Volver a casa por Navidad | La Lupa
Real Zaragoza 2 – 1 Extremadura UD
No me gusta recordar los viejos tiempos, pero, qué carajo, los anuncios publicitarios de antaño eran más sensibles y sencillos que los actuales, más alambicados y salvo en contadas ocasiones, suplen la falta de emoción con profesionalidad. Uno de las anuncios más recordados es el de turrones “El Almendro”, que siempre nos encogía el corazón con esos anuncios de hijos o parejas que vuelven a casa y se funden en un abrazo en la estación de tren adónde han ido a recogerlos sus padres o familiares. Año tras año los anuncios de “El Almendro” nos proporcionaban una extraña mezcla de felicidad y tristeza, puesto que sabían conectar con esa fibra sensible que nos hace vulnerables. Como uno de esos anuncios apareció en la semana previa a la Navidad Víctor Fernández, para regresar a su casa después de años de ausencia y retornar para traer la felicidad a una casa en la que todos sus miembros estaban deprimidos.
La reconversión de un equipo fantasmagórico en uno alegre se produjo con el cambio del entrenador, algo que tendría que haber sucedido con la anterior entrada de Alcaraz, pero la falta de iniciativa del andaluz sólo sirvió para hundir más al Real Zaragoza. La aparición en la alineación inicial de Igbekeme y Pombo, aparte de la seguridad que supuso la presencia en el centro de la defensa de Guitián y Alex Muñoz, permitieron que los zaragocistas llevasen el peso del juego desde el minuto uno, y únicamente la falta de acierto en la vanguardia, con Gual siempre con un recorte de más, inutilizó ese dominio para controlar el marcador. Incluso una errónea defensa de un balón a su espalda de Zapater, sirvió para que el Extremadura se adelantase y enquistar aún más el desarrollo del encuentro, con un rival más defensivo y con el propósito de cerrar todas las líneas de pase.
En la reanudación, un acertado cambio de Zapater por Delmás, más profundo e incisivo en la banda, supuso que el dominio se intensificase, con Pombo dando una lección de como debe jugar un mediapunta y con constantes y peligrosas aproximaciones a la portería extremeña. La entrada de Papu por Guti fue definitiva para voltear el marcador adverso, y primero Pombo y luego el georgiano, en estado de ebullición, consiguieron que la victoria retornase a La Romareda tras más de 4 meses alejados de ella.
Víctor Fernández llevaba tres años y medio sin entrenar en primer nivel, desde que fue cesado del Deportivo de La Coruña en abril de 2015. Es un período relativamente largo, pero el Real Zaragoza necesitaba un revulsivo y es evidente que Víctor, un hombre muy querido por el zaragocismo, con sus dotes lingüísticas y sus conocimientos del fútbol de primer orden, resulta una apuesta atractiva y también arriesgada, tanto para él, que se juega mucho y tiene relativamente poco a ganar, como para el Real Zaragoza, que necesita salir de forma inmediata de la alarmante situación clasificatoria. El positivo comienzo de la nueva etapa de Víctor Fernández con nuestro equipo es un buen síntoma, pero debe tener continuidad tras el parón navideño.
¡Feliz Navidad a todos los que formamos parte de Aupazaragoza.com!.
Por Jeremy North.
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