecuado. La gran racha zaragocista se había fundamentado, entre otros factores, en la presencia de dos mediocentros defensivos que mejoraban mucho la solidez defensiva del equipo blanquillo. El cambio natural tras la lesión de Basha hubiera sido Lolo, que realmente es un centrocampista defensivo y no un central, puesto al que fue “condenado” durante varias jornadas. Por otra parte, la plaza que ocupó William José debería haber sido para Ruiz de Galarreta, creando un vínculo mayor con el centro del campo que la indolencia absoluta del brasileño impidió.
William es uno de los grandes derrotados del partido del domingo. Su actitud, su intrascendencia, su desconexión…explican su prolongada falta de minutos desde que Popovic cogió el mando del equipo. No aprovechó su oportunidad, no dio un puñetazo encima de la mesa. Más bien al contrario, dio razones para no contar más con él y dar esos minutos a Suárez, para comprobar antes de dejarle marchar si vale o no para este equipo. La línea defensiva demostró que es el talón de Aquiles de este equipo. Si del trío Mario-Vallejo-Cabrera faltan dos integrantes, la defensa pasa a ser tremendamente permeable. Los dos laterales son autopistas para los extremos rivales. Rico y Fernández protagonizaron un partido de pesadilla, culminado en el caso del lateral burgalés con una expulsión innecesaria fruto de la impotencia. Tras el desastre, lo importante es ver la reacción. En la última ocasión, posteriormente a la debacle ante Las Palmas, la respuesta fue muy positiva entrando en esta espectacular racha. El Real Zaragoza tiene una magnífica posibilidad ante la Llagostera para enmendar el desastre de Mendizorroza y ofrecer una desagravio a su sufrida afición.
El partido en Vitoria supuso un brusco despertar a sueños, en muchos casos sin fundamento, de ascenso directo. Los dos primeros puestos son algo inalcanzable para el Real Zaragoza, que cuenta con un once titular que podría plantar cara a los equipos que pelean esas plazas, pero una plantilla demasiado corta como para aguantar una lucha a largo plazo. El objetivo es asegurar el Play Off, que no será sencillo, y tratar de colocarse en la mejor posición posible para afrontarlo. El despertar resultó inadmisible, bordeando en ocasiones la humillación, pero puede ser positivo establecer límites realistas al equipo.
Por Kicooper
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