Resfriado otoñal | La Lupa

Resfriado otoñal | La Lupa

Real Zaragoza 2 – 3 Tenerife

Llegó el otoño de manera súbita a Zaragoza, y el equipo blanquillo se quiso unir a dicho cambio meteorológico con un partido que dejó a su hinchada completamente helada. La buena racha y las virtudes adquiridas crearon una ola de optimismo dentro del zaragocismo, que esperaba confiado el partido contra los tinerfeños. Sin embargo, el lunes sólo pudo dejar, como mucho, un resfriado de recuerdo a los asistentes a La Romareda.

Mucho se ha hablado del fondo de armario del equipo. El caso es que los primeros fríos cogieron al Real Zaragoza con su abrigo en el tinte y sin una buena chaqueta de recambio, y se acabó acatarrando. La ausencia de Mario resultó clave en el devenir del encuentro, mostrando una fragilidad defensiva como hacía muchas jornadas que no se observaba. En concreto, desde Lugo, donde coincidió también con la sustitución del central canario. Ni Vallejo (tocado) ni la incomprensible aparición de Lolo lograron suplir adecuadamente la baja. Por primera vez se notó las estrecheces de la plantilla, y dejó un aire de preocupación en la sufrida afición. También se desplomó el centro del campo, muy poco acertado y nada asistido por los cuatro jugadores más ofensivos, más delanteros y más insolidarios que otros días. Dorca se vio superado, quizá en su peor partido, y Ruiz de Galarreta fue intrascendente y eso, en el Real Zaragoza de esta año, no es buena noticia. El ataque fue menos rápido y letal que otros días, mucho más espeso, sobre todo en el tramo final del partido cuando se podía lograr el empate. Se notó al equipo falto de energía, y la debilidad en el centro del campo permitió al Tenerife dominar el partido tras el 2-3 y anular al Real Zaragoza en ataque.

El que pareció sufrir también los rigores otoñales, y estar algo aturdido por un resfriado, fue Víctor Muñoz. El entrenador zaragocista no estuvo tan fino como en semanas previas, si bien el planteamiento inicial no fue desacertado. Sin embargo, la reacción desde el banquillo a los distintos problemas que fueron sucediendo fue muy deficiente. En primer lugar, el cambio de Vallejo por Lolo fue una mala decisión desde el punto de vista táctico, y más con el precedente del cambio en Lugo que casi costó el partido. En lugar de un cambio más natural, como era la entrada de Rico para el lateral izquierdo y pasar a Cabrera a central, su posición original, se reconvirtió un mediocentro defensivo a central, causando desbarajuste en una defensa que ya estaba insegura desde el inicio, dando al Tenerife mucha facilidad para crear ocasiones. El cambio de Tato para colocarlo de extremo tampoco fue comprensible teniendo a Javi Álamo disponible, más habituado a la posición. Por último, y con el marcador en desventaja, tampoco se comprende la salida de Diogo que no aportó absolutamente nada. Sin embargo, incluso en un día tan aciago y tan espeso en ataque y creación de juego, el equipo anotó dos goles, evidenciando de nuevo mucha pegada incluso sin generar prácticamente ocasiones. Fue lo más esperanzador de la noche del lunes.

Al Real Zaragoza se le viene encima un duro mes de noviembre. Esperemos que lo del lunes fuera un resfriado pasajero, y que una semana de paracetamoles permita ver al equipo recuperado ante el bonito partido del domingo en un lugar con tanta solera como es El Molinón y ante un rival de la entidad del Real Sporting.

Por Kicooper

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)