Dónde las dan las toman | La Lupa
RCD La Coruña 1 – 3 Real Zaragoza
“La Venganza de Doña Petra” es una obra de teatro del género sainete escrita por el madrileño Carlos Arniches, que se estrenó el 13 de abril de 1917 en Madrid. Esta obra fue subtitulada como “Dónde las dan las toman”, por el carácter revanchista de su argumento. Manolo y Petra son un matrimonio lleno de problemas. Él es un vividor que descuida por completo la atención a su esposa. Ésta decide tramar su venganza, con el objetivo último de recuperar a su esposo, y para ello cuenta con el apoyo de sus familiares y algún amigo que por interés también tiene como objetivo fastidiar a Manolo. Cuando su estreno, aparte del subtitulo antecitado, se indicaba que era una comedia “entre santos”, lo que significaba que precisamente no imperaba la buena sintonía entre los personajes, aunque en los sainetes el final, por definición, siempre era feliz. En el partido del domingo, el Real Zaragoza consiguió vengar tanto oprobio e infamia procedente de La Coruña con una victoria fácil ante un rival moribundo.
Las constantes vitales de un equipo como el Deportivo están en el subsuelo de Riazor. Pero había demostrado en los últimos partidos que su sistema defensivo era consistente y en esa mejora pretendía ampararse para un cambio general. El Real Zaragoza, después de remontar un marcador adverso ante el Gerona, quería mantener ese buen nivel y lo consiguió, con un equipo en el que sólo Igbekeme desentonó por su falta de forma, y que mantuvo el control del partido durante toda la primera parte y casi toda la segunda. A partir de un remate al poste del incombustible Luis Suárez y que produjo la llegada de los nervios masivos en el Deportivo, los zaragocistas dominaron, con Eguaras bastante libre de movimientos y un activo Javi Ros. El primer gol fue novedoso por tratarse del primero conseguido a balón parado, con un buen remate de cabeza de Guitián, y en poco tiempo llegó el segundo, con otro remate con la testa del prometedor Puado, tras una gran asistencia de Ros.
Era evidente que el Deportivo tenía que cambiar el paso tras el descanso, y así lo hizo con el tempranero gol de Borja Valle, que pudo suponer una modificación del tiempo del partido, pero afortunadamente y tras unos pocos ataques inconsecuentes de los coruñeses, no fue así. El Real Zaragoza retomó el dominio del balón y del encuentro, volvió a desperdiciar otro penalti claro por un desafortunado Luis Suárez en los once metros, pero el mismo colombiano, pleno de potencia y ambición, sentenció el partido con el tercer gol.
No existen las victorias fáciles, pero si existe alguna que se le pueda parecer fue la de Riazor. El equipo resultó solvente en todas sus líneas y demostró que Víctor Fernández, tras darle una vuelta a la alineación después de la plaga de lesiones y bajas formas, ha conseguido estabilizar los resultados positivos, con un sistema de juego más acorde al nivel de la plantilla, con menos alegrías ofensivas y más equilibrado en el centro del campo. Por ello creo necesario alabar la labor de Víctor, del que siempre he creído que le perdía su pasión por sistemas de juego más propios de equipos punteros de primera división que de plantillas de segunda y que ha terminado adoptando sus grandes conocimientos de fútbol a una táctica más realista, modesta en sus principios, pero efectiva, que es lo más importante en esta categoría. Siempre he pensado que si llegamos al parón de Navidad en puestos de playoff se puede aspirar a todo. Quedan dos partidos, esperemos que se consiga el objetivo.
Por Jeremy North.
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