Recuerda | La Lupa
Sabadell 0 – 0 Real Zaragoza
“RECUERDA”, es el título que en España recibió la película “Spellbound”, dirigida por Alfred Hitchcock en 1945, y cuya trama transcurre alrededor de una clínica psiquiátrica cuyo nuevo director, el Dr. Edwards -papel que desarrolla Gregory Peck-, se comporta de forma extraña. Nada es lo que parece: en realidad se trata de un enfermo mental que cree haber asesinado al verdadero doctor. El problema es que no recuerda nada. El Real Zaragoza, que luchaba por volver a pensar como un equipo de Primera, recordó en Sabadell de nuevo, que sigue en la Segunda División. Tras cuatro victorias consecutivas, con la embriaguez añadida que supone haberlo conseguido en partidos muy juntos en el tiempo, por fin parecía que el equipo adquiría una velocidad hasta ahora desconocida. Dicha embriaguez es contagiosa, y se fue expandiendo por el ambiente zaragozano, alcanzando a jugadores, periodistas y aficionados. Hemos vivido una semana intensamente agradable, con una sensación de satisfacción que todos nos merecemos.
Cuando se habla de Historia del fútbol, o mejor dicho, “historias del fútbol”, una de las cosas más hermosas que se pueden narrar es cuando se produce la eclosión de un equipo, cuando un grupo de jugadores de más o menos calidad, se integran y empiezan a jugar cada vez mejor, y a ganar partidos, hasta alcanzar ese punto en el que ya no son jugadores individuales, sino un “equipo”, una suma de voluntades que por su condición de integración, obtiene ese plus intangible de seguridad y eficacia. No se trata de “una racha”, no, se trata de algo más permanente, y que entronca directamente con la idea de nacimiento y auge, de surgimiento de algo que antes no había. Ese punto, o aún tan solo su atisbo, es lo que, quizás llevados por el puro anhelo, quizás por afán de mitigar tantos quebrantos pasados, es lo que hemos creído intuir en este Zaragoza de nuestros días recientes.
Por un momento recordamos cómo han sido las temporadas en las que se ascendió, en las que costaba ganar, pero se ganaba, y poco a poco, las plazas de arriba se iban haciendo accesibles. Claro que no se puede ganar todo, y a veces surgen partidos como los de este domingo, en el que nada sale de lo que se pretende. Un rival tosco, un campo agreste, sin concesiones al juego combinativo, sin muchas posibilidades de armar un juego coherente, fiándolo todo al rechace o al derroche físico. Al final, un empate a cero, un punto que suma, y un día más (y ya van cinco) sin encajar goles. Quizás el Real Zaragoza soñaba con la Primera División. En todo caso el conjunto catalán vino a decirle: “chaticos, aquí donde estáis, esto es lo que hay”.
En “Recuerda”, Gregory Peck se ve atrapado entre lo que cree y lo que no recuerda. Los doctores intentan analizar sus sueños en una escena onírica muy conocida por sus decorados, encargados a Salvador Dalí. Si los zaragocistas nos sometiéramos a sicoanálisis, sin duda saldrían muchas cosas en revoltijo: lo que fuimos, lo que fuimos y no quisimos ser, y lo que queremos ser de nuevo. Por unos días, el Real Zaragoza ha dicho que lo que quiere es volver a Primera, y se ha conducido como tal, como un equipo que tiene hambre por subir. El frenazo de Sabadell no tiene que suponer nada grave. Ha de ser una lección para aprender que no va a ser fácil. Pero ascender es factible, y hay que creérselo, “recuerda».
Por Ron Peter
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