Primer aviso | La Lupa
R Oviedo 2 – 2 Real Zaragoza
Ayer en Oviedo el Real Zaragoza recibió una advertencia seria de lo que puede sucederle si baja el pistón. El Oviedo era un colista engañoso, con bastante más pólvora de lo que indicaba la clasificación, y estuvo a punto de cederle el botín por completo como resultado de importantes errores en la lectura del partido.
En una situación como la que atravesaban los carbayones, justo lo que se debe evitar es lo que le sucedió al equipo zaragozano: no puedes dejar que en el primer arreón el equipo local anote porque borrará de un plumazo muchas de sus inseguridades. Los blanquillos dejaron que los ovetenses anotaran en el segundo minuto tras un despiste tremendo, dinamitando todo el plan de partido previsto.
Por otro lado, el Real Zaragoza no supo manejar nunca el tiempo del partido cuando, por dos veces, logró empatar la contienda. Faltó serenidad para pausar el tiempo de partido y evitar que se convirtiera en un correcalles en el que todo era posible. Un equipo que aspira a ser dominante en la categoría debe saber leer esa situación y jugar con la necesidad del rival, impidiéndole un ritmo alto que apele a la heroica y buscando cogerle la espalda cuando trate de inclinar el campo. Los centrocampistas del Real Zaragoza, muy imprecisos durante toda la tarde, fueron incapaces de dominar el juego y dieron síntomas de nerviosismo de manera continuada.
Sin embargo, un mal día en general quedó en sólo un aviso gracias a la mejor virtud de este equipo en el tramo inicial liguero: su competitividad. En un mal día supo levantar el marcador en dos ocasiones aferrado a la brega que contagia su máximo goleador.
Luis Suárez consiguió un doblete que pone su cuenta goleadora en números estratosféricos. Se trata de un jugador que podrá estar más o menos acertado pero siempre aporta intensidad y presión al rival. Su hambre es mayúscula, lo que le lleva a ganar muchos duelos individuales combinando sus capacidades físicas con su fe.
El delantero es quizá la máxima expresión de la principal virtud del equipo, la constancia y la insistencia incluso en la adversidad. No se observó desánimo en el equipo y, hasta cierto punto, cierta ambición tras empatar aunque ello llevara a una precipitación contraproducente con lo que el partido pedía.
El Real Zaragoza puede emplear este punto como una buena base para afrontar una semana que indicará qué nivel real tiene el equipo. Consiguió salir indemne de su peor día, y ello puede servir para realizar las correcciones necesarias para poder afrontar dos partidos de alta exigencia.
Quizá ha llegado el momento de realizar modificaciones a un once bastante estable. Una buena alternativa podría ser dejar de jugar con dos delanteros y reforzar la mediapunta y buscar más desborde en las bandas. Pombo y Álex Blanco aportaron buenos minutos el pasado domingo, en especial el canterano, y se podría dar descanso a jugadores que quizá sufrirían en una semana con tres partidos.
Esperemos que el equipo blanquillo escuche este primer aviso y encauce su juego para colocarse en lo más alto de la tabla.
Por Kicooper.
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